No se aguanta más. Despidos, tarifazos, inflación, palos y represión para los trabajadores. Cada día estamos peor y Macri volvió a decir que este es el único camino. A pedir del FMI, negocia con los gobernadores, los capos sindicales y el PJ (incluyendo al kirchnerismo) un presupuesto de ajuste brutal para el año que viene. No hay otra salida. Son ellos o nosotros. Debemos transformar las jornadas del 24 y 25 como el inicio del plan de lucha que necesitamos hasta echar a patadas a estos sinvergüenzas.
Un gobierno acorralado por la crisis económica y política
Este gobierno se encuentra cada vez más cuestionada no solo por los trabajadores y el pueblo, sino por los propios “mercados” a quienes representa, se enfrenta las próximas semanas con una oleada de luchas obreras y populares que serán decisivas para definir lo que viene.
El paro del próximo 25 –anticipado por acciones que de hecho lo adelantarán a partir del 24- se dará en medio de un huracán de luchas y repudio al gobierno. Las jornadas del 12 y 13, los reclamos populares contra las tarifas y la inflación que crecen, los primeros saqueos que ya sucedieron contra el hambre, y la convocatoria a movilizaciones para enfrentar al proyecto del presupuesto acordado con el FMI, amenazan la “paz social” que Macri intenta presentar para lograr el favor del Fondo.
Más allá de los cambios ministeriales, no logran superar el colapso económico. Ahora, se junta la estampida del dólar a $40 y los problemas financieros del país, con las consecuencias de ese colapso en la economía popular. La inflación estalló (se estima que será entre el 45 o 50% anual), los despidos no paran, los tarifazos continúan.
Macri, para atacar el déficit, se vio obligado a poner un miserable impuesto a las exportaciones. El presidente de la Sociedad Rural manifestó que se siente “traicionado” por el gobierno, el mismo que ha gobernado para ellos. Las disputas entre los distintos sectores patronales, que se sacan las tripas unos a otros ante la crisis, es cada vez mayor.
La crisis económica se alimenta con la crisis política que corroe a todo el régimen. La alianza de gobierno es un nido de víboras, mientras la oposición se debate entre la complicidad absoluta y la cloaca de los cuadernos, que sigue supurando. Las encuestas muestran una baja de Macri y su “equipo”, pero también de las distintas variantes peronistas, incluyendo a Cristina. La falsa “grieta” fabricada para que sigamos en el “River y Boca” cede a la verdadera: la que enfrenta a la clase obrera y sus necesidades contra toda la patronal, el imperialismo y sus diferentes variantes políticas.
No hay nada que esperar. Macri y el FMI se tienen que ir Ya
No podemos esperar hasta el 2019 como dijo el dirigente kirchnerista Axel Kiciloff y el conjunto de los opositores peronistas y dirigentes sindicales. No es cierto lo que dicen los dirigentes peronistas de que hay que esperar a las elecciones para sacarlo porque si se va antes la cosa será peor para los trabajadores. Se nota que ellos viven como reyes y no padecen el hambre y el ajuste como nuestras familias. Y no es verdad que fue por eso que pasamos lo que pasamos en el 2001. Por el contrario, llegamos a este punto por aplicar los planes del FMI y de los empresarios que estos mismos partidos políticos y dirigentes sostenían. Fue solo a partir de echar a patadas a De la Rúa y al FMI que logramos empezar a levantar cabeza, cortando la estafa de la deuda y volcando algunos recursos para los más necesitados. Basta de tibios y traidores. Cada día que pase con este gobierno se pagará con más entrega para los bancos y las multinacionales y más palos contra los laburantes. Solo basta ver que pasó con los pibes asesinados por pedir comida en el Chaco, la maestra secuestrada y torturada en Moreno, o la detención de nuestro compañero Daniel Ruiz por manifestarse contra el robo a los jubilados en diciembre pasado. No hay que dejarse engañar. En esta democracia para ricos no hay salida favorable para los de abajo. Por eso debemos pelear por otro Argentinazo para que se vaya Macri y se vayan todos los que lo sostienen.
Por el camino de Astilleros Río Santiago y el paro regional de Rosario
Por eso no podemos permitir que este 25 los traidores del triunvirato de la CGT hagan lo de siempre: un paro dominguero, sin continuidad, para volver a la tregua y sentarse a dejar correr el acuerdo de Macri con el Fondo esperando las elecciones 2019.
Los sindicatos de Moyano, la Corriente Federal de Palazzo, la CTera y los estudiantes, las CTAs, los movimientos sociales y las organizaciones que componen el 21F que dicen oponerse al ajuste deben abandonar su plan de sostener al gobierno hasta el 2019 y organizar un plan de lucha en serio para derrotar ahora a Macri y el FMI. No son salida los encuentros para preparar el retorno del PJ en las elecciones del año que viene. Ellos son responsables este desastre.
Hay que profundizar el camino del plenario y las acciones en apoyo a la lucha del astillero Río Santiago, que inclusive avanzaron en la toma de las instalaciones, con rehenes el día de hoy, el paro y la coordinación del 4 de septiembre en Rosario, la unidad obrero estudiantil alcanzada en Córdoba.
Hay que impulsar y exigir asambleas en todos lugares para garantizar el paro del 24 y 25, con piquetes y medidas de acción directa en los puertos, bancos yacimientos y parques industriales para obligar a la CGT y CTA a dar continuidad. Debemos organizar cada lugar de trabajo formando comités de lucha y apoyar a los que están luchando, organizando la autodefensa obrera y popular contra la represión.
Si queremos derrotar el ajuste debemos convocar un congreso o Asamblea nacional obrera y popular con mandatos de base que organice un plan de lucha para echar a patadas a este gobierno hambreador, romper con el FMI y el G20, dejar de pagar la deuda a los especuladores, y tomar las riendas del país.
El sindicalismo ligado a la izquierda debe salir de su parálisis y sus especulaciones electorales para impulsar estas medidas
Todos los que no queremos ni podemos esperar al 2019, que necesitamos hoy mismo impulsar la lucha y la búsqueda de una nueva dirección sindical y política, estamos ante un gran desafío. Lograr un paro nacional con cortes y piquetes es el primer paso. Desde el PSTU ponemos todo nuestro empeño en lograrlo y te invitamos a intentarlo juntos.