Una crisis crónica en una provincia rica en recursos naturales y un pueblo sumergido en la pobreza
En los últimos 10 días se desarrolló en las ciudades y pueblos de la provincia patagónica un proceso de luchas inédito en los últimos años. Dejó evidenciado no solo la bronca por las situaciones de penurias de la clase trabajadora y los sectores populares, sino que ante el saqueo continuo de los recursos naturales a manos de las multinacionales, manifestó un claro mensaje por el “que se vayan todos”, en referencia los partidos políticos gobernantes y sus instituciones, como legislatura, consejos deliberantes y también oficinas gubernamentales, como la fiscalía y tribunales
Más de 100 años de saqueo
La provincia de Chubut es la cuarta exportadora de materias primas de nuestro país. No solo el 40 % de la producción petrolera se exporta, teniendo en cuenta que el barril de petróleo ronda por encima de los 70 dólares. Además se venden al exterior productos de la pesca, langostinos y calamares, la ganadería, la fabricación de aluminio, sumado a la producción de gas, de la que poco informan sobre los niveles de rentabilidad, sobre todo del gasoducto que va desde Cerro Dragón a la cordillera.
Este saqueo de recursos a manos de empresas extranjeras, lejos de mejorar la vida de los chubutenses, solo ha dejado más desigualdad, pueblos olvidados donde casi ninguna ciudad cuenta con un hospital de alta complejidad, donde se incrementó la falta de agua porque se la apropian las industrias, sean petroleras o de aluminio, o los campos de los grandes terratenientes. Eso ha llevado a que se hayan secado lagos y a desvíos de ríos y arroyos, por ejemplo.
Esta expoliación capitalista de la tierra afectó primero al pueblo mapuche, con la Conquista-Genocidio del Desierto, para continuar con el conjunto de los pueblos chubutense a la fecha.
Una deuda con la banca extranjera
Durante su mandato, hace más de 10 años, el gobernador Das Neves comenzó a solicitar dinero en carácter de préstamos a bancos internacionales dado que las regalías por el petróleo, la pesca o Aluar son casi insignificantes en relación a lo que ganan las multinacionales. Estos préstamos tienen como garantía justamente esas regalías. Hace 8 años las regalías de la provincia con respecto a los hidrocarburos eran del 12% monto fijado a nivel nacional y además un 3% monto fijado por la provincia de Chubut. Cuando bajó el barril de petróleo en 2015, el Gobierno decidió no cobrar más ese 3% provincial y además subsidiar con 3 dólares por barril producido en los yacimientos para proteger a las empresas multinacionales. Además resolvió cobrarle más barato la energía a la empresa ALUAR haciéndose cargo de esa diferencia ante el ente nacional que regula el interconectado eléctrico.
Como verán el pueblo chubutense pagó, en definitiva, los subsidios a las empresas. Eso significó que los préstamos no se pagaron, que ante cada incumplimiento, las regalías fueron a los bancos internacionales, lo que generó una crisis crónica de la cual no se puede salir actualmente.
Para evitar el default, el Gobierno castigó al pueblo.
En efecto, la política gubernamental para enfrentar la emergencia fue no pagar sueldos estatales y realizar recortes en todas las áreas provinciales, beneficiando a los bancos
Hace más de 3 años que hay deudas salariales y recortes de partidas para los empleados estatales, a los jubilados, a los policías, a las áreas de salud y educación, llegando al extremo de que, en plena pandemia, se le debía dos sueldos completos a todos los estatales. Aún no ha pagado esa actualización y las cláusulas gatillo o aumentos salariales, lo que generó mucha bronca y descontento, además de no pagar a proveedores del estado en Salud o Educación, lo que en varias ciudades y pueblos, con menor inserción de empresas privadas, provocó una ruptura en la cadena de pagos.
La minería, ¿es una salvación para salir de la crisis?
Ante este panorama de quiebra de la provincia, la salida mágica de la minería a cielo abierto en la meseta no solo podría mejorar las recaudaciones de la provincia sino que daría miles de puestos de trabajo. Pero luego de 100 años de saqueo el pueblo chubutense entiende que nada va a cambiar con la minería, ya que continuará el despojo, se llevarán millones de dólares y no habrá hospitales, se llevarán el agua dejando solo contaminación.
Como si fuera poco el Gobierno no dice que aunque las regalías por minería son insignificantes con un tope máximo de 3% que no cambiará la aguja, toda esa regalía será para pagar la deuda a los bancos extranjeros, o sea nada cambiará en esencia. Por eso hace 20 años que el pueblo viene batallando por el no a la minería de parte de la multinacional Pan American Silver y sus lacayos, sean gobernadores, intendentes, diputados, concejales, dirigentes gremiales y algunas organizaciones. Cada dos años desde 2002 hay intentos de cambiar la ley e implementar la minería en la provincia. Siempre ante cada tentativa miles de personas marcharon, cortaron rutas, ocuparon la legislatura, etc.
Un impulso minero del Gobierno nacional y un silencio total a la represión y la pueblada
Alberto Fernández desde que asumió viene declarando la importancia de la minería en el país como forma de traer inversiones, sus ministros hablan en el mismo sentido. Mientras tanto han callado ante las puebladas del pueblo, nada dicen de los heridos por la represión ni de los abusos policiales.
No hay duda de que el gobernador Arcioni cuenta con el visto bueno del Gobierno nacional: por eso no le soltará la mano, ya que es su pichón para que experimente con las avanzadas de las multinacionales.
Un resultado electoral adverso
El partido gobernante no solo perdió muy mal las elecciones de medio término a nivel país, sino que el Frente de Todos también sucumbió en la provincia ante Juntos por el Cambio. Esto reflejó también la bronca ante lo sucedido en el plano político y las medidas de ajuste contra el pueblo, sino también la complicidad de la dirigencia gremial que no logró nunca revertir esta tendencia de golpes al bolsillo, lo que genero más hambre en la mesa familiar. Es por ello que también los dirigentes sindicales de la provincia son cuestionados, por un lado los estatales porque nunca avanzaron en un plan de lucha unificado y de acción directa hasta las últimas consecuencias y por el otro las conducciones de los gremios privados como petroleros, camioneros o la construcción que impulsan la minería con sus patotas en este último periodo.
Las manifestaciones contra la minería eran masivas en el último periodo ante cada amenaza. Sobre todo desde inicios del 2021 pudo canalizar allí a todo un amplio sector de activistas que al no confiar en sus gremios vio en las movilizaciones por el “No a la mina” una manera concreta de enfrentar al Gobierno provincial sin tantas ataduras de las formas sindicales, ya que para desarrollar las movilizaciones contra la minería no había que ir a cuerpos de delegados, a esperar las conciliaciones obligatorias, a reuniones con ministros. El “No a la mina” siempre fue ante cada intento de implementar la ley, organización para salir a la calle y eso era asambleas espontáneas, acciones, iniciativas, etc.
Ese proceso fue más allá de las conducciones de las asambleas ambientalistas y grupos de izquierda que lo apoyan, ya que entre otras iniciativas se orientó a juntar firmas para que la Legislatura trate una iniciativa popular por el “No a la mina”. Se juntaron más de 40 mil firmas y en la Legislatura decidieron ni siquiera tratarla, lo que ocasionó más bronca con todos los diputados, inclusive con aquellos que nunca votaron a favor de la minería, porque entendió el pueblo que en realidad la Legislatura es una fantochada que no acepta ni lo que por derecho está establecido.
Una huelga policial
Los estatales siguieron padeciendo atrasos salariales, los jubilados también; algunos gremios firmaron actas de recomposición antes de las elecciones, otros como SISAP (Sindicato de Salud Pública) profundizaron sus planes de lucha con ocupaciones de ministerios. En Comodoro Rivadavia por , SISAP coordinaba acciones conjuntas con movimientos sociales como MTR y MTE cortando la ruta afuera del hospital. Mientras tanto las actas eran insuficientes ya que la inflación, las deudas de cada trabajador en sus tarjetas de crédito, aumentaban cada vez más, dado que dos meses de atraso salarial dejaron en los bolsillos deudas y angustia.
Para la Policía y los jubilados policiales la cosa no fue diferente, mientras el ministro de Seguridad y candidato a senador Massoni fortalecía al sector anti motines, geo y demás con prebendas llegando a usarlos como “muestra televisiva” en operativos, manifestaciones o cánticos contra los piqueteros en sus entrenamientos, otro sector pasaba hambre. Fue así que cientos de policías recibían bolsas de alimentos que desde los municipios enviaban a las comisarias para que se les entregaran a los policías y jubilados.
Eso desencadenó una contradicción enorme porque los mismos policías que reprimían a los desocupados por pedir bolsas de comida o leña en las intendencias ahora ellos eran los que pedían que se les entregara alimentos. Eso generó una revuelta provincial con piquetes de policías en las rutas y una movilización a Rawson donde dejaron encerrados al ministro Massoni, al ministro de Economía y a la cúpula policial provincial, en las afueras de la Casa de Gobierno hubo quema de cubiertas, insultaron al ministro. Finalmente se firmó un acta de recomposición salarial y con ello la renuncia del ministro Massoni y de la jefatura policial, a semanas del resultado electoral.
A matar o morir: la minería sí o sí
Los resultados electorales dejaron muchas sorpresas, entre ellos un alto porcentaje del FITU. Entre las propuestas por parte del PSTU manifestamos durante toda la campaña electoral que en Chubut hace falta una revolución social para sacarse de encima al Gobierno de Arcioni y las multinacionales. Además de fuerzas como PICH (partido independiente de Chubut) que reflejaron un voto en contra del Gobierno con un discurso anti políticos.
- Ya sin margen, hace más de una semana comenzaron a operar para una sesión exprés que votara la ley de minería, eso fue calentando motores y de preparación para volver a resistir, en medio de una convulsión por ejemplo, conflictos en los puertos ante la falta de trabajo ya que los barcos van a otras provincias cuando la pesca se realiza en aguas chubutenses, los trabajadores de supermercados, de Easy realizaban asambleas en las puertas de los comercios durante toda su jornada laboral reclamando un bono, que en los hechos eran piquetes y paro “disfrazado de asambleas de ocho horas de duración”
Los gremios Petroleros, UOCRA y Camioneros se habían movilizado apoyando la ley; hace casi 3 años la patota petrolera atacó y sacó del piquete a los docentes de ATECH en Comodoro. Aun así teniendo ese ejemplo en lugar de generar miedos hizo que muchos dijeran ahora debemos ponernos más firmes.
A pesar de la enorme movilización el 15 de diciembre los legisladores votaron la ley y el gobernador la firmo en horas, hubo represión muy fuerte para desalojar la Legislatura, lo que provocó que se masificaran las movilizaciones y acciones, que se sobrepasara a las conducciones ambientalistas ya que la votación fue la gota que rebalsó el vaso.
Eso provocó que a pesar de la represión y los detenidos, la bronca contra el Gobierno y el saqueo continuo hizo que se hiciera justicia obrera: por eso la quema de todos los edificios y dependencias públicas, ir a los concejos deliberantes de las ciudades, a las intendencias, autorganizarse día a día para acciones, para correr a las patotas, significó que los gremios portuarios ingresaran al conflicto tomando en sus manos el problema ambiental, el paro provincial de la CTA y ATECH contra la minería, que las organizaciones sociales y diferentes sectores hicieran propia la lucha y avanzaran mucho más allá de lo que cualquier conducción gremial fue capaz. Nada ataba la predisposición de lucha y las iniciativas: ese fue el elemento central del proceso.
Siete días de movilizaciones, acción directa, piquetes en todos los pueblos y rincones de Chubut con epicentro en Rawson y Trelew, que generaron un vacío de poder por un lapso de tiempo, donde la postura fue no retroceder por parte del Gobierno y no retroceder de parte del pueblo insurrecto.
Arcioni da marcha atrás
Ante una ausencia del Gobierno nacional, ante las movilizaciones de apoyo a la lucha chubutense en todo el país, ante las solicitadas de intendentes, fuerzas políticas y la iglesia para que derogara la ley, el gobernador Arcioni anuncia que deja sin aplicación la ley minera hasta que se logre un plebiscito que diga sí o no a la explotación de plata en la meseta.
Aun así las movilizaciones siguieron, el pueblo grita “NO es NO”, “Que se vayan todos”; entonces cambiaron de posición, llamaron de urgencia a una sesión virtual a los legisladores, votaron anular la ley que duró siete días y que provocó la crisis más grande en la provincia y acciones inauditas en décadas.
¡Por el fuera Arcioni y todos los legisladores!
Las condiciones económicas, políticas y sociales de desigualdad en la provincia siguen iguales, hay que terminar la tarea: el camino iniciado debe fijarse metas, esta expresión del pueblo insurrecto debe tener un nivel de organización superior, organizar de cada ciudad concejos populares en donde se elijan representantes, donde se definan áreas como difusión, autodefensa, coordinación, ir a un encuentro provincial con esos representantes con mandatos de base y que sean revocables en cualquier momento, unir todos los reclamos en un pliego común, debatir que tipo de provincia queremos, sobre qué bases refundar nuestra provincia.
Aprovechar este momento para continuar movilizados/as y sacarse de encima al Gobierno y los legisladores, con un plan de lucha, batallar y sumar voluntades en cada empresa o sector.
Está la posibilidad de recuperar todo los que nos robaron, los recursos naturales para que sean estatizados bajo control obrero, las tierras de nuestros pueblos originarios que fueron usurpadas en la Campaña del Desierto. No debemos dejar pasar esta oportunidad de construir una alternativa concreta que enfrente a las multinacionales y a sus gobiernos e instituciones.
Pero se debe tener la firmeza de ir en camino de la huelga general provincial hasta que se vaya Arcioni y terminar con la Legislatura, ya que han demostrado que siempre van a estar contra el pueblo.
Se puede generar miles de empleos en la provincia sin minería contaminante
No hace falta más saqueo de recursos para generar empleos. Por empezar se podría bajar las extensas horas de trabajo en los yacimientos petroleros sin rebaja salarial e incrementar con un turno más, miles de puestos de trabajo.
Más allá del tema minero, la provincia y el país necesitan un plan obrero de emergencia para terminar con el hambre y bajos salarios.
Se podría de dejar de pagar la deuda externa provincial, usar ese recurso para que se reactive todo el parque industrial textil de Trelew, con la expropiación sin pago y estatización de esas fábricas, obligar que toda la industria petrolera, pesquera y del Estado tengan que comprar indumentaria que se realice allí para dar garantías de producción, se podría realizar una planta desalinizadora del mar para uso industrial tanto en la ciudad como en los yacimientos petroleros, para que no se toque una gota más de agua dulce. Una planta de esas características en Comodoro Rivadavia por ejemplo daría más puestos de trabajo para traslado en camiones desde el mar al yacimiento.
Un plan de obras públicas integral, hacer frigoríficos municipales y muchas otras iniciativas más que saldrán del intercambio y la lucha por una nueva provincia.
Por eso son falaces los planteos de gremios como AOMA (minero), Camioneros, Petroleros, de avanzar sí o sí con la minería para la generación de empleos, como si no hubiera otra salida.
Por el momento un plebiscito es un retroceso a la verdadera voluntad popular
El pueblo ya habló, dejo su sangre y lágrimas en cada manifestación, en cada acción, se logró que no se implemente la minería. No hay que cambiar el eje, es lo que quieren aquellos que buscan que el gobernador pueda restablecer el orden, es lo que quieren aquellos que no aceptan la necesidad de cambiar el sistema actual de saqueo y expoliación.
El Gobierno pende de un hilo: llegó la hora de terminarlo, de sacarlo con la fuerza movilizadora. Pero si sobreviven Arcioni y su Gobierno, será por la complicidad de fuerzas políticas como en PRO, UCR, PICH y el PJ, de las conducciones Sindicales de toda índole que buscan el pacto social en nombre de la paz y de aquellos que por miedo u omisión difieren con la necesidad de la revolución social en la provincia, de la construcción de organismos obreros y populares acorde, la constitución de la herramienta política claramente revolucionaria pero sobre todo que para que puedan triunfar a fondo las revoluciones se preparan y desde el PSTU queremos en el marco de la provincia de Chubut y en todo el país forjar un Argentinazo Triunfante, con un gobierno obrero y popular que luche por el Socialismo.
El plebiscito tiene hoy el objetivo de sacar al pueblo de las calles para volver a confiar en el régimen actual donde mandan las multinacionales y los bancos extranjeros. No hay que permitir que la justicia haga procesos judiciales a los luchadores, ninguna imputación, debemos retomar esa solidaridad y mejorar los mecanismos de la autodefensa obrera y popular.
El Chubutazo es de todos; por eso nadie debe adjudicarse su representación, por eso entre todos deberemos aceptar el desafío de crear un espacio que pueda reflejar la lucha y las perspectivas en un programa de ruptura con la dependencia de las multinacionales.
Sin dudas que la experiencia realizada ha sido de mucho aprendizaje, hay que avanzar, lograr que la pelea se entienda a nivel nacional, que se convoque a un encuentro donde se puedan unir todos los reclamos para enfrentar al FMI, al ajuste y terminar con la pobreza con la lucha directa como Chubut y a su vez que en lugar de tener concejos deliberantes y legislaturas, formar nuestras propias instituciones desde las asambleas, la clase obrera, la juventud y las mujeres.