Luego de 80 días de incansable y angustiosa lucha finalmente se confirmó la muerte de Santiago Maldonado. Lamentablemente su familia reconoció el cuerpo que supuestamente habría estado donde desde el principio la Ministra y los medios trataron de negar: la comunidad Pu Lof en Cushamen.
No estaba en Chile como aventuraba Carrió (en ningún porcentaje), ni lo levantó un camionero o una pareja de viejitos para llevarlo a otro pueblo.Tampoco estaba en una localidad rodeada de gente parecida en Entre Ríos, ni estaba acuchillado por un puestero de Benetton, ni ninguna de las mentiras yburdas operaciones que funcionarios y periodistas oficialistas han tratado de instalar a lo largo de estos días.
La lucha popular que conmovió el país fue desbaratando cada una de estas maniobras hasta colocar a la propia Ministra contra las cuerdas, obligando a Macri a “borrarla” de la escena (ver más en nota de abajo).
Hoy más que nunca debemos redoblar la lucha por justicia por Santiago y seguir en la calle hasta castigar a los responsables de su asesinato. En ese sentido, ya existe una convocatoria unitaria de la familia Maldonado y de la totalidad delos organismos de DDHH para el próximo miércoles 1° a las 18hs. en la Plaza de Mayo y en las principales ciudades del país.
Fue gendarmería. El gobierno es responsable
Para calmar las aguas, apenas confirmada la muerte de Santiago,el juez Lleralsalió al cruce a declarar que el cuerpo no presentaba lesiones y que aparentemente la razón de su muerte fue por ahogamiento.
A partir de allí, luego de unos días de real incertidumbre, los funcionarios y operadoresque no pararon de mentir en estos días, tomaron aire y volvieron a la carga para instalar la idea de que no hubo una desaparición forzada e intentaron deslindar las responsabilidades de la gendarmería en el hecho.
Como dice la propia familia en el último comunicado: “La declaración no descarta que Santiago haya sido víctima de un accionar violento que desencadenó su muerte” y que ellos siguen pensando en la responsabilidad de esta institución.
No es para menos. Todavía hay muchos interrogantes que no fueron aclarados. Por ejemplo: ¿Cómo casi tres meses después y luego de tres rastrillajes en esa misma zona recién aparece el cuerpo de Santiago 300metros río arriba de donde se dio el operativo?
También queda claro lo que durante meses se negó incluso en boca de la propia Ministra de Seguridad: Santiago estaba en el lugar. Y es obvio que de ahogarse no fue por ir a bañarse sino producto de la represión desatada por la gendarmería por orden de Noceti y Bullrich (otro hecho que intentó taparse y salió a la luz) para defender las tierras de Benetton y Lewis, los terratenientes extranjeros que vienen adueñándose de media Patagonia con éste y los anteriores gobiernos. Y también es evidente el encubrimientodel gobierno de Macri y la justicia en todo este tiempo, que ya provocó el apartamiento del juez Otranto de la causa.
Fuera Bullrich y Comisión Investigadora Independiente
Por todo lo visto hasta el momento no podemos confiar en que esta Justicia, que fue parte de la orden de la represión y siempre defiende a los poderosos, sea realmente quien investigue lo que pasa. Tampoco se alcanzará la verdad sin apartar a los gendarmes que aún siguen operando en la zona y a los funcionarios como Noceti y Bullrich que han obstruido cualquier posibilidad de esclarecimiento por el hecho de que ellos fueron quienes dieron las órdenes aquel día. El falso “testigo E”, el supuesto mapuche arrepentido que cambiaría el rumbo de la investigación, es la muestra de que van a seguir mintiendo y encubriendo sin ningún tipo de escrúpulos.
Sólo una comisión integrada por la familia Maldonado, los peritos y los organismos de DDHH que se han mantenido en forma coherente en todo este tiempo podrá revelar lo que realmente sucedió con Santiago y así poder castigar a los responsables.