Desde el día 14 de enero hay 13 despedidos en la fábrica de vidrios Pilkington de Munro. Hace tiempo ya que la patronal viene tomando medidas de ajuste: retiros voluntarios, cambios de turnos y achicamiento de los mismos. Pero en Pilkington no hay ninguna crisis, de hecho, todos los compañeros que siguen trabajando están haciendo horas extra y llenándole los depósitos a la patronal con parabrisas que serán entregados a la automotriz Toyota. Intenta sacarse de encima a muchos compañeros que han venido encabezando la pelea contra ese ajuste dentro de la fábrica y los depósitos, muchos de ellos fueron candidatos a delegados o incluso, parte de la anterior Comisión Interna, y así poder meter la Reforma Laboral que el gobierno de Macri necesita. Si aun no pudieron imponernos esta reforma es porque los/as trabajadores/as salimos a la calle en diciembre y pusimos el cuerpo para frenarla. Pero ahora, redoblan la apuesta y van por el camino de querer doblegarnos fábrica por fábrica.
Como siempre, las patronales intentan descargar el peso de los ajustes sobre las espaldas de los trabajadores y sus familias. El gobierno de Macri, al servicio de los requerimientos del FMI y de las multinacionales, nos mete tarifazos, suspensiones, despidos, y la CGT y los sindicatos, esconden la cabeza para no salir a pelear, haciéndole el juego al gobierno y poniéndose en plena carrera electoral. ¡Pero los trabajadores y los sectores populares no pueden esperar hasta octubre, la pelea es hoy! Por eso, hay cientos de conflictos en fábricas, en los barrios, ya sea contra los despidos o los tarifazos, y porque el hambre empieza a pegar duro en los sectores populares.
PEGARLE DONDE MÁS LE DUELE…
Por eso, sin ninguna demora, la mayoría de los despedidos se organizaron y decidieron dar la pelea por su reincorporación. Allí fueron sus compañeras de vida también a organizar la Comisión de Mujeres, que en sí misma es una gran conquista de la lucha. La pelea se da en las calles y juntos, así pelean los trabajadores contra la patronal y el ajuste del Gobierno de Macri.
Desde el primer día en que tenían que volver a sus puestos de trabajo, fue una pelea unificar la lucha de los despedidos con los compañeros de adentro. Una enorme solidaridad y bronca se sintió esos días, y se paró la fábrica, haciendo asambleas por turnos en la puerta, y nadie entró a trabajar. Igual que el lunes 4 de febrero en ADC (depósito desde donde salen los camiones hacia Toyota), la unidad de todos los compañeros se hizo sentir y otro triunfo fue el paro total del depósito. Los mismos delegados de ADC tuvieron que salir y ponerse al frente de la acción, porque sintieron la presión de los compañeros que querían parar, no solo por la reincorporación de los 13, sino porque saben que también van por los que aun tienen trabajo.
LA UNIDAD NOS HACE FUERTES. ¡SE PUEDE GANAR!!
En este camino, hay que seguir exigiendo a los delegados que hagan asambleas en todos los turnos, ya sea en planta y depósitos, para seguir parándole la producción a la patronal hasta que les duela y reincorporar a los despedidos. El SOIVA, Sindicato del Vidrio, y su dirigente Valdez debe dejar de mirar para otro lado, posando de combativo junto a Moyano para la campaña electoral, y ponerse al frente de la lucha contra todos los despidos, convocando a plenarios de delegados del gremio para frenar los ataques y lograr la reincorporación de los despedidos. La necesidad de derrotar a Macri y a las patronales es urgente, los trabajadores y el pueblo pobre no podemos esperar más. Si los dirigentes sindicales no quieren pelear por nosotros, entonces que se vayan.
Mas importante aún, necesitamos fortalecer la unidad de los compañeros despedidos con los que aún están en la fábrica. Así como se logró en ADC, fue la presión de adentro la que hizo salir a los delegados y parar la fábrica ese día. Es necesario seguir por ese camino y darle una clara perspectiva al conflicto, igual a como se dio la pelea en el 2009: todos peleando juntos para ganar. Y se logró un triunfazo que hoy todos recuerdan.
En el mismo sentido, toda acción de solidaridad y visibilización es muy importante y necesaria. Los actos que se han hecho en la puerta de la fábrica o mismo la acción del jueves 14 de febrero del Sindicalismo Combativo demuestran que es más necesaria que nunca la unidad de todas las luchas para ganar. Así como también el fondo de lucha para las familias de los trabajadores despedidos, y que no sea el hambre y las boletas lo que los doblegue. Es posible ganar, desde adentro y desde afuera, todos juntos. Porque en Pilkington no sobra nadie, ni en ninguna fabrica, no podemos dejar pasar ni un despido más.