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Hicimos el encuentro: ¡Ahora, a organizar la pelea!

En octubre se realizó el 36º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, de manera unitaria a diferencia del año pasado. Miles viajamos a Bariloche, Río Negro, lugar elegido para dar importancia a su nueva denominación de plurinacional, tomando la causa de las presas mapuches, en este momento con prisión domiciliaria. Lamentablemente, el centro no fue la exigencia de su liberación y la denuncia sobre la causa, sino los debates electorales y la expectativa de derrotar a la derecha con el voto.  

Analicemos un poco el contenido

Este nuevo formato ampliado a otros sectores oprimidos de la sociedad, nos parece un paso adelante. Pero año a año, los Encuentros constituyen solo un lugar de debate y de catarsis. Además son espacios policlasistas: quieren hacernos creer que todas las mujeres y disidencias somos iguales. Y si bien todes sufrimos la opresión, algunes no tenemos ni para comer, somos precarizades o vivimos de ayudas del Estado. Mientras otras son empresarias o funcionarias y legisladoras, sin ninguna necesidad en común con nosotres. Por eso apoyan políticas de Estado que van en contra del pueblo trabajador. 

Cada vez reúnen menos sectores del movimiento obrero y de les más precarizades, lo que esta vez se hizo crítico por la lejanía, limitando así la participación por días laborales. Hay que agregar lo costoso de pasajes, comida y alojamiento, a precio dólar, en una de las ciudades más turísticas y exclusivas del país. 

En verdad, las mujeres y diversidades obreras nunca tuvieron gran acceso al Encuentro. En las fábricas no daban días de permiso, antes ni ahora, a efectives ni contratades. Y para integrantes de movimientos sociales es actualmente carísimo, lo que disminuyó su presencia.

Eso se notó en los talleres: muches estatales, y cuadros militantes, poca juventud y personas travesti trans, justamente les más postergades.  

Aspectos para pensar

Contra el sentimiento colectivo, las direcciones ignoraron a las organizaciones originarias y de las mujeres jujeñas, protagonistas de la más grande lucha de este año contra el saqueo y el ajuste. Tanto en los discursos de apertura y cierre como en la tradicional marcha final fueron borradas, tanto que las corrieron de la cabecera. Aunque luego, qué ironía, se proclamó a la capital de Jujuy como sede del próximo Encuentro. Dicha marcha, como ya es costumbre, se negó a repudiar el rol nefasto de la Iglesia, planeando un recorrido lejos de la Catedral de Bariloche.

Tampoco hubo una convocatoria de solidaridad con las presas mapuches, para exigir su desprocesamiento y libertad inmediata a la Gobernación y a la Justicia.

Las direcciones del Encuentro no quieren enfrentar al Gobierno Provincial o Nacional, responsables del 60% de precarizades, de la enorme desocupación del país y de todas las violencias de las que las mujeres y sectores oprimidos somos el blanco principal. 

¿Por qué participamos?

El Encuentro es un espacio con multitud de mujeres y disidencias, donde es importante ir a dar los debates y a presentar nuestro programa de clase, de cara a una salida que empiece por la necesidad de organizarnos para luchar y avanzar a un cambio de país donde gobernemos les trabajadores. 

Porque ni Sergio Massa ni Javier Milei van a mejorar nuestras vidas, ya que son parte de diferentes partidos, frentes o coaliciones que gobiernan desde siempre y nos arrastran cada vez más a una mayor pobreza y a casi nulas posibilidades de progreso. También llevamos la solidaridad con la resistencia ucraniana y el pueblo palestino, así como la campaña contra la criminalización de la protesta, encarnada en la persecución política a nuestro compañero Daniel Ruiz y a César Arakaki, del Partido Obrero 

Viajamos un grupo de compañeres de la Patagonia y de Buenos Aires a dar esas batallas políticas. Y así lo hicimos, en oposición a los partidos que integran Unión por la Patria (UxP) e incluso a la izquierda que conforma el FIT-U,  que priorizaron lo electoral y la propaganda de sus candidatos/as. 

¿Cómo seguir?

Los Encuentros nos ayudan a conocer problemáticas y distintas propuestas para afrontarlas. Pero no resuelven esas cuestiones porque no son organismos representativos, que discuten y votan acciones de lucha.

Es por eso que desde el PSTU proponemos llevar esos problemas y propuestas a la clase trabajadora. Llamamos a organizarnos, en todos los lugares, desde los barrios, las fábricas y las escuelas, para imponer la pelea por nuestras necesidades reales, sumando a los compañeros varones a que tomen esta bandera como propia. Debemos empezar a fortalecernos desde abajo y es imperioso sobrepasar a las direcciones, ya que son las que nos vienen conteniendo para no debilitar al Gobierno.  En este camino nos encontramos, tengamos enfrente a Milei o a Massa. Te invitamos a sumarte a las filas del PSTU y a luchar juntes hacia una Revolución Obrera y Socialista, por un mundo más justo.