Las medidas del Gobierno por la falta de dólares, pandemia de por medio, muestra la profundización de la crisis. Las consecuencias de esta devaluación forzada, en los hechos, serán más inflación, desempleo, y miserias al pueblo trabajador. No obstante, los Fernández seguirán pagando intereses de la Deuda sin ninguna medida que evite la especulación de los capitalistas reteniendo dólares y el traslado de la devaluación a los precios de los productos esenciales.
Un sistema económico semi-colonial necesita dólares para importar bienes tecnológicos como los informáticos, máquinas de complejidad industrial y agropecuaria, insumos para laboratorios y procesos productivos, etc. Un sistema económico basado cada vez más en la extracción de recursos energéticos, mineros, agropecuarios, ganaderos por grandes empresas multinacionales y nacionales, sin producción industrial desarrollada. Un capitalismo dependiente que pide a gritos la inversión extranjera que se le niega, por la crisis mundial y por las resistencias de los trabajadores a una mayor explotación y depredación.
No son los ocho millones de desocupados con IFEs (de $10.000 cada dos meses), ni los millones de jubilados, ni el 70% de los trabajadores bajo el nivel de pobreza los que compran dólares. Tampoco generan la escasez algunos trabajadores que comprando U$S 200.- a precio oficial y vendiendo en el paralelo sacan una diferencia para llegar a fin de mes.
La falta de dólares se profundiza por:
- La continua fuga de capitales, como los fondos del FMI recibidos por el gobierno anterior de Macri para el pago de “buitres” y especuladores varios.
- La transferencia de utilidades de las empresas extranjeras a sus casas matrices, y de fortunas acumuladas de los burgueses nacionales a paraísos fiscales. Recientemente el famoso empresario y locutor Marcelo Tinelli admitió que entre 2013 y 2014 transfirió millones a las Islas Vírgenes que recién blanqueó ahora, a título de ejemplo.
- Los pagos de intereses de la estafa de la Deuda Pública Externa. Al igual que gobiernos anteriores, entre diciembre 2019 y mayor 2020 se pagaron U$S 5.000 millones. Por el préstamo al macrismo, tan criticado por los Fernández en campaña electoral, al FMI se le transfirieron en mayo último intereses por U$S 320 millones y en agosto U$S 302 millones, en plena pandemia, y aduciendo hipócritamente escasez de recursos para el sistema de salud y salarios dignos a trabajadores/as sanitarios, por ejemplo.
- Las patronales agropecuarias retienen la cosecha a la espera de vender con una mayor devaluación, y por lo tanto no ingresan dólares. O con operaciones ya efectuadas los guardan en el exterior pasando a ser parte de los U$S 300.000 millones que los capitalistas nacionales usufructúan fronteras afuera.
- Una balanza comercial deficitaria, importándose más de lo que se exporta.
- El capitalista con dólares acumulados legal o ilegalmente espera tal devaluación para cancelar deuda en pesos y pago de salarios licuándolos.
Se vienen más aumentos de precios
Según declaraciones recientes del Ministro de Economía, Martín Guzmán, “…el dólar “blue” (paralelo) no es un valor de referencia para los precios de la economía”. Una afirmación burlesca cuando los trabajadores/as y el pueblo cada vez que se devalúa por la especulación capitalista sufrimos sus consecuencias.
El valor del dólar oficial ronda hoy los $80.- En la práctica, el precio aplicado por las patronales productoras e intermediarios, con artimañas y operaciones sin control es el del paralelo o “blue”. Y ello generará otra escalada de precios, pero con salarios y jubilaciones aún más devaluados.
- Por la limitación a las empresas de poder comprar solo el 40% ´de dólares a $80.- para cancelar Deuda Externa privada, éstas recurrirán al paralelo que llegó cerca de los $145.-
- Sus costos de financiamiento y operativos en dólares aumentarán aún más y no desearán perder de ganar.
- Toda la cadena productiva se afectará por el precio del dólar paralelo que es el que se consigue en la práctica al no estar disponible por el BCRA.
- El Gobierno prevé en el Presupuesto un dólar a fines del 2021 a $101.-, algo fuera de lugar, a tal punto que en los últimos 30 días aumentó ya los combustibles un 8,50%
La crisis afectará como siempre a los trabajadores y el pueblo, víctimas de las remarcaciones capitalistas para mantener sus ganancias. Mayor recesión, pandemia mediante, mayor inflación sin límite, más suspensiones y despidos laborales, rebajas y recortes en salarios aún más devaluados como sigue sucediendo.
Un “Mercado Único de Control de Cambios” controlado por el Estado es más que una necesidad en esta economía capitalista en bancarrota. Pero solo un gobierno socialista, verdadero representante de los intereses de los trabajadores y el pueblo impedirá la especulación y sed de ganancias, el objetivo de la clase burguesa.