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3J: ¡ES URGENTE VOLVER A LAS CALLES!

El 3J nace en el 2015, con el grito de “Ni una menos! ¡Vivas nos queremos!” de cientos de miles de mujeres y del pueblo en las calles, buscando ser la voz de aquellas que ya no la tenían. Fue producto de  de meses de bronca ante el aumento de los femicidios y nos dejó esta jornada de lucha.

Pasados 6 años, las cifras crecen. En 2021 van 97 femicidios (hasta el 1° de Mayo), 1 mujer asesinada por día. Más de 100 hijes se quedaron sin mamá y 6 de cada 10 son menores (Observatorio de Femicidios en Argentina). 

Este 22 fue asesinada Ayelén Jara Gutiérrez, de 20 años. El femicida fue el marido de su amiga, quien la estaba alojando con su bebé, ya que no tenía donde vivir. Había sido parte de la toma de tierras de Guernica, una de las tantas mujeres brutalmente desalojadas por el Gobierno.

El caso de Ayelén no es ajeno a la realidad que viven otras miles. En la actualidad tenemos un Ministerio de Género y Diversidad, pero ¿mejoró la vida de las mujeres desde aquel 2015? Con el aislamiento debido a la pandemia se incrementaron los femicidios y con el bajón económico, la pobreza, generadora de múltiples violencias.  

Las direcciones feministas, como la colectiva Ni Una Menos, que apoyan al Gobierno de Fernández se llenan la boca con discursos inclusivos. Mientras, se destinan migajas para planes, asignaciones y otros paliativos, se engrosan los bolsillos de los empresarios y las multinacionales bajándoles impuestos, otorgando regalías o subsidiándolos con RePro y se beneficia a banqueros y grupos económicos con el pago de la Deuda Externa. 

También la CGT y la CTAs se han acoplado a las políticas del Gobierno y nos fueron sacando de las calles. Nos quieren hacer creer que no es momento.  Nosotres decimos que hay que dar vuelta la historia,  organizarnos y  obligar a las centrales gremiales, sindicatos y direcciones feministas a que convoquen a un plan de lucha. Porque necesitamos que se decrete una Emergencia Nacional, que contemple un aumento sustancial de Presupuesto, construcción de casas de refugio, incautación de hoteles para alojar  a mamás que sufren violencia con sus hijes, entregar subsidios, entre otras medidas urgentes. Y solo con la unidad de toda la clase trabajadora podremos ganar esta batalla.