Desde que fueron introducidas por el menemismo en los ’90, las ART solo han servido para “ordenar” las formas en que las patronales destruyen la salud de los trabajadores, embolsando unos buenos billetes en el medio, y la pandemia causada por el coronavirus no iba a ser la excepción a esta clase de manejos garantizados por el gobierno de turno. Es necesario ponerle fin a este sistema de abandono permanente de los trabajadores ante la falta de escrúpulos de la patronal.
A mediados de mes, se hizo público el decreto 367/20, que consagraba al SARS CoV-2 como “enfermedad profesional” para quienes realizan labores consideradas “esenciales” y por ende excluidas de la cuarentena, y señalaba que las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo no podrían rechazar la cobertura. De ese modo, el Gobierno parecía tomar una medida que corregía casi un mes de silencio oficial respecto de las responsabilidades médicas y monetarias de las patronales y aseguradoras para con los trabajadores.
Pero la realidad es que este decreto no modifica en nada los procedimientos de las ART, además de obligar al trabajador a demostrar, en caso de contraer la enfermedad, que el contagio se debió a motivos relacionados con el trabajo; para que luego su caso sea sometido al examen de las Comisiones Médicas (formadas por médicos afines a las ARTs), a las que el mismo DNU les reconoce la facultad de juzgar si el contagio debe o no ser considerado “enfermedad profesional”. En resumen, no cambió nada: los trabajadores seguimos sometidos al negociado nefasto de las ART, que garantizan la impunidad de la desidia de unas patronales que exponen a sus obreros y empleados al virus, muchas veces sin siquiera otorgarles elementos de protección personal adecuados, desinfección o medidas de distanciamiento.
Acabar con las ART
La forma en que las patronales y aseguradoras han administrado nuestra salud, nos venía costando, antes de la pandemia, cientos de muertes obreras cada año. Hoy la emergencia sanitaria que ha paralizado al mundo, demuestra que el sistema de coberturas es absurdo y criminal y que tiene que ser abolido. Tenemos que organizarnos para ser los trabajadores mismos los encargados de velar por nuestra salud, prevención y tratamiento y determinar también de qué forma deben retribuir las patronales por cada riesgo al que expongan a los trabajadores. Así también como para obligar a los sindicatos a romper el pacto social vergonzoso con el que nos exponen a morir. Solo de esa manera estaremos a salvo de ésta y otras pandemias.
24 de Abril de 2020.-