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39 años, una misma lucha

“La pelea por una sociedad más justa en la que todos tengan dignidad y trabajo sigue absolutamente vigente. Y si seguir pidiendo justicia es un idealismo sigo siendo idealista” relata Emilce Moler, una de las sobrevivientes de La Noche de los Lápices, secuestrada y torturada a los 16 años.
Desaparecidos, negados, ocultados, deshumanizados, torturados, violados, destruídos, denigrados, descartados. La dictadura militar, responsable por más de 30.000 desapariciones y cientos de asesinatos, descargó la noche del 16 de Septiembre, hace 39 años, toda la fuerza repugnante, inmensa y brutal con la que contaba sobre un grupo de estudiantes secundarios de 16 y 17 años. Chicas y chicos. Arrancados de sus casas para nunca mas volver. Pibes que habían decidido hacer algo para cambiar las cosas y dar la pelea por un mundo mejor. Hoy, seguimos escribiendo la historia donde ellos dejaron.

Ni olvido ni perdón, ni ayer ni hoy.

El discurso oficial impulsado por Néstor y Cristina, embanderado en la defensa de los derechos humanos, oculta el perdón solapado del poder político y de la justicia a miles de militares y policías acusados de haber participado en la dictadura. Hoy de los seis años y medio que duró la dictadura hay solo 529 condenados, de los cuales hay un 40% de detenidos en su propia casa. Solo 108 condenas son firmes y además hay 45 prófugos y miles de acusados sin ningún proceso.
Las banderas que quiso aplastar la dictadura, la pelea por los derechos laborales y sindicales, contra el imperialismo y en defensa de la educación y la salud públicas, contra la represión y por los derechos democráticos están más vigentes que nunca.
Alcanza con ver cómo, en un gobierno democrático, se busca naturalizar la represión a los que luchan como los choferes de la 60 o los aceiteros. Los propios secundarios de la Capital que protagonizaron una fuerte lucha durante más de un mes contra la precarización de la educación y la aplicación de la NES por el gobierno de Macri, tuvieron que enfrentar la entrada de la policía a sus colegios. Basta ver como fue reprimida una plaza repleta de gente manifestando contra un escandaloso fraude en Tucumán hace pocos días, para darse cuenta de que el discurso del gobierno hace agua.
Somos los trabajadores y el pueblo los que ponemos a los Mariano Ferreyra, a los Julio López, a los Luciano Arruga. Somos nosotros los que ponemos a los casi 4000 procesados por luchar y son los gobiernos y los poderosos los que ponen las balas, las burocracias y las mafias que los matan y desaparecen, también hoy, en democracia.

Seguimos escribiendo

Es por eso que en un país que reconoce oficialmente que el trabajo en negro es del 40%, donde hay millones bajo la línea de pobreza y perdemos pibes en Chaco por desnutrición, la pelea para terminar con la desigualdad y la explotación está mas vigente que nunca. Cada piba que muere por no tener acceso a un aborto legal, seguro y gratuito, cada pibe que deja la escuela o queda afuera de la universidad es un golpe a nuestro futuro.
En los lugares de trabajo, a lo largo y ancho del país en los colegios secundarios y los barrios, somos muchos los que no queremos seguir así, los que no le creemos nada a los candidatos patronales. Por eso tenemos que organizarnos, dar un paso, no quedarnos callados, marchar, agitar y plantarnos.
Los más jóvenes peleamos por nuestro presente pero también por nuestro futuro. Es por eso que la juventud es una piedra en el camino del ajuste, el saqueo y la represión que nos quiere tirar encima el gobierno y la oposición. Por eso seguimos siendo peligrosos. Y es por eso que hoy, a pesar de la noche, los lápices siguen escribiendo.

http://www.desaparecidos.org/arg/conadep/nuncamas/nuncamas.html
http://www.me.gov.ar/monitor/nro14/entrevista.htm
http://www.diarioregistrado.com/sociedad/115112-ya-son-563-los-condenados-por-crimenes-de-lesa-humanidad-en-argentina.html