El jueves pasado la Cámara de Diputados votó la prórroga del decreto de Emergencia Alimentaria Nacional promulgada por Eduardo Duhalde en 2002, extendiéndola hasta diciembre del 2022. Esto significaría el incremento como mínimo del 50% del presupuesto correspondiente a políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición. Cambiemos y el Frente de Todos votaron de manera unánime esta ley, que tienen como objetivo es sacar a los movimientos sociales de las calles y llegar a diciembre para hacer una transición ordenada. Pero esta ley está lejos de solucionar el hambre del pueblo. A su vez, el gobierno nacional hoy ya no cumple con las partidas correspondientes, por lo cual no hay ninguna garantía de que esta ley vaya a cumplirse. Este proyecto fue presentado por el bloque del Frente deTodos, que va en sintonía con las declaraciones del candidato presidencial Alberto Fernández, donde llama a no tomar las calles y hacer una transición de gobierno de manera pacífica. Lo que es inaceptable es la posición de parte de la izquierda, que acompañaron con el voto positivo de Nicolás Del Caño (PTS) y Romina Del Plá (PO) al resto de los partidos patronales. La única excepción fue la diputada Mónica Schlotthauer (IS) que se abstuvo en la votación denunciando correctamente el carácter de esta ley. Resulta lamentable que diputados que dicen revolucionarios hayan caído en esta trampa. Más allá del discurso, de hecho se sumaron a esta maniobra electoral del Frente de Todos que reparte migajas e intenta desviar las luchas al terreno parlamentaio Un diputado de izquierda no deberia confiar en este circo. Tiene que aprovechar el debate para desenmascarar esta cueva de bandidos, señalando que nada bueno puede salir de allí. En este caso deberían haber presentado un proyecto opuesto,un Programa Obrero y Popular para terminar con el hambre.Y a partir de ahí, aprovechar la tribuna para impulsar un paro general y ganar calles hasta que se vaya este gobierno, que es responsable de llevar a la miseria a millones de trabajadores. Ninguna ley nos va a garantizar nuestro derecho a comer. La única salida es dejar de pagar al FMI y a los especuladores que vacían nuestros salarios y nos niegan un plato de comida en nuestros hogares.
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