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LOS AUMENTOS DE PRECIOS BAJAN LOS SALARIOS

Para el INDEC la inflación de marzo, cuando se declaró la cuarentena fue  de 3,3%, y con muchas dudas sobre su veracidad. Y se proyecta la interanual, de marzo 2019 a marzo de 2020 de un 48,4%. La que tendríamos este año se aproximaría al 40% si hubiera un verdadero control de precios. La perspectiva de cuarentena y su efectivización en marzo bastó para que las empresas, sean pequeñas y medianas, comenzaran con una carrera brutal para aumentar sus planillas de precios, sumando además los excesivos aumentos de las cadenas de intermediarios y de los grandes supermercados y comercios ante la perspectiva de desabastecimiento,  principalmente en alimentos y aumento de la demanda por la desesperación de la población. 

Así se permitió que la carne, empujada además por el freno de las exportaciones aumentara hasta ahora un 70% en la mayoría de los cortes, lo mismo que en las frutas y hortalizas, que más allá de la excusa del cambio de estación, nos impusieron aumentos de hasta el 100%. Alimentos transformados en artículos de lujo, con zanahorias  el kilo hasta $130, el tomate hasta $90.-, la lechuga hasta $130.- o la naranja  hasta $90.- como algunos ejemplos- Y los lácteos como la leche en sachet hasta $70.-, y ni hablar de la leche “larga vida”, o el queso que habría que hacer un ahorro previo como un auto o el pago en varias cuotas. Lo mismo con los derivados de la harina, como el pan, pastas o el aceite entre otros alimentos básicos. Y la vía libre a los bárbaros incrementos en los medicamentos por los laboratorios.

Esto muestra el caradurismo de un gobierno propatronal en la realidad que solo apela al llamado voluntarioso de los empresarios o a decretar que los intendentes y sus aparatos políticos se dediquen a controlar y denunciar a los comercios remarcadores. Pero nada sobre como investigar la cadena de costos hasta llegar a las grandes productores y empresas y multinacionales de los alimentos. Y herramientas posee, como la Ley de Abastecimiento de 1974 (gobierno peronista) y modificada y actualizada en 2014 (gobierno kirchnerista), pero que solo aplicó hasta ahora con ciertos mínimos productos como el alcohol en gel, pero luego que le aplicaran aumentos exorbitantes.

Solo la existencia parcial, aunque sea en el capitalismo, de las Juntas Nacionales de Carne y de Granos estatales, controladas además por usuarios y consumidores, permitirían al Gobierno por lo menos atenuar la especulación con los precios y el desabastecimiento. 

El Gobierno ve pasar el aumento de los distintos dólares de plaza llegando a una  colosal devaluación encubierta que repercutirá aún más en los precios con mayores ganancias para capitalistas y especuladores que podrán licuar costos salariales y deudas. El Mercado Único de Cambios podría ser un atenuante para combatir este flagelo económico. 

Recursos para aguantar la cuarentena hay

Si el Gobierno desde que asumió pagó Deuda Externa por U$S 5.000 millones a los buitres, y como en abril, que en plena cuarentena les transfirió U$S 250 millones, había recursos para una contención de la crisis que afecte lo menos posible a los trabajadores y al pueblo. Es necesario declarar el “default” oficialmente (moratoria unilateral) y dejar de mendigar a los bancos especuladores y buitres el retrasar un poco el pago de una deuda que es estafa. 

Si el Gobierno apeló a decretos para fijar las condiciones y aumentos a los jubilados y la asistencia social también podría, sin apelar al corrupto Congreso, decretar recursos con impuestos a las grandes fortunas y a grandes empresas y multinacionales para lograr recursos inmediatos, con los millones de dólares que llevan acumulados afuera del país y que en campaña electoral denunciaba el propio peronismo. Se calcula que hay acumuladas riquezas de personas y empresas argentinas en el exterior por más de U$S 100.000 millones.

Pero el gobierno de los Fernández  es consciente que económicamente debe mantener el aparato productivo burgués para que se reactive en caso de aliviarse la situación sanitaria y la cuarentena,  y aplicar los engranajes de explotación y miserias laborales del capitalismo. Solo un Gobierno socialista de los trabajadores garantizaría la contención necesaria y recursos para el “aguante” con pandemias y cuarentenas de estas características. 

 

08 de Mayo de 2020.-