A partir del 10 de diciembre Javier Milei será el próximo Presidente de la Argentina. Muchos trabajadores lo votaron confiando en “algo distinto” a las fórmulas que nos vienen gobernando desde hace años. Otros lo votaron solamente en rechazo del ajuste que venía implementando el Gobierno.
También los hubo quienes votaron por el peronista Sergio Massa, no convencidos de que fuera a ser un Gobierno que beneficiara al pueblo trabajador. Sino, por miedo a lo que representa Milei y a los ataques que ya está confirmando.
Este Gobierno no traerá la solución
Milei ya ha anunciado su “plan motosierra”. El ajuste que había prometido que haría contra la “casta” política, lo hará contra los trabajadores. Él mismo no niega que habrá estanflación durante los primeros años. Aumentará las tarifas, liberará los precios y más. Quieren generalizar los «contratos basura» legalizados durante el actual Gobierno (como en Techint) y los fondos de cese laboral estilo UOCRA. Ya han comenzado los despidos en varios lugares, a veces al descubierto, otras veces como retiros voluntarios.
Hay muchas compañeras y compañeros que creen que este ajuste es necesario. Y que inevitablemente la pasaremos mal durante unos años antes de poder salir adelante. Pero la realidad es que mientras quienes menos tenemos sufriremos las consecuencias del plan de Milei, los grandes empresarios seguirán ganando fortunas, ahora con impuestos reducidos, y mayor especulación con los precios.
Y ni hablemos del FMI que seguirá vaciando nuestros bolsillos con la estafa de la Deuda Externa. O las multinacionales del petróleo y la minería que van a embolsar millones con el litio y el petróleo mientras destruyen el medio ambiente.
Esperar tampoco puede ser un camino
Por otro lado, la mayoría de los dirigentes peronistas llaman a dejar gobernar. Algunos, como Daniel Scioli, podrían hasta ser parte del nuevo Gobierno. Así como frente al macrismo le dijeron a la gente “hay 2019” ¿harán lo mismo con Milei?
Mientras tanto los trabajadores seremos golpeados por la Reforma Laboral, por todo el ajuste en su máxima expresión ¿Cuántos llegaremos al 2027 en estas condiciones?
Muchos entre quienes votaron al peronismo se sienten indignados con el resultado electoral. Hay enojo con quienes apostaron por un tipo que no solamente dice sin vueltas que quiere hacer un ajuste de proporciones gigantescas, sino que también es un negacionista de la última Dictadura Militar.
Pero tenemos que comprender que fue el Gobierno de Alberto, Cristina y Massa, el que le dio vía libre a Milei y compañia. Su plan de ajuste le permitió al economista libertario crecer y ganarse a un sector importante, sobre todo entre los más jóvenes. Así se colocó como una alternativa “antisistema” contra los políticos que durante años nos vienen hambreando, desde Macri hasta los Fernández.
Eso es la consecuencia del “hay 2019”. Quienes se ilusionaron con Alberto, se vieron decepcionados y ahora apostaron a una cara nueva.
Preparar la resistencia
Claramente no podemos esperar al 2027. Las medidas de Milei exigen una respuesta contundente de los trabajadores. Lamentablemente hoy estamos divididos, y los dirigentes van en el sentido contrario al que necesitamos.
Hay quienes ya están saliendo a luchar, como los trabajadores de obras en las represas en Santa Cruz. En el SENASA se planteó un paro de 72 horas, pero ATE acató el engaño de la conciliación obligatoria, cuando peligran los puestos de trabajo. Será importante solidarizarse con estos conflictos. No dejarlos solos. Formar coordinaciones entre las luchas que surjan a través de comités elegidos en asambleas.
Pero hay otra tarea que será de vital importancia. Tenemos que explicar a nuestras compañeras y compañeros de trabajo, no importa a quien haya votado, que nos espera un ataque brutal. Y no será cuestión de ver la luz al final del túnel. Nos van a exprimir para llenarse los bolsillos.
Preparar la resistencia empieza por convencer a nuestro compañero de al lado, de la necesidad de organizarnos contra lo que se viene. Porque no nos servirá resistir improvisadamente, tenemos que luchar para ganar.
Necesitamos una salida de los trabajadores
Pero por más que debamos pelear, no podemos solamente resistir toda la vida. Hay que romper con la lógica de la democracia para ricos que nos hace elegir cada 4 años, para marchar de mal en peor. Para dejar de ser los que pagamos siempre los platos rotos, los trabajadores tenemos que ocupar nuestro lugar en la historia. Como dijimos en la campaña electoral, lo que verdaderamente hace falta es una Revolución Obrera y Socialista, que ponga las principales palancas de la economía en manos de quienes movemos el mundo. Con los recursos naturales, las grandes fábricas, los puertos, todo controlado al servicio de las necesidades del pueblo, ahí podremos comenzar un nuevo capítulo y un cambio de raíz a nuestro favor.