Hace poco más de un siglo obreros y campesinos rusos tomaban el cielo por asalto. De esta manera torcieron para siempre el curso de la historia.
A principio del Siglo XX los empresarios de distintos países necesitaban ampliar los mercados para insertar sus productos. Se desata una feroz pelea económica por la que lanzan a los Estados a una contienda bélica sin precedente históricos. La Primera Guerra Mundial arrastró a 70 millones de personas a batirse en un enfrentamiento armado que dejó más de 10 millones de muertos.
Rusia en ese momento estaba gobernada por una monarquía absolutista encabezada por el Zar. El zarismo había llevado al país a la guerra movilizando al frente de batalla a millones de soldados, muchos de ellos obreros y campesinos que fueron reclutados para tal fin. Mientras los hombres morían en la guerra, las mujeres debían salir al trabajo en pésimas condiciones y reinaba la escasez de alimentos. En 1917, en el Día Internacional de la Mujer, comienza una serie de protestas que barren con un régimen de cinco siglos de existencia en solo siete días.
La Revolución de Febrero puso en pie un Gobierno Provisional del que participaban partidos liberales y democráticos ligados a los sectores empresarios. Este Gobierno estuvo lejos de solucionar los problemas por los cuales la población había salido a tirar abajo el zarismo. La guerra continuaba devastando el país, el hambre se sentía cada vez más fuerte y no se había avanzado con la Reforma Agraria reclamada por los campesinos.
Fuegos de Octubre
En octubre de 1917 las masas obreras y campesinas ponían fin a esta situación. Organizadas en Soviets (Consejos de democracia directa) y dirigidas por el Partido Bolchevique de Vladimir Lenin y León Trotsky llevaron adelante una insurrección que se hizo con el poder y la dirección política del país.
Con la victoria de la Revolución se instauró el primer gobierno en la historia de la humanidad que representaba el interés de la mayoría de la población. A partir de ese entonces el ex Imperio Ruso pasó a conocerse como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La URSS saco al país de la guerra imperialista y logró establecer un Gobierno que enfrentó una contrarrevolución que unió a catorce ejércitos imperialistas, acabó con el hambre y la miseria, terminó con la epidemia del tifus, alfabetizó a casi toda la población, otorgó la igualdad jurídica (voto, divorcio, aborto legal, etc) e inició la liberación de la mujer y dio plenos derechos a la población homosexual, entre otras conquistas.
¿Cómo fue esto posible? La República Soviética se basó en la estatización y planificación de la economía y el monopolio del comercio exterior. Es decir que los recursos de país, las fábricas, los transportes, los servicios, las minas y los puertos, fueron puestos a trabajar en función de las necesidades de toda la población y no según la necesidad del bolsillo del patrón.
Una de las enseñanzas más importante que dejó la Revolución Rusa es que los trabajadores podemos gobernar. El Gobierno instaurado por la revolución, que es el que llevó adelante todas esas conquistas, estaba basado en la deliberación y toma de decisiones de la clase obrera a través de los Soviets. De esta manera fue que, por ejemplo, de la dirección del Servicio Postal se hicieron cargo los trabajadores del correo. Obreros ferroviarios fueron quienes tomaron las decisiones en el área de Transporte. Así fue que trabajadores y trabajadoras comunes se hicieron del poder del Estado y lograron avances inéditos para la humanidad.
¿Por qué triunfo la Revolución Rusa?
Estallidos revolucionarios y rebeliones suceden innumerables veces a lo largo de la historia. Muchas veces los trabajadores y el pueblo salen a pelear, tirando abajo gobiernos alrededor del globo terráqueo y no se instauran gobiernos que logren lo que sucedió en Rusia en 1917.
La diferencia principal es que la Revolución Rusa estuvo dirigida por un partido revolucionario, el Partido Bolchevique. Ellos habían comprendido que frente al poder concentrado y centralizado de los empresarios debían oponerle el poder de los trabajadores. La forma de hacerlo era construir un partido revolucionario que sintetizara a lo más avanzado de la clase obrera rusa.
Este partido se dedicó a estudiar científicamente la realidad del país y participar activamente de las luchas de los trabajadores. Desarrolló un programa y una acción revolucionaria para guiar a los trabajadores a través de sus organizaciones de lucha, los soviets, a la toma del poder, y posteriormente a la expropiación.
Tomar partido
En la actualidad vivimos en un mundo convulsionado. Más de 700 millones de personas viven en situación de pobreza, de las cuales la mitad son niños. La crisis económica se profundizó con la pandemia del Coronavirus que ya dejó más de 1 millón de muertos. Regiones enteras de la geografía mundial son sacudidas por guerras. Miles de hectáreas de bosques son consumidas por el fuego, agravando la crisis ambiental.
Esta situación pone de manifiesto que el sistema capitalista en el que vivimos no puede ofrecerle un futuro promisorio a la humanidad. Se necesitan cambios radicales. La experiencia de Octubre de 1917 nos demuestra que es posible y que tenemos como tarea fundamental construir un partido similar al de los bolcheviques. Que organice a los trabajadores en la pelea por un mundo diferente, centralice sus fuerzas, enfrente a los políticos millonarios y se juegue a fondo en cada lucha del pueblo.
Nosotros construimos el Partido Socialista de los Trabajadores Unificados y la Liga Internacional de los Trabajadores en función de estos objetivos. Seguramente tengamos aciertos y cometamos muchos errores, pero siempre con la convicción de que es tarea de la clase obrera organizarse para pelear por su propio gobierno. Te invitamos a ser parte de esta lucha para acabar con la explotación, las opresiones, la miseria y la depredación ambiental y abrir de una vez por todas, los senderos que conduzcan a la humanidad por el camino de la liberación.