Aunque el Gobierno intentó por todos los medios que no se concrete, ofreciendo a la burocracia de los gremios convocantes aliviar las finanzas de las obras sociales, al cierre de esta edición de AS todo indica que el paro del 31 de marzo se hará. Es un paro llamado por las conducciones de los gremios del transporte (encabezados por la UTA, la Fraternidad y los camioneros) por la elevación del piso del impuesto a los salarios y por un aumento de emergencia a los jubilados. Pero al adherir las CGT de Moyano y de Barrionuevo y la CTA de Micheli, estas centrales agregaron el reclamo de un “sinceramiento del Gobierno” sobre la inflación y el desempleo.
Además Moyano ha anunciado la convocatoria a un plenario de la CGT que encabeza para mediados de abril, en el que se resolvería la convocatoria a un nuevo paro de 36 horas con movilización para el mes de mayo.
Un canal para la bronca de los trabajadores
Aunque el impuesto al salario solo afecta a un 10 por ciento de los trabajadores y las consignas que agregan las centrales opositoras sean poco claras, esta convocatoria puede y debe ser un canal para que se exprese la bronca de los trabajadores, tanto por la infl ación que se devora los sueldos, como por el nuevo intento de poner techo a los aumentos en paritarias, los crecientes despidos y suspensiones y la precariedad laboral que afecta a casi un 40% de la fuerza de trabajo.
Por eso el PSTU se sumó a las fuerzas que participaron el sábado 21 de marzo en un plenario convocado en la seccional del Sindicato de Trabajadores del Neumático (SUTNA) de San Fernando y que resolvieron impulsar de conjunto el paro en forma activa o, en caso que la burocracia lo levante, concretar una movilización al Ministerio de Trabajo.
En ese plenario insistimos en la necesidad de denunciar el pacto de ajuste y entrega que une a las fuerzas patronales de oposición y la burocracia con el Gobierno y exigir a las conducciones sindicales mayoritarias la continuidad de este paro con un plan de lucha hasta imponer los reclamos de los trabajadores. El anuncio de Moyano del plenario para mediados de abril donde se resolvería una nueva medida de fuerza da una perspectiva más concreta al reclamo de plan de lucha. Exigencia en la que debemos insistir, junto con el reclamo de que esa acción incluya las reivindicaciones de todos los trabajadores, como la prohibición de despidos y suspensiones y las paritarias sin techo.
¿Se rompe el pacto de la oposición patronal y la burocracia con el Gobierno?
Llama la atención que el paro del 31 de marzo cuente no sólo con la participación y el apoyo de todas las conducciones burocráticas opositoras al Gobierno, sino que también cuenta con el aval no declarado de gremios que son parte de la CGT oficialista y que también venían reclamando el aumento del piso del impuesto al salario.
Más sorprendente aún puede resultar el apoyo que dio la Unión Industrial Argentina (UIA), a través de su presidente Méndez, a este reclamo de los gremios del transporte. Subrayó en particular que coincidía con la denuncia que hacen esos gremios en sus declaraciones en contra de los acuerdos económicos del gobierno kirchnerista con China. Pero esa denuncia de los grandes patrones industriales a los acuerdos no es por la entrega de nuestra soberanía a las multinacionales financieras y la caída de puestos de trabajo. Ellos están furiosos con Cristina, sólo porque los dejó afuera de varios negocios muy jugosos.
Venimos afirmando que existe un pacto entre el Gobierno y todas las fuerzas de oposición patronales y las distintas corrientes de la burocracia sindical. Por ese pacto, bendecido y fomentado por el Papa Francisco, todas las fuerzas sostienen a Cristina para que llegue hasta el final de su mandato y entregue el cargo al sucesor surgido de las elecciones presidenciales de octubre. Hasta entonces el Gobierno deberá ser el encargado de aplicar las medidas de ajuste, entrega y represión y la oposición se encargará de evitar acciones de los trabajadores y el pueblo que puedan desestabilizar a Cristina. Un verdadero pacto de “gobernabilidad” para los patrones y el imperialismo. El rol de la oposición en ese pacto es decisivo para desviar la movilización. El ajuste provoca creciente bronca y ruptura del movimiento obrero y popular con el Gobierno. Aparecen las obligadas válvulas de escape: paros generales como los dos convocados el año pasado por la burocracia de las centrales opositoras. Pero las conducciones sindicales y los partidos de oposición se han encargado de que fueran acciones aisladas, muy separadas en el tiempo, que sirvan para desgastar al kirchnerismo con vistas a las elecciones, pero que no puedan derivar en un proceso de movilización independiente al estilo de las concentraciones del 2001 que acabaron con el gobierno de De la Rúa.
Lo mismo sucede con el paro convocado para el 31 de marzo. Las conducciones de gremios del transporte lo impulsan en torno a un reclamo limitado y como un hecho aislado y sin continuidad, para evitar cualquier desborde, buscando fortalecer al mismo tiempo su ubicación con vistas a un posible futuro gobierno de Scioli, Massa o Macri.
El anuncio de Moyano de un plenario a mediados de abril para votar un paro de 36 horas en mayo va en el mismo sentido. Con esta convocatoria el jefe camionero de la CGT antikirchnerista busca ubicarse en primera fila a la hora de negociar acuerdos con los principales candidatos presidenciales opositores. Pero de ninguna manera propone medidas de lucha que cuestionen de conjunto el plan de ajuste.
Desde el PSTU insistimos en la necesidad de continuar este paro con un plan de lucha efectivo, con paros progresivos y activos, precisamente para que la clase obrera pueda enfrentar y derrotar ese pacto de ajuste, entrega y represión que une a los burócratas con el Gobierno
“Que todos los trabajadores brinden el apoyo para que sea un gran paro”
Entrevista al compañero Maxi Bronzuoli de la directiva del SUTNA San Fernando luego del plenario del 21 de marzo.
Avanzada Socialista: ¿Qué propuestas trajeron al plenario?
Maxi Bronzuoli: Nosotros abrimos las puertas de esta seccional, convocando a todos los trabajadores para que expresen cómo tenemos que realizar un plan de lucha serio en contra del impuesto al salario, en contra de la precarización laboral. Y es fundamental de parte nuestra llevar adelante un plan de lucha serio, para que adhieran todos los trabajadores, y no hacer paros aislados que no tienen contundencia al momento de solucionar un dilema muy grande que tenemos los trabajadores que es el impuesto al salario.
El plenario estuvo muy participativo. Todos los compañeros que se acercaron y hablaron dejaron su opinión. Obviamente se agregaron todas las consignas que propusieron todos los compañeros. Así que esperemos que este 31 de marzo estemos en la calle todos juntos y que sea contundente el paro. En el caso de que sea levantado, ese día de todos modos debemos salir a la calle. Y si la burocracia no quiere convocar al paro, que todos sepan que hay una parte importante de los trabajadores que iremos a seguir reclamando todo lo que nos corresponde.
Avanzada Socialista: Ustedes vienen de un triunfo importante en Fate alrededor del impuesto a las ganancias. ¿De qué se trata?
Maxi Bronzuoli: Nosotros impulsamos reuniones con los compañeros para presentar demandas cautelares en contra del descuento del impuesto al salario. Los compañeros trajeron a las reuniones sus recibos de sueldo. Cuando analizamos los recibos de sueldo vimos que había diferencias con lo que establece la ley del Gobierno, la 3525, y la resolución 1225.
De parte nuestra consideramos que estaba mal la retención de la empresa por el impuesto a las ganancias y le presentamos inmediatamente el reclamo. La empresa dijo que estaba bien el descuento y se excusó con eso.
Después de una semana la empresa respondió que parte de lo que estábamos reclamando estaba bien. Reconoció a más de 160 compañeros que la retención que le hicieron estuvo mal y les devolvieron inmediatamente el dinero. Hubo cifras muy altas de más de 30.000 pesos y una base de 6000 a 7000 pesos. Lo que vemos es que las empresas por ser agentes de retención también manipulan lo que le corresponde a los trabajadores, a través de la función que les da esta ley.
Esto no terminó. Falta una parte. La semana que viene seguramente va a responder a nuestro reclamo positivamente porque salió en los diarios nuestro reclamo y todos nos dan la razón. Lo consideramos un gran logro. Pero no es un logro final, porque falta que esto se elimine definitivamente. Porque va a haber una parte de los trabajadores que van a seguir tributando y nosotros lo que queremos es que eso se elimine completamente.
Avanzada Socialista: ¿Algo más en relación al paro del 31 de marzo?
Maxi Bronzuoli: Si esto va a ser un paro nacional fuerte, invitar a todos los trabajadores a que brinden el apoyo a todos los cortes y las acciones que se hagan en las puertas de fábrica o las acciones impulsadas por compañeros que designen un punto fijo para reclamar. Que no se queden en las casas y salgan a las calles para que el Gobierno sepa que los trabajadores seguimos vivos y que somos el sustento de todo el país.