A pocos días de que asuma el nuevo Gobierno, el flamante Presidente va cerrando su nuevo gabinete. Los nombres que surgen, confirman la participación del sector de Cambiemos encabezado por Mauricio Macri.
La temible “casta” terminó ingresando en el Gobierno, y en puestos claves, demostrando que poco hay de nuevo en el armado que propone el Presidente electo.
Tal configuración no es casual, sino que está al servicio de los planes de Gobierno, con apoyo de sectores del imperialismo y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Quien si no, para darle más seguridad al organismo que el nombre de Luis Caputo, ex secretario de Finanzas del Gobierno de Mauricio Macri y uno de los responsables del endeudamiento de la Argentina con el FMI. Un hombre del banco estadounidense JP Morgan y benefactor de la timba financiera con el dólar futuro.
Llama la atención la designación de Caputo, porque su gestión durante el Gobierno macrista fue muy criticada por Milei. El Presidente ahora dice necesitar un hombre que se maneje bien en el mundo de las finanzas para desactivar la bomba de las Leliqs del Banco Central. Bomba de la cual Caputo es responsable en gran medida. Con utilidades millonarias del sistema bancario que paga el Estado.
Milei en su campaña prometía que el área seguridad y defensa iba a estar bajo la responsabilidad de la flamante vicepresidenta Victoria Villaruel, un personaje sumamente admirador y sumiso de los genocidas y empeñada en su defensa. Lo que finalmente pasó es que el área terminó en manos del macrismo y de su fórmula presidencial, el radical reaccionario Luis Petri en el Ministerio de Defensa y la ya conocida Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad. Esta última estaba al frente de ese Ministerio durante el Gobierno macrista cuando se dieron los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, entre otros casos emblemas. Como también es responsable directa de la persecución a los luchadores del 18 de diciembre del 2017 como Sebastián Romero, Daniel Ruiz y César Arakaki, quienes estuvieron en prisión y hoy luchan por la absolución.
Yendo a los ministerios que se encuentran dentro de la órbita de La Libertad Avanza uno podría pensar en encontrar caras nuevas y alejadas de la denunciada “casta” pero no. Uno de esos es Rodolfo Barra, ex ministro de Justicia del peronista Carlos Menem, designado como Procurador del Tesoro Nacional. Barra, que tuvo que renunciar en los ‘90 por haber participado de un ataque a una sinagoga y se justificó diciendo “si fui un nazi, me arrepiento”.
También se encuentran la ex vicepresidenta de la derechista Unión de Centro Democrático (UCEDE), Sandra Pettovello, que estará a cargo del “súper ministerio” de Capital Humano. Y el ex diputado cavallista y funcionario del peronista Daniel Scioli, Guillermo Francos, como Ministro del Interior, interlocutor con los gobernadores provinciales. No es casual que el Secretario de Educación será Carlos Torrendell, defensor a ultranza de la educación privada y ligado a la Iglesia Católica. Y por otra parte, Diana Mondino, como Ministra de Asuntos Exteriores, vinculada a sectores capitalistas privados, defensora a ultranza de las relaciones con EE.UU.
Obviamente que el sector privado también tiene parte de la torta en los ministerios libertarios empezando por el de Infraestructura que contempla todas las obras del Estado y otras como Transporte, Obras Públicas, Minería, Energía y Comunicaciones. Con el fin de otorgar al sector privado las obras que venía realizando el Estado.
De todos estos nombres, ninguno es al azar, el objetivo y las tareas son claras, avanzar rápidamente con el ajuste (dicho por el mismo Milei) y con esa misma velocidad aumentarán el hambre, la desocupación y la represión.
Por ello van a hostigar desde el poder del Estado a cualquiera que intente frenarlos.
Todo, con un peronismo ausente y aún llorando su derrota, con sectores como el de Juan Grabois anunciando que la lucha será con la Constitución bajo el brazo, con una CGT, las CTA, y la UTEP que realizan solo tibias declaraciones ante tan oscuro panorama. Por eso los únicos capaces de frenar el ajuste seremos los trabajadores y trabajadoras, que debemos exigir e imponer asambleas resolutivas en cada lugar, para fortalecer la auto organizacion obrera y popular que fije un plan de lucha en las calles. De esa manera podremos crear las condiciones para convocar un paro general que unifique todos los reclamos, uniendo a desocupados, precarizados, ocupados y jubilados. Sin dudas será una lucha dura en donde deberemos también defendernos de la represión que prepara el nuevo Gobierno y de las causas judiciales contra quienes luchamos.