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¿Cambiar el mundo o conseguir un puesto?

Es día de semana y te interrumpen la novela,el partido de fútbol porque habla para todos los argentinos y argentinas la presidenta Cristina Kirchner (otra vez). Seguramente lo hace para responder a algún hecho importante,como las inundaciones en Córdoba y otras provincias. O simplemente para anunciar algún aumento miserable a los jubilados.Mientras te hacés unos mates, escuchás que además de las denuncias de desestabilización la presidenta siempre habla de su “juventud militante”, de los recuerdos de su militancia juvenil en La Plata y otros cuentos.Cuando lanzó el plan PROGRESAR, vimos los patios de la Casa Rosada colmados de militantes jóvenes. Y escuchamos las palabras de la señora Fernández: “hemos construido una juventud sin odios, hemos construido una juventud con amor, con amor por la política,con amor por la paz, con amor por la patria,sí, por la patria, los jóvenes, jóvenes que aman la patria.”(1). Sin embargo, ¿fue el Gobierno Nacional el que nos otorgó la posibilidad de organizarnos y de hacer política?

La Juventud tomó las calles

Consideramos que el discurso kirchnerista se apropió sí de muchos jóvenes que buscaban en la política una salida. Sin embargo,no fueron ellos los que otorgaron esa posibilidad. La gran inserción de jóvenes a la discusión de gobierno y opción es para el cambio surgió de la necesidad de hacerlo. En una Argentina diezmada por la pobreza y la impunidad, en los 90 y con el estallido del 2001. A partir de esos años,las calles se colmaron de jóvenes a los gritos de “que se vayan todos”, llenaron las asambleas de los barrios, lucharon contra la reforma educativa en las universidades y secundarios, resistieron en las fábricas y enfrentaron la represión.Hábilmente, el gobierno de Néstor se apropió de estas movilizaciones, a través de subsidios y una política para detener el desempleo,pero generando puestos de trabajo en negro e hiper precarizado. Surgió con fuerza La Cámpora, brazo derecho del kirchnerismo,y comenzó el discurso de que la juventud recién ahí estaba despertando. Sin embargo, la incorporación fue a través de la inserción de militantes allegados al Gobierno en muchos organismos del Estado.

La juventud de Aerolíneas y AFI.

Los jóvenes kirchneristas fueron copando todas las entidades adonde el Gobierno debía ejercer su poder de mando. Ejemplo de esto fue la incorporación de los dirigentes de La Cámpora en Aerolíneas, luego de su nacionalización. El propio Mariano Recalde,se encuentra al frente de la institución desde 2009, y ahora es candidato a Jefe de Gobierno Porteño para las PASO 2015. Lo oscuro de esto es que está acusado de enriquecimiento ilícito desde 2013, justamente porque reciben no uno, sino ¡tres salarios! Por parte de la administración pública. Además, aerolíneas fue denunciada por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) de tener pérdidas por US$ 2,3 millones diarios.Por otra parte, es bien conocido el caso de ANSES, al frente de Diego Bossio (precedido por el mismísimo vicepresidente,Amado Boudou). Inundado de militantes kirchneristas. Desde 2003 el organismo que administra el sistema jubilatorio argentino(y los millonarios recursos que eso implica)duplicó sus oficinas en todo el país.(2) Y jóvenes militantes de La Cámpora presiden gran parte de ellas, mientras que en la mayoría ya lograron ocupar otros espacios y cargos.Además se trata de un organismo estratégico:desde allí se accede a los datos de la mayoría de los habitantes del país, y al manejo de la gran caja de fondos que se utiliza para pagar deuda externa y sostener todos los planes que implementó el kirchnerismo en el último tiempo.La novedad más reciente, es el llamamiento a los jóvenes camporistas a formar parte de la AFI, en reemplazo de la ex SIDE. Para “democratizar” los organismos de inteligencia(como si eso pudiera ser hecho),el Gobierno ya comenzó a educar en la Escuela Nacional de Inteligencia, a más de 200 jóvenes, muchos cercanos al ex secretario de presidencia, Oscar Parrilli. Algunos nombres que se dieron a conocer en los últimos días son de dirigentes ligados a La Cámpora,como Martín Alaniz, concejal de La Cámporaen La Plata; Rodolfo Tailhade, abogadoligado a Wado De Pedro (secretario generalde presidencia). Según la juventud kirchnerista,“Están limpiando a todos los que respondían a Stiuso y los reemplazan con compañeros.”(3) De esta manera, están “humanizando”a los organismos de inteligencia,que lo que hacen es espiar luchadores,dirigentes sindicales y políticos. Luego del escándalo del Proyecto “X”, el Gobierno está buscando maneras de contener la protesta social, que se suman a las leyes antipiquetes y antiterrorista.

Marcha del 16 de septiembre
Marcha del 16 de septiembre

Notas:

1 En: http://www.cfkargentina.com/cristina-lanzamiento-progresar-militantes/
2 En: http://www.clarin.com/politica/Campora-ANSeS-construir-escala-nacional_0_854914576.html
3 En: http://www.lanacion.com.ar/1772264-elgobierno-recluta-militantes-para-la-nueva-agenciade-inteligencia


Los jóvenes debemos organizarnos de manera independiente

En nuestro país, a pesar del discurso del Gobierno, la juventud en sí no ha mejorado por esto su calidad de vida. Actualmente hay en Argentina 7,6 millones de jóvenes de entre 18 y 35 años activos. De ellos, 2.3 millones están en negro, y 740 mil no tienen trabajo (según la Encuesta Permanentede Hogares). La deserción escolar ha ido en aumento, y los más pobres caen en manos de la delincuencia, la trata y el narcotráfico. Entonces, de qué manera nos debemos organizar para cambiar esta situación. Ya vimos que estar con el Gobierno, nos puede dar puestos altos en el Estado, beneficios sobre todo ligados a la corrupción y el manejo ilícito de fondos. Que lejos de garantizar mayor educación y acceso al trabajo, los números reflejan que estos beneficios sólo han ido a un sector muy minoritario. Los que estamos en los barrios, en las escuelas y en las fábricas no hemos recibido ni migajas con los planes del Gobierno, desde Progresar hasta la AUH.

Es necesario organizarnos independientemente del Gobierno Nacional. No podemos marchar junto a los que nos imponen el Código de faltas en Córdoba, quienes dejan a las escuelas públicas sin presupuesto y se roban la plata de aerolíneas y ANSES. Para militar lo debemos hacer por convicción, por convencimiento de una idea política, de un objetivo en común. Y no por dinero, arribismo o búsqueda de una salida individual. Así lo hacen los jóvenes del Gobierno, y los de la oposición, que no son nada distintos. No podemos ser la juventud llena de merchandising y sin entender el programa que estamos defendiendo, repartiendo remeras y lapiceras del PRO, de Massa o de Cristina.

Los jóvenes tenemos lugares de organización que han sido nidos de activistas en los años más duros de la historia, los centros de estudiantes, las federaciones estudiantiles y los sindicatos. Fuimos parte de la lucha que tiró abajo planes privatizadores, de la revolución que derrotó la dictadura y de la juventud que soportó desapariciones, y lo sigue haciendo, junto a Luciano Arruga e Ismael Sosa.
Tenemos que recuperar estas herramientas al servicio de las necesidades que debemos saldar hoy. Es necesario identificar al Gobierno como el que aplica el ajuste y deja los trabajos más precarizados para nosotros. No alcanza con decir que hay algunas medidas que son progresivas, como lo hacen las agrupaciones castrochavistas, Patria Grande o los integrantes del nuevo Frente de Izquierda Popular. Porque los problemas de fondo siguen estando. Exijamos a las federaciones estudiantiles, a nuestros centros de estudiantes, y a las centrales sindicales que se pongan al frente de nuestras reivindicaciones. Para exigir mejores trabajos, educación pública, gratuita y de calidad, para tirar abajo el plan
de ajuste que nos quieren imponer.