El plenario del 21 de marzo contó, además de la conducción del SUTNA, con la presencia de la directiva de los SUTEBA opositores de Tigre y La Matanza y una mayoría de dirigentes, delegados y activistas de gremios estatales y en particular docentes agrupados por el PO. Una compañera del cuerpo de delegados del Sarmiento y de Izquierda Socialista trajo una invitación a coordinar en la zona oeste del gran Buenos Aires en torno a la seccional opositora de la Unión Ferroviaria de Haedo.
En cambio llamó la atención que esta vez, a diferencia de plenarios anteriores en el SUTNA, no se hicieran presentes los compañeros de Kraft y otras fábricas de la alimentación de la zona con conducciones combativas influidas por el PTS.
El plenario se desarrolló con un clima abierto y democrático que permitió incorporar distintas propuestas a la declaración original, incluyendo reclamos muy sentidos como la exigencia de una ley que prohíba despidos y suspensiones y paritarias sin techo.
Coincidimos con los compañeros del SUTEBA Tigre y del frigorífi co Rioplatense que se incluya junto con la denuncia del papel traidor de la burocracia, la exigencia de que las centrales sindicales impulsen un plan de lucha que permita imponer los reclamos obreros.
A través de la intervención del compañero Eduardo Barragán que reproducimos en estas páginas, insistimos en que se debía impulsar asambleas de base para que los trabajadores se sientan fortalecidos y tomen en sus manos el paro, transformándolo en activo. Este es el camino para seguir avanzando en la construcción de la nueva dirección democrática y combativa que necesitamos los trabajadores para enfrentar y derrotar el pacto de ajuste.
Intervención de Eduardo Barragán en el plenario de SUTNA
Asambleas de base para impulsar la lucha
Reproducimos la intervención del compañero Eduardo Barragán, dirigente del PSTU, en el plenario del 21 de marzo en el SUTNA San Fernando.
La burocracia hace este paro obligada en primer lugar, por la presión que hay de la clase obrera y el movimiento de masas ante el tremendo ajuste que ya está aplicando el Gobierno. Hay un acuerdo de todos los partidos patronales y de la burocracia sindical para hacer avanzar ese plan de ajuste, garantizar la gobernabilidad de Cristina y también la del próximo gobierno.
Esta ofensiva se expresa en los despidos y suspensiones, rebaja del salario, impuesto al salario, etc. La respuesta del movimiento de masas a eso es el descontento, el malestar, múltiples luchas, no sólo del movimiento obrero sino también de sectores populares. Esto es lo que genera presión sobre la burocracia. Tenemos la obligación de aumentar esa presión. El paro del 31 es una oportunidad que se nos da para aumentar esa presión desde las bases sobre la burocracia sindical, sobre el Gobierno, sobre los partidos patronales.
Es fundamental para definir lo que tenemos que hacer de cara al paro y en el paro mismo. Hacer asambleas en los lugares de trabajo, reuniones de los cuerpos de delegados y de comisiones internas. Y que esas asambleas, cuerpos de delegados y comisiones internas le exijan a los burócratas sindicales, que se ven obligados a hacer este paro, que aprueben y realicen un plan de lucha permanente y sistemático.
Porque con medidas cada seis meses, que es a lo que nos tienen acostumbrados en el último año y medio, no vamos a conseguir absolutamente nada. Ni vamos a enfrentar el plan de ajuste que aplica este Gobierno ni el que ya anuncian para el gobierno futuro.
Vemos absolutamente necesaria esta apelación a las bases, esta reunión y discusión en las bases, para lograr esa exigencia de plan de lucha y la participación en el paro mismo. Para que los trabajadores sean conscientes de la importancia que tiene esa jornada de lucha. Y que sobre la base de esa consciencia de los trabajadores, obliguemos a la burocracia a realizar ese plan de lucha.Esto es imprescindible para que podamos conseguir las reivindicaciones contenidas en la declaración de los compañeros del SUTNA.
Y esto es fundamental para que asumamos en este plenario, y que lo asuma también el FIT, de ser, como hemos sido en paros anteriores, la expresión activa de esa jornada de lucha que para la burocracia significa nada más que un paro dominguero.Si lo preparamos con las asambleas, con las reuniones de cuerpos de delegados y de comisiones internas, vamos a garantizar la más amplia masividad de las movilizaciones del 31 de marzo.