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CUPO LABORAL TRANS, LOS DECRETOS SON POSIBLES

La semana pasada recibimos la noticia de que Alberto Fernández había sacado por decreto el cupo laboral trans. Sin dudas, que exista esta medida es un triunfo de muchos años de lucha de miles de activistas trans, que nunca dejaron exigirle a Estado que se haga cargo de garantizar las mínimas condiciones de vida y de respeto a su identidad.

Ahora bien, la forma en que fue decretada y su contenido ponen sobre la mesa algunas discusiones que desde el PSTU y Lucha Mujer queremos hacer y pensar de conjunto.

Por qué se luchó tanto por esta medida

                Hace años que el cupo laboral trans forma parte de las consignas que levantan activistas, organizaciones y partidos. Todes sabemos que ser una persona trans en este mundo no es nada fácil. El mismo decreto comienza reconociendo que existe una “desigualdad estructural”, una “cadena de exclusiones” que se vive desde la niñez y que eso hace que sistemáticamente no se respeten sus derechos humanos.

                Al igual que en el resto de Latinoamérica, la expectativa de vida de las personas trans es sólo de 35 años. La mitad no termina la escuela, en gran parte por la discriminación a la que son sometides. Esto demuestra la importancia de que se aplique y amplíe la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), no sólo porque la educación sexual es parte de la educación de calidad que es derecho de todes, sino porque para las personas trans es vital para no empezar su infancia excluida. No tener la secundaria completa, sumado a la estigmatización, hace que les sea mucho más difícil conseguir trabajo y que la mayoría (60%) no tenga otra opción que la prostitución. Según un informe realizado en 2014, sólo el 18% ha tenido acceso a un trabajo formal y menos del 10% tiene obra social. Como si fuera poco, están mucho más expuestes a violencias de todo tipo. Según el INDEC, el 83% de las personas trans han sido víctimas de actos de violencia graves y discriminación policial.

Es por todo eso que vienen luchando hace años, con grandes compañeras que han dejado la vida en ello como Diana Sacayán, asesinada en 2015.

Y ahora a todo esto se suma la pandemia. vulnerables a contagios, el problema del trabajo se agrava, muches tienen VIH por lo que son grupo de riesgo y la mayoría no tiene casa para aislarse ni medios para mantenerse.

Lo que dice y lo que no dice el Decreto

                En primer lugar, es importante notar la forma que se aprobó el cupo laboral trans. Que haya salido por decreto presidencial demuestra que no es necesario esperar los tiempos del congreso para conquistar lo que necesitamos. Hace años que venimos peleando en las calles por la legalización del aborto y esto demuestra que, si existe la voluntad política de hacerlo, se puede sacar desde el ejecutivo.

El Decreto establece que “los cargos de personal [del sector público] deberán ser ocupados en una proporción no inferior al 1% por personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo.” Además, agrega que, si las personas aspirantes a estos puestos de trabajo no han terminado la escuela, se les permitirá cursar para terminar.

                Sin embargo, no dice nada sobre cómo se va a garantizar que permanezcan en el trabajo, ni sobre el problema de la educación, la salud o la vivienda. Tampoco contempla la posibilidad de becas, capacitaciones, ni realiza exigencias al sector privado, como sí lo hacen algunos proyectos que están actualmente en el congreso.

                Estos elementos los traemos para pensar cómo se podría mejorar el Decreto escrito. Ahora, en la realidad, el problema principal es mucho más concreto: cómo hacer que esto se aplique. En materia de leyes que resguarden a las personas trans, tenemos un listado de sanciones. Pero en la práctica no se cumplen o no se les destina el presupuesto suficiente: existen declaraciones, decretos y principios de organismos internacionales, la Ley de identidad de género, Ley de protección integral a las mujeres contra la violencia, Ley de educación sexual integral, por nombrar algunas. Incluso, en varias provincias ya existía el cupo laboral trans–entre 2015 y 2018 se aprobó en Provincia de Buenos Aires, Chubut, Río Negro, Chaco y Santa Fé-, pero en ninguna se implementó. Esto significa que, aunque existen avances en las leyes, las personas trans siguen siendo víctimas de la discriminación y de todas las violencias que ya se mencionaron.

                Es por esto, que no alcanza con una ley y mucho menos una que sólo regule un aspecto de la vida.  El problema es mucho más profundo.

Qué se necesita

                Si realmente queremos la inclusión de las personas trans, necesitamos medidas integrales. No alcanza sólo con un cupo laboral, cuando no se tiene acceso a la educación, salud y vivienda. Esto no quita que sea muy valioso que exista el cupo laboral y sea necesario. Pero no es suficiente.

                Necesitamos urgente que el gobierno elabore y ponga en marcha un plan de acción integral, además de que se apliquen las leyes que ya existen. Sabemos que esto no sólo se construye con buenas ideas, es necesario tener presupuesto. Para eso, el gobierno debería dejar de pagar la deuda externa, implementar de una vez el impuesto a las grandes fortunas y destinar esa plata para lo que necesitamos les trabajadores y el pueblo. Es una urgencia que las personas trans dejen de tener una expectativa de vida de 35 años. Así como es una urgencia que, por ejemplo, se expropien las viviendas ociosas y se pongan a disposición los hoteles para que quienes no tienen vivienda puedan cumplir la cuarentena.

Seguir luchando por una inclusión real

                Para que todos los años de lucha y el esfuerzo de compañeras que dieron la vida no queden en letra vacía, tenemos que seguir peleando. Es importante que esta pelea la tomemos todes en nuestras manos, especialmente los sindicatos. El sindicato de Trabajadores Judiciales es un ejemplo de esto. Tomaron como parte de los reclamos generales los de las personas trans y lograron implementar y mantener el cupo laboral. Lo mismo deberían hacer las CTAS y CGT, especialmente las compañeras del colectivo NiUnaMenos y del movimiento de mujeres que son dirigentes de estas centrales sindicales. Necesitamos unirnos a la pelea de las personas trans por sus derechos para luchar juntes por un mundo diferente.

*Trabajo genuino para personas trans. ¡Que se aplique en todos los lugares el Cupo laboral ya!

¡Aplicación y ampliación de la Ley de Educación Sexual Integral!

Igual trabajo, igual salario. ¡Capacitación y creación de empleos genuinos!

Que los sindicatos y centrales obreras y estudiantiles tomen los reclamos de estos derechos y peleen por ellos

No al pago de la deuda externa. Plata para trabajo, salud, educación y para la Emergencia contra la violencia machista*