other

GANAN LAS MULTINACIONALES,PERDEMOS LOS TRABAJADORES

La crisis económica que estamos viviendo es histórica. La industria petrolera en particular viene hace tiempo en caída libre por la guerra comercial entre los principales productores del mundo (EEUU, la OPEP y Rusia). Ahora pegó un salto con la aparición del coronavirus y sus consecuencias. El precio del barril de crudo está por el piso (el barril de Texas llegó a estar en negativo) y según especialistas económicos no repuntará en el corto plazo (datos de la Agencia Internacional de la Energía – AIE y de la Organización de Países Exportadores de Pétroleo – OPEP). 

Ante esta realidad el gobierno ha decidido subsidiarle el barril de crudo a las empresas petroleras. Alberto Fernández y su equipo ya prepararon un DNU para fijar el precio del barril de crudo “criollo” (local) en 45 dólares. Un precio muy por encima del valor de US$34 que tiene en el mundo (desde 2015 la referencia nacional es con el barril «Brent»). 

¿Necesidad real de la industria o ambición de ganancias?

Para responder a esta pregunta hay que hacer las cuentas. En nuestro país cuesta, en promedio, US$7,70 extraer un barril de crudo, cuando en el mundo ronda los US$14. O sea que sin DNU las petroleras ya estarían ganando US$26,3 por barril. Además las retenciones a la exportación, que ya eran bajas (12%) fueron reducidas en 2019 por Alberto Fernández a 8%. El nuevo Decreto directamente las elimina: pagarán 0% por llevarse nuestro petróleo al exterior. Pero podemos seguir enumerando. Las grandes petroleras y las empresas que dependen de ellas consiguieron de todos los sindicatos y federaciones petroleras el aval para recortar el 40% de los salarios a los trabajadores suspendidos y recortar adicionales, además de despedir cientos de compañeros con contratos temporales, la mayoría afiliados a la UOCRA. Sumado a esto, con la disparada del dólar a $134 (blue) las empresas venderán afuera en dólares y pagarán acá en pesos. Para empresas que en total extraen y refinan un promedio de 500.000 barriles por día es sin dudas un negocio redondo en plena pandemia.

¿Y la nafta?

En éste punto termina de tomar forma lo que ya podemos definir como una enorme entrega a las multinacionales: un robo. Todos sabemos que la nafta que se utiliza para transportar mercadería y mover el parque automotor del país termina fijando el resto de los precios. Hoy la nafta le sale a cualquiera que vaya a cargar el mismo precio que estaba en diciembre, con un barril de crudo a US$65, cuando hoy está entre 19 y 34 dólares. Con el barril desplomándose, la nafta la mantienen arriba. Ahora, DNU de por medio, el gobierno les permite seguir con la fiesta como mínimo hasta octubre, para después seguir aumentando al ritmo del dólar. Así no sólo ganan las empresas que extraen y refinan como YPF o PAE (Axion), sino también las que dividieron sus operaciones en distintos sellos como SHELL y Raízen (Shell). Empresas que cuentan además con producción de gas para consumo local y exportación y que por otro lado vienen de ganancias millonarias durante los últimos años.

Basta de entrega: recursos para enfrentar la pandemia y el hambre

Los pueblos del mundo enfrentamos una pandemia global. El COVID-19 no enferma a todos por igual, ni mata a todos por igual. Es por eso que cuando empezaron los casos en la Villa 31 (y decenas de barrios y villas en el conurbano y el país) sabíamos que una vez más los trabajadores y los pobres pondríamos el cuerpo. Ante esta situación es urgente que todas las medidas sean para cuidar a los trabajadores y a los sectores que por décadas han sido relegados.   El gobierno podría obligar a las empresas como YPF, Shell-Raízen y PAE que tienen la nafta guardada a venderla al costo, prohibir realmente los despidos y las suspensiones en toda la cadena incluyendo a las operadoras y contratistas, a que paguen con los miles de millones de dólares que consiguieron saqueando nuestros pozos durante años. El gobierno podría enfrentar a los «vivos» que no quiseran cumplir: expropiar las empresas y estatizarlas bajo control de sus trabajadores para garantizar esos recursos. El Decreto hace todo lo contrario: le subsidia las ganancias a las multinacionales usando los recursos de los trabajadores y el pueblo.

¿Sindicatos para defender a los trabajadores o a los empresarios?

El acuerdo de la CGT con las empresas y el gobierno de recortar 25% los salarios a los trabajadores que están suspendidos por decisión de las empresas es un escándalo. Más aún los acuerdos de los sindicatos y federaciones petroleras que avalan un 40% de recortes salariales y la entrega de nuestros recursos a las empresas. YPF, PAE, Tecpetrol y Shell-Raizen han paralizado operaciones en los pozos y parado sus refinerías suspendiendo y despidiendo. Halliburton y Schlumberger, empresas de Operaciones Especiales en yacimientos, directamente no han pagado salarios del último período trabajado. Como venimos denunciando, Pereyra (Neuquén, Río Negro y La Pampa) Ávila (Chubut) ,Tierra del Fuego, Santa Cruz, la Federación de Pedro Milla (FASiPeGyBio) junto a la UOCRA son parte del acuerdo de suspensiones y despidos. 

Organizarnos desde abajo

Por eso necesitamos organizarnos para sacarnos de encima a los dirigentes que defienden a las empresas antes que a los trabajadores. Tenemos que juntarnos en reuniones, asambleas, formar comités de lucha y decidir democráticamente como enfrentamos estos ataques y el saqueo que están llevando adelante. No somos la «mano de obra» descartable que quieren que seamos. Entre nosotros no hay trabajadores de primera y de segunda, directos o contratados, somos todos petroleros. Los trabajadores somos los que movemos el país, perforamos el subsuelo a temperaturas bajo cero y vientos fuertísimos, marchamos y operamos enormes plantas de refinación llueva o truene, dejando a nuestras familias en casa y la salud en el trabajo. Son las compañeras petroleras las que dejan a sus hijos para ir a trabajar en turnos extensos y rotativos. Junto a los millones de trabajadores y desocupados del país tenemos el derecho a pelear porque esos recursos se pongan al servicio de enfrentar la pandemia y los graves problemas estructurales que padecemos en salud, trabajo y educación. Necesitamos organizarnos para decir basta al robo de las grandes empresas. 

Notas relacionadas:  http://nuevo.http://nuevo.pstu.com.ar/wp-content/uploads/2014/09/trotskyarchivo.jpg.com.ar/crisis-petrolera-y-rapina-patronal/

Fuentes:

Agencia Internacional de Energía: https://www.lavanguardia.com/economia/20160209/302021950628/petroleo-aie-precio.html  // OPEP: https://www.larepublica.co/globoeconomia/opep-volvio-a-recortar-su-pronostico-para-la-demanda-mundial-de-petroleo-en-2020-3005326 // https://www.ambito.com/nacional/vaca-muerta/gremios-petroleros-proponen-acuerdo-empresas-evitar-despidos-n5095705 // https://www.cronista.com/economiapolitica/Coronavirus-resignar-salario-y-tocar-el-convenio-las-opciones-que-barajan-los-sindicatos-petroleros-para-frenar-despidos-20200402-0062.html  // https://www.infobae.com/economia/2020/03/27/las-camaras-de-la-industria-petrolera-y-de-combustibles-presentaran-un-inedito-pedido-de-proceso-preventivo-de-crisis-para-el-sector/ 

 

21 de Mayo de 2020.