El resultado de las elecciones abrió debates sobre la posibilidad que sectores de ultraderecha como Javier Milei pueda a ser presidente de la Argentina.
Estos análisis se dan centralmente en el oficialismo que tiene como candidato al actual Ministro de Economía devaluador y ajustador, Sergio Massa. Tanto dirigentes políticos, gremiales, sociales y periodistas de ese espacio se limitan a la conclusión de que hay que votar a Massa para que no llegue una derecha fascista que va a privatizar y va a gobernar para los empresarios y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Limitando y evitando cualquier análisis del por qué se fortalece un sector de ultraderecha en la Argentina, que en su historia tiene grandes acontecimientos como la pelea contra la última Dictadura Militar, y conquistas como la salud y educación pública, entre otras.
Es un hecho que la campaña electoral en las PASO estuvo marcada por una agenda inclinada hacia la derecha y eso incluye al mismo peronismo-kirchnerista. Campaña donde los principales planteos estuvieron alrededor de la necesidad de Reformas Laboral y Previsional, el pago al FMI y el aumento de acuerdos con privados para incrementar la extracción de petróleo y litio entre otros minerales.
Por su parte el macrismo de Juntos por el Cambio (JxC) hizo campaña con un discurso con esa agenda, pero prometiendo que estas reformas las va a realizar de manera inmediata y haciendo todo lo que tenga que hacer para que se impongan, incluido reprimir si es necesario como lo hizo en Jujuy para imponer la Reforma Constitucional.
Milei, que sin duda apretó el acelerador y fue a fondo, promete barrer con la “casta” política y privatizar la salud y educación, tomando el modelo chileno, hasta en las cárceles. Pero su propuesta bandera es la dolarización.
La enorme cantidad de votos que recibió Milei en grandes concentraciones de trabajadores y sectores populares como es el tercer cordón del conurbano, no se puede explicar si no es por los golpes que vienen sufriendo sus bolsillos en los últimos años todos estos sectores. Quienes tienen la posibilidad de tener un trabajo registrado perdieron más del 20% de su salario y el empleo informal llega al 40%. Y ni hablar de los jubilados que desde septiembre percibirán una mínima de $124.000.- con bonos miserables cuando la canasta básica ya sobre pasa los $260.000.-
La realidad de quienes fueron gobierno durante estos últimos períodos de democracia burguesa es que aplicaron justamente las opciones de Juntos por el Cambio y del peronismo de Unión por la Patria (UxP). Entonces, limitar el análisis como lo hacen sectores, por ejemplo, el del peronista Juan Grabois, quien sostiene que la gente vota a Milei porque cree que va cobrar lo mismo que cobra hoy, pero en dólares, es no hacer una autocrítica del Gobierno y sus medidas ajustadoras obedeciendo al FMI.
¿Hay que llamar a votar a Massa?
Sectores internos de UxP que en su momento se han pronunciado en contra del acuerdo con el FMI y de las medidas de ajuste de Sergio Massa, hoy pretenden borrar el historial del Ministro candidato y llaman a votarlo sin ningún tipo de cuestionamiento, incluso Grabois que lo enfrentó en las PASO. Utilizan la misma lógica que instalaron en las elecciones del 2015. Es la “lógica del mal menor” para que no gane la derecha, una lógica equivocada porque creer que a la derecha se la va a frenar a través de las elecciones, es omitir la historia de la lucha de clases que siempre enfrentó y derrotó a los sectores reaccionarios en las calles y no en las urnas. Por eso limitar a que los trabajadores y sectores populares solo voten, en vez de preparar el enfrentamiento a Milei, Bullrich y al mismo Massa (hombre del
FMI dicho por Grabois) no es más que seguir fortaleciendo un sector y una agenda inclinada a la derecha que solo significa pérdida de conquistas y derechos del pueblo trabajador.
Por eso hay que pelear por un voto que prepare el enfrentamiento el día después de las elecciones. Y por ello nuestros candidatos están en la lista del Frente de Izquierda de los Trabajadores – Unidad. Tenemos muchísimas diferencias con los partidos que componen el FIT-U y la campaña que están haciendo (ver página 16). Pero no deja de ser hoy el único frente independiente de los partidos patronales, porque no lleva patrones en sus listas. Es por eso que, con nuestra campaña, discutiendo un modelo de país opuesto por el vértice al que proponen Milei o Massa, reafirmamos nuestro llamado a votar por el FIT-U. Porque cada voto será un voto de rechazo al plan de ajuste que están preparando los candidatos del FMI.