8M: A LAS CALLES POR NI UNA MENOS

Se acerca otro día internacional de la mujer trabajadora donde el movimiento de mujeres y la clase en su conjunto deben poner en el orden del día sus reivindicaciones. Por planes de vacunación para todas y todos, salarios y jubilaciones iguales a la canasta familiar y el fin de la violencia machista.

Estamos a más de un año de la asunción de Alberto Fernández como presidente del país. Su llegada estuvo signada por promesas electorales y de función, de poner fin a la violencia hacia las mujeres, legalizar el aborto y recientemente «tirar abajo al patriarcado».

Sin embargo, a pesar de la creación de ministerios, planes y anuncios, la situación para las mujeres trabajadoras y pobres es realmente alarmante.

La desocupación, que en la pandemia se profundizó, se suma a una serie de violencias e injusticias para este sector de la clase. La brecha salarial, la doble jornada (afuera y adentro del hogar), la crisis habitacional, son moneda corriente.

A esto se suma que nos asesinan de a una cada 29 horas. En lo que va de 2021 tenemos un récord en la cantidad de femicidios donde el Estado es el mayor responsable y el caso de Úrsula lo dejó en claro: todos los mecanismos institucionales fallaron.

Ante un Estado que no brinda posibilidades, ante un Gobierno con medidas completamente insuficientes, debemos recuperar los métodos que nos hicieron conquistar el aborto legal y poner en voz de todas y todos que paren de matarnos.

El próximo 8 de marzo, desde cada barrio, escuela, lugar de trabajo, sindicato, centro de estudiantes, debemos organizarnos para salir a la calle.

Debemos exigirles a las centrales sindicales que se pronuncien como ya lo hizo ATE en Entre Ríos y otras provincias. La colectiva Ni Una Menos, la Campaña por el Derecho al Aborto deben estar a la cabeza movilizando. Es una vergüenza que hasta el momento no hayan convocado asambleas para organizar un paro internacional, como lo hicieron años anteriores.

Es urgente que se declare la emergencia ya contra la violencia machista y se destine una medida presupuestaria acorde para brindar atención integral, casas de refugio y trabajo digno para las mujeres en situación de violencia y sus familias.