Este mes el gobierno de Alberto Fernández, está llevando a cabo la nueva licitación del canal comercial más importante del país. Esta licitación está a cargo del Ministro de Transporte, Mario Meoni y fue gracias a la sanción del decreto 949, realizada a fines del año pasado.
Este canal del que hablamos es la Hidrovía Paraná – Paraguay, es el corredor natural que permite la conexión con los puertos de Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Es un sistema hídrico que comprende más de tres millones de kilómetros cuadrados de superficie. Una de las reservas hídricas más importantes del mundo y, en nuestro país, es la principal vía de entrada y salida del comercio exterior.
Pese a ser uno de los recursos naturales más importantes para el país, este se encuentra privatizado desde 1995. La privatización se dio bajo la presidencia del ex senador por el Frente de Todos, Carlos Menem. La concesión del río se le otorgó a la empresa de origen belga Hidrovía S.A
Esta concesión le otorga al concesionario el derecho de cobro de «peaje”. Este es de u$s3,06 por tonelada fiscalizada, lo que sería en valores aproximados unos u$s300 millones anuales por un promedio de 100 millones de toneladas. Sin contar la comercialización de la arena que se obtiene del dragado; y que, además, es una de las vías por donde se lleva a cabo el contrabando y el narcotráfico. Es decir, un grupo multinacional se lleva miles de millones de dólares.
Las empresas COFCO (China), Cargill (EEUU), ADM (EEUU), BUNGE (EEUU), Glencore (Suiza/Inglaterra), Louis Dreyfus (Francia), AGD (Argentina) y Vincentin (Argentina) son dueños de los puertos que se encuentran en la cuenca. De las 21 terminales portuarias existentes, 16 se encuentran en manos del capital extranjero. Esto les permite una doble la injerencia sobre qué granos les conviene producir de acuerdo a sus necesidades y sacar la producción desde “sus” puertos, sin un verdadero control. Refuerza un modelo productivo de dependencia y saqueo de nuestras riquezas. Nos atan al cultivo de la soja, mientras nos venden las semillas y los paquetes tecnológicos necesarios. Bajo esta perspectiva no hay posibilidades reales de crecimiento se produce de acuerdo a los intereses del imperialismo y son ellos quienes se terminan llevando las ganancias.
Recuperemos nuestra soberanía.
El Río, los suelos, todo tiene dueño y dueño extranjero. Debemos recuperar nuestra soberanía, debemos exigirle al gobierno de Alberto Fernandez que deje de entregar nuestros recursos naturales para ponerlas al servicio de las necesidades del pueblo trabajador.
No podemos permitir que multinacionales nos impongan sus formas de producción que sólo generen hambre y miseria para nosotros, a costa de su enriquecimiento.
Necesitamos la urgente estatización de la Hidrovía del Paraná, el río es de todos. Es necesario impulsar la mayor unidad de acción de todos los que acordamos con este punto para lograrlo.
Tampoco podemos seguir permitiendo que los puertos que están sobre nuestras tierras estén en manos de capitales extranjeros, es preciso exigir la estatización de los puertos fluviales. El ingreso o egreso de exportación debe estar bajo control del pueblo trabajador. Es necesario poner a producir a los Astilleros, como el de Río Santiago y recuperar nuestra propia flota mercante.
¡Soberanía de producción YA!. Nosotros debemos decidir mediante asamblea que debemos producir y que dicha producción esté al servicio de acabar con el hambre de toda la población.
Debemos acordar un régimen de soberanía compartida del canal entre los pueblo latinoamericanos, para que los países que no tienen salida natural al mar, cómo Bolivia o Paraguay, puedan hacer uso de la Hidrovía para sus exportaciones.
Debemos dejar de pagar la deuda externa. Estas empresas transnacionales se llevan millones de dólares a sus países de origen, año tras año, por explotar nuestras tierras mientras que en paralelo les entregamos otros millones de dólares en concepto de “deuda”. Basta de la usura imperialista e invitamos a nuestros países hermanos a replicar esta tarea.