25 DE JULIO : DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER AFROLATINA, AMERICANA Y CARIBEÑA

Más que un día de conmemoraciones, esta fecha es para no olvidarnos nunca de la lucha de la mujer negra contra todo aquello que la oprime y la explota, y eso incluye la  lucha contra el racismo, la marginación  y la violencia que afectan a cada una de las mujeres negras . Como también su  lucha contra el capitalismo que usufructúa de todas las diferencias.

 

El sábado 25, la compañera Vera Lucía, dirigente del PSTU de Brasil, mujer, negra, obrera y luchadora de décadas, exponía la situación alarmante, en este contexto de pandemia, de la población negra en Brasil. Alertaba sobre el cruce entre la crisis económica, que ya venía, y esta crisis  sanitaria por el virus del Covid 19, en todo el mundo. Desenmascaraba que el sufrimiento mayor tiene cara de mujer negra en gran parte de América Latina y el Caribe. Describía como el capitalismo se vale de las diferencias entre los seres humanos, negros, en particular mujeres trabajadores negras, LGBT, inmigrantes, para intensificar la explotación y así  garantizar sus ganancias y dominación.

Para ellas, no sólo aumentó el desempleo, las muertes por el virus, la superexplotación y la criminalización en los barrios pobres, sino también la violencia. Datos anteriores a la pandemia estimaban que una de cada tres mujeres había sido víctima de violencia sexual. Brasil, ocupa hoy el quinto lugar en el mundo en el asesinato de mujeres. Creció un 22 %.  El mayor riesgo de ser  asesinada para una mujer, negra y pobre es en el seno familiar.

Opresión en la pandemia

 También son obligadas a salir a trabajar, ya sea en salud o en las fábricas, aunque estas últimas no sean esenciales, a riesgo de perder sus vidas. Padecen doble o triple jornada, además de su trabajo fuera de casa, ocupándose de los niños. Tienen jornadas extenuantes. Son las primeras en ser despedidas o que se les reduzca el salario. Las que están en home-office, deben hacer jornadas simultáneas, laboral junto con doméstica y cuidados, ya que sus hijos tienen clases on-line. Para las empleadas domésticas, un problema adicional, ya que a muchas que no fueron despedidas, se las obligó a quedarse en el hogar de sus patrones.

La ayuda social son 600 reales (poco más de 100 dólares); para conseguirla tienen que pasar por todo tipo de humillaciones. Ni hablar del hacinamiento, falta de agua y alimentos de la población negra.

Capitalismo y racismo

 Son dramas que tienen que ver con el capitalismo: Brasil, un país que legitimó la violencia racista durante siglos de esclavitud, negando cualquier aspecto de humanidad a negros y negras. Intentaron estigmatizar las diferentes formas de religión, afecto y sexualidad, reconocidas y permitidas en las antiguas sociedades africanas.

Esta lucha del 25 de Julio remite a las mujeres negras en la lucha contra el racismo y la opresión capitalista. Durante todo el período que las mujeres negras fueron esclavizadas lucharon contra el racismo y la esclavitud. Dice Vera:  “ No es verdad que nosotras pasamos 350 años en condición de esclavizadas sin luchar. El 25/7 también homenajeamos el quilombo (1) que existió y duró 20 años en Mato Grosso. Conseguimos que esa batalla fuese victoriosa después de 4 siglos. También es verdad que salimos de ella sin ninguna reparación histórica de la burguesía nacional o internacional que se valió de nuestra esclavitud para su surgimiento y desarrollo. Vamos a cobrar esa deuda y bien caro, ya que se valió de nuestra diferencia de color para  torturarnos y fusilarnos”… “Julio de las pretas  muestra que la mujer negra tiene una historia de sufrimiento pero también de mucha lucha.”

 

¿Qué hacer frente a una realidad como ésta?   

 Algunas compañeras con quienes luchamos codo a codo, ven ciertas gestiones gubernamentales femeninas, o de origen negro o de pueblos originarios, como una oportunidad para acabar con la opresión. No es una cuestión de representatividad. Por ejemplo, Brasil durante el gobierno de Dilma alcanzó el primer lugar en el asesinato de mujeres, en América Latina y el Caribe.

En momentos como este, de gran crisis con pandemia, el sistema capitalista profundiza los problemas económicos, políticos y sanitarios. Tanto los gobiernos “de derecha” como “progresistas” hoy aplican la misma receta. Aunque maquillen el aislamiento con algunas medidas insuficientes, los que sufrimos el desempleo, las violencias, los contagios y muertes somos las y los  trabajadores en el mundo.

La realidad revela, más que nunca, todas las mentiras, tales como que con el esfuerzo individual te podés empoderar y resolver los problemas. Entonces, debemos organizarnos, desde abajo, en los barrios y trabajos, unir todas las luchas, contra cada gobierno, lograr una fuerza que obligue a las centrales obreras, sindicatos y centros de estudiantes a hacerse cargo de nuestras necesidades. Tomar en nuestras manos la resolución de los problemas hasta destruir el estado capitalista que nos mata y construir un estado obrero y socialista, al servicio de toda la humanidad.

Pandemia y violencia policial

La gota que rebalsó el vaso, la insurrección negra en Minnesota, contra el asesinato de George Floyd en Estados Unidos y que luego se extendió a todos los demás estados y países del mundo, como vimos en Francia y África, fue una gran experiencia que muestra que nosotros podemos hacerlo. Unirse los jóvenes y mujeres blancas de la clase trabajadora en la primera línea para luchar contra la represión a los negros fue una gran lección.

África con nombres propios para vengar

 Una ola de indignación recorre varios países del continente negro, como Sudáfrica, Ghana, Nigeria y Kenia. Se juntaron frente a la Embajada de EEUU para gritar ¡Basta de racismo policial! ¡La gente negra no somos esclavos!

Allí también se multiplicaron las muertes durante el confinamiento por el Covid 19. Pero a ello se suman otros nombres propios, que recorren el continente africano, víctimas de la represión como George Floyd. En Sudáfrica, Collins Khosa, vendedor ambulante. En Nigeria la adolescente Tina Ezekwe de 16 años, símbolo de la decena de personas fallecidas por el excesivo uso de la fuerza policial. Hussein Mollo, un chico de 13 años asesinado en Kenia.

Todos comparten las pancartas con sed de justicia, el grito no es sólo por George y guardar silencio por el resto. Estrellas e intelectuales publicaron un manifiesto condenando los asesinatos y que llama a la Unión de la Comunidad de Raíces Africanas de todo el mundo a exigir justicia.