El viernes 19 de Octubre se cumplieron dos años del primer paro de mujeres en Argentina, ese día de 2016 bajo la lluvia y vestidas de negro reclamamos justicia por Lucía que había sido brutalmente asesinada, en 2018 nos enteramos que Sheila de apenas 10 años también era asesinada.
Los femicidios no se frenaron, sino que aumentan cada vez más. Las niñas y mujeres jóvenes de los barrios más humildes son las más expuestas, niñas como Sheila que no tuvo oportunidad de pedir ayuda son víctimas sin voz.
El asesinato de Sheila es parte de un tétrico entramado de pedofilia y crímenes que envuelve a un barrio muy pobre de San Miguel, los medios de comunicación empezaron a callar sobre el tema ya que podía destaparse una olla muy sucia que vincula a punteros, policías y narcos. Entonces, como hay mucho en juego y Sheila es “una pobre menos” la justicia no indagará nada y la impunidad caerá nuevamente sobre otro caso de femicidio.
Pero no nos rendimos, como dijimos ese mismo 19 de octubre, lucharemos por Sheila y por todas las que nos arrancaron. Por las que estamos y por las que vendrán. Luchamos contra este sistema que encubre, nos asesina y nos convierte en «una más que aparece muerta» como por arte de magia. En ningún momento se habla del machismo, de lo feroz que es este sistema con cada uno de nosotros. Nos duele Sheila, nos duele cada piba que nos arrebatan como si fuesen dueños de nuestras vidas, de nuestros cuerpos. ¡Que el dolor y bronca, se transforme en lucha!