Ayer, 25 de marzo, cientos de personas se movilizaron por los barrios más chetos de Buenos Aires para decir que están contra el aborto legal. Una caravana de gente que dice defender la vida fue dirigida por la unión de la Iglesia Católica y las iglesias evangelistas, contando además con el apoyo de Bandera Vecinal, un partido neo fascista que tiene como dirigente a Alejandro Biondini.
En el resto del país hubo varias manifestaciones y todas, plantearon lemas similares. Todas se autodenominaron “Pro-vida” y tuvieron entre sus participantes a personajes muy dudosos en cuanto a las intenciones de estar a favor de la vida.
Quienes dirigieron estas manifestaciones, tienen intereses económicos detrás del aborto clandestino, así que en nombre de la vida y la moral, marchan para que siga en esa condición, fuera de la ley y con grandes ganancias para ellos. Es impresionante el mercado negro detrás de los abortos clandestinos, tanto de las clínicas, los médicos como así también por parte de los grandes laboratorios, que cobran fortunas para vender el Misoprostol que permite un aborto sin cirugía.
Es de un cinismo sin igual, armar una maqueta gigante de un feto o escribir una poesía “para mamá”, mientras las iglesias que convocaron eso encubren a curas y pastores pedófilos o impiden permanentemente la introducción de la educación sexual en nuestras escuelas. El Senador que ahora tiene dotes de poeta es parte de un gobierno que no entrega anticonceptivos gratuitos, no garantiza que los violadores vayan presos y por si fuera poco defiende la doctrina Chocobar, es decir que para Esteban Bulrich practicar un aborto legal es un asesinato, pero el tiro en la nuca que recibió Facundo con 12 años de edad en Tucumán, es cumplimiento del deber de la policía ¡cuánta hipocresía!
Como si no faltara para hipocresía, la convocatoria la realizó Mariana Rodríguez Varela, más conocida como “la loca de los bebitos”, esta mujer que dice defender la vida, que recorre las escuelas privadas para que los chicos se pronuncien contra el aborto, es la hija del abogado de Rafael Videla, justamente en la causa por apropiación de bebés. Es cierto que los lazos familiares no son obligatoriamente una conexión ideológica, pero Mariana lejos de rechazar el pasado de su padre y denunciarlo, como muy valientemente hizo la hija de Etchecolatz, reivindica esos crímenes y no tuvo pudor en caminar ayer junto a la referente de la defensa del terrorismo de estado, Cecilia Pando. Párrafo aparte merece el repudiable Luis Velázquez, ex legislador en Tierra del Fuego, que se movilizó en esa provincia a favor de la vida y está condenado por matar a un bebé de 7 meses porque ¡lloraba mucho!
No en nuestro nombre
Muchas compañeras y compañeros pueden tener dudas sobre el aborto legal, incluso estar en contra, por eso es necesario que haya jornadas y podamos discutir e informarnos en nuestros laburos, en las universidades, en las escuelas y clubes de nuestros barrios. Necesitamos hablar con claridad entre los que somos parte de la clase social que muere, se lastima o va presa por abortar. El aborto es una realidad, en este país y en el mundo, las mujeres pobres no pueden pagarlo y son las que mueren, las hijas o las mismas señoras que marcharon ayer, pueden pagar hipócritamente la mejor atención en las clínicas privadas.
La dirección de estas movilizaciones, no está a favor de la vida sino a favor del aborto clandestino, las trabajadoras, estudiantes y mujeres pobres necesitamos debatir la necesidad del aborto legal en condiciones seguras y de manera gratuita en el hospital público. Podemos debatir entre nosotras, quizá tengamos que sacar todas las conclusiones y romper con algunos prejuicios, pero debemos hacerlo en nuestros trabajos, facultades y sindicatos. Sin la dirección ni influencia de estos sectores que en nombre de la vida, seguirán condenando a la muerte a las trabajadoras.