$26.000 millones

El gremio de los camioneros impulsó una movilización ante el anuncio del gobierno de una medida por la que los bancos dejarían de enviar sus liquidaciones impresas a los clientes por correo. Pero mientras tanto, el jefe del sindicato y de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, se reunía en secreto con Macri en la quinta de Olivos para clavarle un puñal por la espalda a todos los trabajadores argentinos.
Al igual que los jefes de las demás centrales sindicales, Caló, Barrionuevo, Yasky, Micheli y compañía, Moyano –que ya desde la campaña electoral venía mostrando su apoyo a Macri- se hace el distraído con las decenas de miles de despidos que ya estamos sufriendo en todo el país. A eso le agregó ahora un acuerdo secreto con Macri para postergar las paritarias y aceptar el techo del 20 o el 25% en dos cuotas en la negociación salarial.
En una reunión realizada en la quinta de Olivos a fines de enero, de la que informó el diario Ámbito Financiero el 4 de febrero, Macri le ofreció a Moyano subir el piso a partir del cual se paga impuesto a las ganancias a $ 30.000 y aumentar las asignaciones familiares. Estos son medidas que beneficiarían a los trabajadores de más altos sueldos y a los de salarios más bajos. En cambio la mayor cantidad de trabajadores que quedan en el medio de esas dos franjas tendrían que arreglarse con un aumento del 15% en abril y un 10 % seis meses más tarde.
Con esto Macri lograría su objetivo de que no se tome en cuenta la enorme suba de los precios, especialmente a partir de noviembre de 2015. Y que en cambio se tome como base para las paritarias lo que el gobierno dice que será la inflación de 2016 (20 o 25%).
Según Ámbito Financiero: “El plan cuenta con un aval mayoritario en el sindicalismo peronista: además de Moyano y los gremios del transporte, lo ven con agrado los ‘gordos’ de los grandes gremios de servicios y los ‘independientes’ de la CGT de Antonio Caló”.

¿Por qué están los dirigentes sindicales dispuestos a cometer semejante traición contra los trabajadores? La razón está en la oferta que hizo Macri de entregar a las obras sociales de los principales gremios, incluyendo metalúrgicos, camioneros, UTA, comercio, sanidad, construcción, etc., nada menos que la fortuna de $ 26.000 millones acumulada en el llamado Fondo Solidario de Redistribución (donde se guarda parte del dinero de los aportes de los trabajadores a las obras sociales).

El trato es claro. A cambio de que el macrismo pueda imponer su brutal plan de ajuste –con entrega a los buitres, despidos, rebaja salarial y destrucción de conquistas obreras y populares- sin una acción unificada de los principales gremios, los caciques sindicales podrán robar enormes sumas y dejar que se sigan derrumbando las obras sociales.
¿Tanto vale la traición de los dirigentes sindicales?, se puede preguntar cualquier compañero. Esto se entiende si se lo compara con las enormes cifras que ganan los banqueros y empresarios con el saqueo al país y al pueblo argentino que pueden llevar a cabo, gracias al freno de los caciques gremiales a las luchas obreras. Por ejemplo, el gobierno de Macri acaba de prometerle 6500 millones de dólares a los buitres de la deuda externa en Nueva York. ¿De dónde sale esa plata? De las decenas de miles de despedidos y la rebaja salarial masiva que impone el gobierno macrista gracias a la traición de los líderes sindicales.
Junto con la denuncia de esta nueva traición de las conducciones gremiales, debemos combatirla, exigiendo la inmediata apertura de paritarias sin techo, con un salario mínimo para todos los trabajadores que cubra el costo de la canastas familiar, la inmediata prohibición de despidos y suspensiones y la reincorporación y pase a planta de todos los despedidos del estado y las empresas privadas.

Nota complementaria:

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