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LA MARCHA CONTRA LA CORTE ¿POR UNA JUSTICIA INDEPENDIENTE O FAVORABLE A UN SECTOR?

Este 1 de febrero, varios dirigentes políticos y sindicales, junto a algunas organizaciones de DDHH progubernamentales (Madres de Hebe y Abuelas), agrupaciones de juristas K y movimientos sociales, convocaron un acto frente a Tribunales con el argumento de luchar por una Justicia “independiente” y favorable a los intereses populares.

El detonante fue la aparición de videos de lo que se llamó “la GestaPro” (Gestapo del PRO), donde funcionarios macristas reunidos con empresarios y miembros de los servicios de inteligencia buscaban la forma de armar causas judiciales contra dirigentes sindicales. El acto se propuso asimismo enfrentar el “Lawfare”, como es llamada la utilización de causas judiciales armadas para perseguir a opositores políticos y luchadores.

Esta convocatoria pudo haber impactado en sectores independientes, así como en honestos luchadores que odian al Poder Judicial por su carácter corrupto y propatronal. Afortunadamente, eso no ocurrió. El acto fue, en verdad, bastante pequeño.

Los socialistas del PSTU hemos sido perseguidos por esta Justicia, tenemos un compañero -Sebastián Romero- preso y otro -Daniel Ruiz- absurdamente condenado junto a César Arakaki del Partido Obrero. Se podía suponer que teníamos interés en convocar a acto. Pero no es así.

No convocamos porque en verdad, ese acto bajo argumentos aparentemente correctos, escondió objetivos diferentes. Lejos de buscar una justicia “favorable a los intereses populares”, busca una justicia tan patronal e injusta como la que hoy existe, pero obediente no al macrismo sino al actual Gobierno. Es en realidad un acto de defensa de la podrida justicia patronal, pero que busca un cambio favorable para quienes hoy están en el poder. Y en defensa de lo más corrupto de la burocracia sindical.

A los hechos

Dijo Baradel: «Lamentablemente hay un sector del Poder Judicial que responde a las corporaciones y no imparte justicia”, “no responde en términos generales a los intereses de nuestro Pueblo y de nuestra Patria”.

Pero no es “un sector” del Poder Judicial, sino todo ese Poder quien responde a los intereses patronales y “no imparte justicia”. No existe Poder Judicial independiente, porque depende de un régimen político y una Constitución favorable a un determinado sistema económico, el capitalismo.

Hay jueces favorables a un gobierno y otro, a un ala u otra de las clases dominantes. Pero nunca habrá en el capitalismo, un Poder Judicial que responda a los intereses del Pueblo y la Patria (entendida como el lugar en que vivimos y trabajamos la gran mayoría de los trabajadores y el pueblo con nuestras familias). Toda Justicia responde a la clase que tiene el poder.

Con Macri, la Justicia favorecía, hacía Lawfare y fallaba en beneficio del poder de turno, y contra los intereses de la mayoría. Con el Gobierno de Cristina, la Justicia hacía lo mismo al servicio de su Gobierno. Se arman causas entre ellos, pero todos juntos arman causas a los luchadores, o a los jóvenes hijos del pueblo para cargarles delitos que no cometieron. En la era Macri, Milagro Sala y varios integrantes de la agrupación Tupac Amaru conocieron la cárcel por organizar un acampe de protesta en Jujuy (2016);  César Arakaki, Daniel Ruiz, Sebastián Romero, por enfrentar las Reformas Previsional y Laboral en diciembre de 2017; choferes de la línea Este por parar contra la empresa en reclamo de mejoras laborales (2019). Pero durante los gobiernos kirchneristas, la clase obrera también registró miles de procesados por luchar, en varios casos condenados, como diez petroleros de Las Heras a quienes se dictó cadena perpetua y prisiones de cinco años, en un juicio trucho por la muerte de un oficial durante una terrible represión a los trabajadores en lucha (2006).

Lo decimos con toda autoridad. Sufrimos la persecución, exilio y cárcel de nuestros compañeros Sebastián y Daniel de parte de Macri y su Justicia,  y hoy los compañeros siguen condenados bajo el actual Gobierno. Y en época de Néstor Kirchner sufrimos también la persecución y cárcel de “los presos de Caleta Olivia”, algunos de ellos militantes de la LIT, justamente en Santa Cruz, la provincia donde la Justicia local estaba completamente sometida al kirchnerismo.

Es decir, este acto intenta enfrentar a un sector más dependiente del macrismo, para lograr el predominio de otro sector, favorable al actual gobierno.

Junto a eso, el acto tuvo la presencia de sectores sindicales que jamás participan de ninguna acción progresiva, como Omar «El Caballo» Suárez (dirigente portuario) o Juan Pablo «Pata» Medina (UOCRA La Plata).

Ambos son parte de lo más podrido de la burocracia sindical, robaron a los afiliados de sus sindicatos quedándose con fondos de los gremios. La única preocupación de estos traidores es salvarse ellos, y no defender ningún interés obrero y popular.

¿Qué Justicia necesitamos?

Por supuesto que este Poder Judicial -todo, no “un sector”- es contrario a los intereses populares.  Lo que verdaderamente necesitamos es barrer con toda la Justicia patronal, en el marco de un cambio total de país. En un país donde gobiernen los trabajadores y el pueblo, en ruptura con el FMI y el imperialismo, hacia la conquista de una segunda y definitiva independencia continental, camino al socialismo, habrá verdadera Justicia para los trabajadores y los luchadores. Y sin clemencia hacia los explotadores, corruptos, traidores o criminales.

No será un “Poder Judicial” como el actual, una elite vitalicia que nadie puede elegir ni sacar de sus cargos, sino parte de los organismos o comités que representen a toda la población, elegibles y revocables en todo momento, y responsables cada día ante quienes los eligieron. Con tribunales populares que juzguen sobre criterios de interés general de los oprimidos.

Esos organismos elegidos democráticamente por los trabajadores y el pueblo, harán nuevas leyes, para impedir la explotación, el crimen, la opresión, la represión. Serán los encargados de ejecutar esas leyes, llevarlas a la práctica.  Y serán los responsables de juzgar y condenar a quienes pretendan mantener este sistema capitalista corrupto, así como quienes cometan crímenes y delitos contra el pueblo. Incluso la delincuencia común.

Eso ya ocurrió en la historia. Cuando nos liberamos de España, los libertadores crearon nuevas leyes y nueva Justicia, al servicio del nuevo régimen. En la Unión Soviética de sus inicios, cuando los obreros tomaron el poder a la cabeza de los soviets, dirigidos por Lenin y Trotsky, impusieron una Justicia al servicio de los trabajadores y el pueblo, y contra los explotadores y corruptos. Todo proceso de cambio revolucionario, revoluciona también los métodos para impartir justicia.

Es difícil, pero no hay otra salida. No podemos pelear contra un Poder Judicial corrupto “macrista” de la mano de quienes buscan un Poder Judicial corrupto “peronista”.

Tenemos que pelear por una Justicia obrera y popular, bajo un gobierno de los trabajadores, producto de una revolución social.