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35° ENCUENTRO DE MUJERES: ¿POR QUÉ HAY DOS CONVOCATORIAS?

Entre el 8 y el 10 de octubre tendrá lugar el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, No binaries e Intersexuales San Luis 2022. Paralelamente, desde el 19 al 21 de noviembre se llama al Encuentro Nacional de Mujeres, en la misma provincia. Dos Encuentros: ¿qué refleja esa ruptura? 

Hace unos meses trascendió la separación entre un sector de la Comisión Organizadora del Encuentro, conducido por el Partido Comunista Revolucionario (PCR), su Corriente Clasista Combativa (CCC) y varios grupos del ámbito del Frente de Todos (FdT), y el resto de las organizaciones que preparaban el Encuentro Nacional de Mujeres. Este es un evento masivo y único en el mundo que se reúne desde 1986 y que en La Plata (último Encuentro presencial antes de la pandemia), se autodefinió por voluntad mayoritaria como “Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, No binaries e Intersexuales”.

La fragmentación tiene que ver con el ascenso en la lucha de las mujeres y disidencias, que erosionó la anterior hegemonía y control del PCR en los Encuentros. También se relaciona con la crisis política de la alianza gobernante y las múltiples disputas en su interior, que se concreta en este caso, en que una parte del FdT concurrirá a San Luis en octubre y otra, lo hará en noviembre.

Sabemos que muchas compañeras, activistas por los derechos femeninos y de les LGBT están preocupadas por la división. Hay mucha historia y aprendizajes vinculados con el Encuentro. Fue referencia para el desarrollo de multitudinarias peleas como las movilizaciones por “Ni Una Menos” y el aborto legal.

El PCR y los grupos adherentes al FdT que irán a San Luis en noviembre se reclaman herederos exclusivos de ese legado. Sostienen para justificar que “(…) hay un debate en relación al rol de las mujeres y se está corriendo de escena (…) la lucha LGBTI que apoyamos es específica, han avanzado mucho, pero tienen sus propias reivindicaciones, muchas pensamos que deberían hacer su propio encuentro y esto sin ánimo de romper nada (…)”1 Encubren así la verdadera razón: sus nexos con las Iglesias Católica y Evangélicas, férreas opositoras de los derechos sexuales y reproductivos. 

Por un Encuentro antiburocrático

Para nosotres, PSTU y Lucha Mujer, la herencia de lucha está en manos de los miles de mujeres y disidencias, principalmente jóvenes, que se lanzaron con entusiasmo a la pelea y a las calles en los últimos años. Su irrupción es lo que permitió empezar a superar el chaleco burocrático que implicaba la dirección del PCR en los Encuentros: propusieron otros talleres, haciéndose cargo de la coordinación, no acataron los recorridos de las marchas impuestos por el PCR (según sus acuerdos políticos y con la Iglesia), comenzaron a oír a la izquierda trotskista. De este modo, las marchas comenzaron a bifurcarse para protestar frente a las gobernaciones y a las catedrales locales, contra la voluntad del PCR. 

Nos parece que eso es muy progresivo. Por eso nos inclinamos por el Encuentro Plurinacional. Otra cuestión importante es que este sector propone sumar con fuerza a grupos sociales super explotados y oprimidos, como las disidencias y las naciones y pueblos originarios.

Para nosotres, desde el socialismo revolucionario, será una pelea dentro del Encuentro Plurinacional, colocar en el centro del debate los problemas de las mujeres y disidencias de la clase trabajadora y sectores populares, oprimidas doblemente y explotadas. 

También significará un desafío compartir espacio con miles de compañeras, con quienes hemos luchado codo a codo, pero que responden al Gobierno del FdT o a conducciones amigas, por ejemplo, la Corriente Federal de la CGT, ambas CTAs, o la colectiva Ni Una Menos. Desafío que se redobla por la renovada relevancia que adquirió la figura de su líder, Cristina Fernández, a partir del atentado a su vida.

Porque el ajuste que aplica “su” Gobierno, producto del acuerdo con el FMI, bajo la dirección de Alberto y Cristina, y al que sus referentes sindicales y/o de la dirección del movimiento de mujeres han dejado pasar sin lucha, es generador de todo tipo de violencia contra las jóvenes, las mujeres de los barrios populares, obreras, maestras, trabajadoras de la salud y contra las diversidades sexuales. 

El Encuentro Plurinacional puede ser una vía para encarar esa discusión, porque necesitamos llevarla urgente a cada lugar de trabajo y estudio, a cada barrio. Necesitamos buscar puntos de coincidencia, alrededor de los que nos autoorganicemos para pelear mucho y en unidad, con el fin de superar la inmovilidad de la mayoría de las direcciones actuales y derrotar el pacto antiobrero con el FMI. 

1 Laura Belmonte, Campaña de la Emergencia en Violencia, Amas de Casa del País y PCR, La Capital, 11/04/2022

Nota 2

PARTICIPAR: ¿CON QUÉ OBJETIVOS?

En octubre las calles de San Luis Capital se colmarán con les participantes del Encuentro Plurinacional, el primero luego de la pandemia y de la aprobación del aborto legal.

En esa provincia hace años se alternan en el gobierno los hermanos Rodríguez Saá, de raigambre peronista. Entre los ’80 y ´90 una política llamada de “promoción industrial” permitió la radicación de empresas, gracias a la ventaja de grandes beneficios impositivos. Eso generó una concentración de población y de crecimiento económico en los estados centrales y extremó la pobreza en los restantes, junto con mayor desocupación y subocupación. 

Tales penurias no se resuelven hasta hoy. Mujeres, disidencias e integrantes de las comunidades originarias, como grupos de huarpes, ranqueles o comechingones, están entre les más castigades. Es una refracción de la crisis y los ajustes que sufrimos en todo el país, en Latinoamérica y en el mundo.

Ante la proximidad del Encuentro siempre se reanima la polémica, sobre todo entre organizaciones revolucionarias, de cuál es nuestro propósito al participar. 

Los Encuentros son eventos en los que, durante tres días, mujeres y disidencias, se liberan de las tareas domésticas y de todo yugo. Se dedican a discutir distintos temas sociales y políticos, se contactan con les luchadores de otras provincias, ciudades, etc. Y eso es muy bueno. 

Pero el aspecto contradictorio es que no se diferencian las necesidades de las mujeres trabajadoras y las de sus patronas: “son todas mujeres”. Los problemas de la mujer y disidencias pobres se tratan como problemas de género y no de la clase trabajadora. Aunque participan dirigentes sindicales y estudiantiles, no sale ninguna propuesta para llevar a los lugares de trabajo, de estudio ni para comprometer a los sindicatos y centrales obreras, o a los centros de estudiantes, a que tomen nuestras reivindicaciones, a que peleen por la aplicación y ampliación de las leyes existentes. Por ejemplo, la de Violencia, la del Derecho al Aborto, la de Cupo Laboral Trans, la Educación Sexual Integral (ESI), a que tomen en sus manos la educación no sexista de los varones que son nuestros compañeros de trabajo o estudio, a que organicen la autodefensa ante la violencia machista. 

Por eso nosotres no vamos a pelear la dirección de los Encuentros ni a cambiarles el contenido, como hacen otras organizaciones de izquierda. Tomemos por caso, una Declaración del FIT-U que exige sean “(…) masivos, verdaderamente democráticos, amplios, participativos e independientes políticamente de los gobiernos de turno y las iglesias, basados en la soberanía de los talleres, que sirvan para potenciar la organización de las mujeres y diversidades (…)”1, lo que apuntaría a que los Encuentros sustituyan a las organizaciones propias de nuestra clase trabajadora. 

A nosotres nos interesa participar para acercar el programa y política revolucionarios a esos miles de activistas, mujeres y disidencias, que van abiertos a escuchar, en los talleres, en las marchas, en las distintas actividades. Nos interesa decirles que este Gobierno, a pesar de su Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades, mucho menos el anterior, no dará respuesta a los reclamos de igualdad salarial, jardines maternales para nuestres niñes, ampliación y aplicación efectiva del derecho al aborto legal y gratuito, frenar los femicidios y abusos, desmantelar las redes de trata. Porque son gobiernos que defienden el capitalismo, un sistema que, por definición, soluciona sus crisis sacrificando a muches, para que una minoría nade en la abundancia.

También queremos plantearles, a diferencia de la mayoría de los feminismos, que no lograremos salir adelante si vamos separades de nuestros hermanos de clase, que es preciso pelear nuestras reivindicaciones con el conjunto de les trabajadores. Y que juntes tenemos que luchar por una Segunda y Definitiva Independencia, con la clase obrera al frente, para terminar con estos planes de ajuste que se dictan desde el FMI y los demás buitres y construir una sociedad socialista.

1Declaración de Mujeres y Disidencias del Frente de Izquierda Unidad ante el 35 Encuentro Plurinacional, 26/05/2022