El ejemplo de la Unión Soviética en sus primeros años nos demuestra que hay otro camino para el combate a las pandemias pero también otros pasos en lo económico y político.
Un coronavirus que refleja la desigualdad
Ya estamos por llegar a los 2 años de la primera aparición del Covid-19, los números son estremecedores. Por un lado millones de muertos de la clase obrera, vacunas para los países ricos, negociados millonarios para las empresas farmacéuticas y sobre todo los grandes capitalistas del mundo se hicieron más ricos con esta pandemia.
Pero lejos de resignarnos, debemos comprender, mirar al pasado para entender que se puede revertir esto.
El ejemplo de los primeros años de la Unión Soviética (URSS)
No seremos los primeros en reivindicar los avances en la ciencia, arte y salud en la Unión Soviética, pero si queremos resaltar una serie de medidas que permitieron dichos avances. Claro muchos lo obvian porque para llegar a esa excelencia no solo hubo que tomar medidas como expropiación, estatización, control obrero, sino también el armamento de la clase obrera.
En la constitución de 1918 después de la Revolución Rusa su preámbulo escrito por Lenin fue clave:
- Queda abolida la propiedad privada de la tierra. Toda la tierra, junto con todas las construcciones, aperos y otros medios de producción agrícolas, es proclamada propiedad de todo el pueblo trabajador.
- Se confirman las leyes soviéticas sobre el control obrero y el Consejo Superior de Economía Nacional, con el objetivo de asegurar el poder del pueblo trabajador sobre los explotadores y como primer paso para que las fábricas, talleres, minas, ferrocarriles y demás medios de producción y de transporte pasen por entero a ser propiedad del Estado obrero y campesino.
- Se confirma el paso de todos los bancos a propiedad del Estado obrero y campesino, como una de las condiciones para la emancipación de las masas trabajadoras del yugo del capital.
- Con el fin de eliminar los sectores parasitarios de la sociedad, se implanta el trabajo general obligatorio.
- Para asegurar la plenitud del poder de las masas trabajadoras y eliminar toda posibilidad de restauración del poder de los explotadores se decreta el armamento de los trabajadores, la formación de un ejército rojo socialista de obreros y campesinos y el desarme completo de las clases poseedoras.
A su vez se crea el Comisario del Pueblo de Higiene o Salud Pública que estuvo a cargo de Nikolai Semashko, quien impulsó el trabajó para combatir las epidemias, se establecieron los cimientos de la salud pública soviética y se creó un sistema de protección de la maternidad y la infancia y la salud de los niños y adolescentes y una red de institutos de investigación médica, el Instituto de Nutrición Pública.
Defender la vida ante la avaricia capitalista
Antes de la revolución de 1917, se heredó un lamentable legado del Imperio Ruso en cuanto a enfermedades infecciosas. En 1912, por ejemplo, se identificaron alrededor de 13 millones de personas portadoras de una, hasta el 7% de la población total.
Al llegar al poder, los bolcheviques se dieron cuenta del problema: la conocida como gripe española se extendía por todo el país, sin mencionar el cólera o el tifus, ya habituales. A pesar de las graves dificultades económicas por las que pasaba el país, las autoridades asignaron, no obstante, grandes cantidades de dinero para mejorar las condiciones de salud en las zonas habitadas y alentar a la población a tomar precauciones sanitarias hasta entonces desconocidas.
Las medidas sanitarias y económicas.
Se creó una organización médica, y una red de puestos médicos en todo el país que podrían ser mejorados e incrementados en número. Y, por sobre todo, se acostumbró al pueblo a la idea de que “la medicina no es un comercio sino un servicio público». Resulta interesante comprobar que el seguro social se usó para ayudar financieramente al Servicio Nacional de Salud, en los primeros años, en la Unión Soviética. Las contribuciones eran pagadas por empresas e instituciones como un porcentaje fijo del total de los salarios; bajo ninguna condición podía ser descontado de los mismos. (1)
Un decreto de salud pública realizado el 15 de septiembre de 1922 sentó las bases de la creación de una única organización de salud pública y empezaron a surgir los centros SANEPID (Servicio Sanitario Epidemiológico) que ofrecían todo lo necesario para luchar contra enfermedades infecciosas, laboratorios incluidos.
Al darse cuenta de que más vale prevenir que curar, las autoridades introdujeron medidas sanitarias preventivas de gran alcance, incluso para la industria alimentaria y la restauración pública. Ya a finales del decenio de 1920, las tasas de mortalidad, incluso entre los niños, así como la incidencia de las enfermedades infecciosas, habían disminuido considerablemente. (2)
Avances manteniendo una prioridad
En 1920 se creó el primer hogar estatal de descanso para trabajadores, seguido en 1925 por el primer centro de salud del mundo, en Yalta, para trabajadores agrícolas.
La mayoría de las farmacias y fábricas farmacéuticas fueron nacionalizadas en 1917, pero no fue un proceso uniforme. En 1923, el 25% de las farmacias todavía eran de propiedad privada. Hubo una gran dependencia de medicamentos e ingredientes importados. El 70% de todos los productos farmacéuticos y el 88% de los medicamentos se produjeron localmente en 1928. Se establecieron escuelas locales de farmacia en muchas ciudades.
En el año 1936, las contribuciones del seguro social sumaron 2,3 millones de rublos, o sea el 37 por ciento del total del presupuesto de salud.
Una primera conclusión
Sin dudas el capitalismo nos está llevando a una barbarie, pero al mirar la experiencia del Estado Obrero ruso de sus primeros años, nos marca que no habrá salida para el pueblo trabajador sino tomamos en nuestras manos todas las palancas de la economía y del poder político de nuestro país. Que para defender la vida, hay que terminar con esta sociedad de exclusión y explotación e instaurar una diferente, una sociedad socialista no solo para erradicar las enfermedades sino todos sus males.
- Tres sistemas mundiales de atención médica. MILTON TERRIS
- Cómo la URSS creó el mejor sistema epidemiológico-sanitario del mundo. BORIS EGOROV