Hoy 17 de febrero se cumplen 100 años de un hecho histórico digno de recordar y reivindicar, ya que la historia casi siempre cuando los hechos tienen como protagonistas a mujeres, se tiende a invisibilizar.
Este acontecimiento ocurrió en la localidad de Puerto San Julián, provincia de Santa cruz, luego de la represión y fusilamiento de más de mil obreros rurales por parte del ejército argentino en la zona. En ese entonces al mando del ejército se encontraba presidente Radical Hipólito Irigoyen, responsable político de esta masacre junto a los estancieros de la Sociedad Rural. Pues fue el teniente coronel Varela en la voz del presidente quien ordenó la represión ante la insistente Ola de huelgas que incluyeron métodos de lucha como la expropiacion y toma de estancias por parte de los obreros, quienes se encontraban cansados de la superexplotación y donde muchos de estos luchaban por una sociedad más justa.
Este siguiente relato será el último acontecimiento de resistencia del proceso de organización y lucha de la clase obrera de las huelgas patagonica a principios del siglo 20.
Ya había pasado más de 1 año del inicio de la primera huelga de los trabajadores rurales de la zona, que llevaban como reclamo el pedido de un convenio que garantizara mínimas condiciones de trabajo, como un lugar donde dormir cómodos, paquetes de velas, salario mínimo de 100 pesos, la mejora en las raciones de comidas y el reconocimiento a la organización gremial de aquel entonces, LA FORA.
Era 17 de febrero del año 1922 y todavía se percibía en el aire el olor a pólvora que había sido descargada sobre los obreros rurales que habían sido fusilados por el ejército, dando final a través de esta masacre a la lucha de los peones rurales. El teniente Varela conforme con su tarea cumplida que había sido encomendada por el Gobierno Nacional y la SOCIEDAD RURAL, decidió agasajar a sus “valiente” soldados que pronto partirían a sus hogares al norte del país, con una visita organizada a los prostíbulos de la zona. En San Julian sería en el prostibulo “las catalanas”. Esta ultima misión se la encomendaron a un suboficial quien debería coordinar los horarios de los distintos grupos que visitarian a la mujeres con la regenta del local, Paolina Rovira. Una vez que estaban todo organizado y cuando el primer grupo de soldado estaban en las afueras del edificio, se encontraron con la respuesta menos esperada para con los miserables. Las 5 mujeres que eran sometidas a la prostitución en la localidad , con palos y escobas en las manos y al grito de «asesinos!, porquerías!“con asesinos no nos acostamos!, les negaron el ingreso y corrieron a los militares, quienes tuvieron que retirarse de la zona sin lograr la última misión.
Luego de este heroico episodio las autoridades locales a través del comisario ordenaron la detencion de las 5 mujeres ante tremendo desacato contra la patria.
Este grupo de mujeres oprimidas, seguramente sometidas sexualmente miles de veces por parte de hombres de las distintas clases sociales, tuvieron la valentia de rebelarse ante una de los hechos más trágicos y poco recordados de la historia de nuestra clase obrera.
Esta actitud las hubico en la lucha de clases no sólo del lado de los obreros y contra el ejército, sino también contra la patronal, el gobierno y estado represor.
ES POR ESTO QUE A 100 AÑOS DE ESTOS ACONTECIMIENTOS DESDE EL PSTU REIVINDICAMOS A ESTAS MUJERES VALIENTES (Consuelo García, Ángela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster), Y RECORDAMOS A LOS MILES DE LUCHADORES OBREROS FUSILADOS EN LAS HUELGAS PATAGONICAS, ASEGURANDO QUE SUS MUERTES NO SERAN EN VANO. QUE DESDE MUESTROS LUGARES SEGUIREMOS LUCHANDO POR UNA SOCIEDAD MAS JUSTA, SIN OPRESORES NI OPRIMIDOS. SIN EXPLOTADOS, NI EXPLOTADORES. POR UNA VERDADERA REVOLUCIÓN SOCIALISTA.