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DE «LA HORA DE LOS HORNOS» AL ACUERDO CON LILITA

Pino Solanas murió en París a consecuencia del coronavirus a los 84 años. Fue un director de cine capaz de plasmar con una cámara la miseria, el saqueo imperialista, las privatizaciones, las persecuciones de la dictadura.
Pino fue parte de una generación de intelectuales y artistas impactados por el peronismo y la revolución cubana. De esta última, Solanas sacó la conclusión de la necesidad de la toma del poder y los cambios profundos.
Junto con Octavio Gettino dirigió “La hora de los hornos” en 1968 estrenada en Italia días después del mayo francés, con un explícito llamado a “la revolución” y reivindicando al “Ché” Guevara. Además de impactar al público europeo, con esa película abrió una nueva etapa en el cine argentino y latinoamericano: con varios cineastas, realizadores y el propio Gettino crearon “Cine Liberación” y un perfil teórico y práctico de que lo debería ser el “Tercer cine”. Y que el propio Pino llamó un cine militante.
Políticamente ubicado en la llamada “izquierda peronista” en 1971 publica a principios de los años `70 una “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder y la revolución Justicialista” luego de un viaje a Madrid donde se encontraba exiliado el ex presidente Juan Domingo Perón, filman un reportaje dónde Perón llamaba al “trasvasamiento generacional y el socialismo nacional”

Un proyecto que terminó en fracaso político

Pino Solanas como parte de esa generación que buscaba la liberación y un cambio revolucionario, creyó que esa revolución podría ser encarnada y dirigida por el dirigente peronista exiliado. Perón, como dirigente burgués que era, utilizó la radicalización de toda una generación de jóvenes impactados por la guerrilla cubana, la Resistencia de la clase obrera a la dictadura fusiladora de 1955 y las grandes movilizaciones en Europa y Latinoamérica, no para acaudillar alguna revolución, sino para presionar a la burguesía y los militares para llegar a un acuerdo político con el justicialismo, que finalmente se concretó con la dictadura de Lanusse. Luego esos mismos jóvenes fueron echados de la Plaza y Perón terminó reivindicando a la siniestra burocracia sindical.
Bajo el gobierno peronista de los `70 fue amenazado por el grupo parapolicial la Triple A y finalmente en la dictadura de Videla se tuvo que exiliar en París. Allí filmó “Tangos, El exilio de Gardel” que se estrenó en el gobierno de Alfonsín y luego vendría “Sur” y una buena cantidad de documentales como “Memoria del saqueo”, “La dignidad de los nadies” “Los pueblos fumigados” y otros. Todos ellos son parte de las denuncias contra el gobierno de Menem, las luchas del 2001, las peleas contra las fumigaciones, etc.

De la “liberación nacional”, a Carrió y el Kirchnerismo

Pero políticamente ya había abandonado la idea de la “revolución y la toma del poder”. En los `90 hace parte del Frente Grande con el “Chacho” Alvarez y Fernández Meijide
Luego romperá con “Chacho” y terminará formando su propio “Proyecto Sur” para participar en las elecciones. Con ese partido es elegido diputado por Capital Federal.
Sus posiciones políticas, de acuerdo con partidos patronales, erráticas lo llevaron a un coqueteo con Margarita Stolbizer y Martín Lousteau y terminó en un acuerdo con “Lilita” Carrió por el que fue elegido Senador. Después se acercó al kirchnerismo por el que fue votado como diputado y luego Embajador en La UNESCO en París.
La claridad expuesta en prácticamente todo su trabajo como cineasta y el concepto colectivo de su trabajo se contradicie con su política de la conciliación de clases. Reivindicamos al Pino Solanas creador de extraordinarias obras del cine, al que reivindicó aunque limitadamente, el “derecho al goce” cuando se discutió la Ley del Aborto. Y no al que confió y llamó a confiar que los cambios podían llegar de la mano de un dirigente como Perón y el Partido Justicialista.