Javier Milei dedica una parte importante de su espacio en televisión a denunciar al socialismo. Señala al Gobierno, incluso a Horacio Rodríguez Larreta o a la propia Patricia Bullrich de Juntos por el Cambio (JxC) como socialistas.
¿Son realmente socialistas? ¿Qué es realmente el socialismo?
Responder eso es imposible sin definir el capitalismo. Para los marxistas, el capitalismo es un sistema económico que se apoya en la explotación de los capitalistas (los empresarios, dueños de las fábricas, las tierras, las máquinas) hacia los trabajadores.
En el capitalismo todo está determinado por una sola cosa: las ganancias de las empresas. Son varios los políticos que lo reconocen sin dar muchas vueltas, por ejemplo, cuando dicen que la desocupación o los bajos salarios son porque la Argentina «no es competitiva». O sea, no cumple las condiciones que quieren los empresarios para ganar más dinero.
Hoy esto se amplifica aún más a causa del imperialismo, el estadio actual del capitalismo. Una inmensa mayoría de la producción mundial está concentrada en manos de unas pocas empresas. Las multinacionales de los países dominantes se llevan los recursos de los países como el nuestro y nos hacen importar tecnología a precios altísimos.
Socialismo es lo opuesto a capitalismo
Muchas veces se afirma de manera engañosa que el socialismo cuestiona la propiedad privada, en el sentido de que nadie podría tener un celular, un auto o una casa. Pero lo que realmente cuestiona es la propiedad privada de los medios de producción.
Cuando hablamos de socialismo, los marxistas nos referimos a otro sistema económico. Un sistema en el que las fábricas, los recursos naturales, la energía, están en manos de los mismos trabajadores que los ponen a funcionar.
El capitalismo es el reino del caos: sobran autos, pero la gente no puede comprarlos, hay gente viviendo en la calle y otra que vive en enormes mansiones y cuenta con muchas otras propiedades, por dar algunos ejemplos.
En el socialismo, sucede lo contrario. La producción no se organiza en base a la ganancia, sino que existe una economía planificada. La tierra, los recursos naturales, las principales industrias, los bancos y el comercio exterior también están en manos de los trabajadores, evitando la “timba” financiera. Y controlando cuánto entra y cuánto sale del país. Y todo se ordena para garantizar todo lo que necesite la población: alimento, techo, ropa, tecnología, esparcimiento.
Entonces ¿Argentina es hoy socialista?
De todo esto podemos concluir que, contrario a lo que dice Milei, el Gobierno peronista de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa no tiene nada de socialista.
Somos absolutamente dependientes de los designios del FMI y los organismos financieros internacionales. Tenemos recursos naturales de sobra: petróleo, gas, oro, plata, litio, agua y más. Hemos sido el granero del mundo y producido alimento para 10 veces nuestra cantidad de habitantes. Pero aún así un 30% de las niñas y niños pasan hambre. Las multinacionales nos saquean y se lo llevan todo para afuera.
Todo esto no es más que capitalismo en estado puro. Quienes siguen teniendo la manija del país son los empresarios. Agitar que Massa o Larreta son socialistas no tiene otro objetivo que el de tirar la culpa para otro lado, de acusar expresamente a quienes planteamos la única salida real a esta crisis de ser los responsables de la misma.
Los trabajadores movemos el mundo
Todo lo que utilizamos día a día es producido por las manos de obreras y obreros, a partir de materias primas que son extraídas por otros trabajadoras/es. Las industrias no funcionan si nuestras manos no las ponen en marcha. Es muy difícil imaginar una fábrica sin obreros ¿Pero una fábrica sin empresarios? La historia ha demostrado que estos no son necesarios. A partir de la Revolución Rusa en 1917 los trabajadores tomaron el control del Estado y lograron un desarrollo económico sin precedentes. En Argentina, sobre todo a partir del 2001, tenemos la experiencia de varias fábricas que resisten los cierres y son puestas a funcionar por sus trabajadores.
Sin embargo, el capitalismo es un sistema mundial y no se rinde sin dar pelea. Por eso el socialismo no tiene posibilidad alguna de triunfar sin una revolución mundial que barra a las potencias imperialistas. Es por eso que construimos un partido mundial, la Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (LIT-CI).
Por supuesto que está página no es suficiente para decir todo lo que se puede decir sobre capitalismo y socialismo. Por eso te invitamos a leer el folleto “¿Qué es el capitalismo y por qué luchamos por el socialismo?”, editado por el PSTU, que podés pedirle a quien te entrega Avanzada Socialista. Y a partir de ahí discutamos cómo construir una herramienta que transforme esta injusta realidad en la que vivimos.