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Paro y plan de lucha para romper el techo salarial

Si bien todos los candidatos y dirigentes sindicales que los apoyan no dan ningún paso sin hacer los cálculos que eso significa en cantidad de votos, la pelea salarial esta al rojo vivo. Los trabajadores no se conforman con los discursos electorales de los candidatos del Frente para la Victoria (Scioli – Randazzo) ni con las promesas de la oposición patronal (Macri – Massa – De La Sota), que quieren tener cerradas para las elecciones primarias de agosto todas las paritarias con el techo del 27%. Hay mucha bronca en los lugares de trabajo y eso está obligando a las direcciones sindicales a anunciar medidas de fuerza.
Este escenario electoral se da en medio de una fuerte pelea entre los candidatos que aplican y van a seguir aplicando el ajuste, y los trabajadores que resisten para no pagar las consecuencias de la crisis económica, que se traduce en la baja de la producción industrial, la baja de las inversiones, la baja del consumo, despidos, suspensiones y techos salariales.

El techo es el pacto de ajuste

La pelea por el salario va mucho más allá de tal o cual convenio paritario. La dureza del gobierno es porque necesita defender su plan económico, su modelo, basado en hacer pagar la crisis a los trabajadores y sectores populares mientras garantiza ganancias millonarias a las patronales y multinacionales que saquean el país.
La crisis de la economía mundial deja sin margen de maniobra a los gobiernos, que ante este panorama, lejos de tomar alguna medida antiimperialista, se colocan como garantes de las ganancias de las multinacionales, del pago de la deuda externa y del saqueo de nuestros recursos naturales.
En nuestro país, Cristina se comprometió a seguir este camino, y por eso viene aplicando un brutal ajuste a las condiciones de vida de los trabajadores y sectores populares. Scioli, quien parece perfilarse como principal candidato del Frente para la Victoria, tiene a miles de docentes de la provincia de Bs. As. literalmente sin cobrar su sueldo, como muestra del modelo que pretende continuar aplicando después de las elecciones.
La oposición, conciente de este plan y de que defiende los mismos intereses que el gobierno, se comprometió a apoyar el ajuste y no hacer “olas”. Defienden todos los mismos intereses, por eso cada candidato, antes de lanzar su candidatura, se dio una vuelta por EEUU para que sus “amos” les den el visto bueno. Éste es el pacto que los une. Y sus objetivos son que diriman sus peleas y negociados en unas elecciones donde los trabajadores miremos desde afuera y votemos sin movilizarnos ni reclamar lo nuestro.
Pero este pacto no podría ser posible sin la activa participación de los dirigentes sindicales de las distintas centrales. Cada uno de ellos, sin excepción, apoya a algún candidato patronal, sea del Frente para la Victoria o de la oposición. Por eso el rol que cumplen es frenar la lucha y organización para que la movilización de los trabajadores no comprometa el ajuste que nos vienen metiendo.

La paritaria es con el gobierno

Para los trabajadores, el ajuste significa despidos, suspensiones y rebaja del salario real. Los aumentos salariales por debajo de la inflación hacen que con la misma plata, podamos comprar menos que los que comprábamos ayer.
El gobierno, los empresarios y sus cómplices de la burocracia sindical nos llenan de explicaciones técnicas para intentar explicar el ajuste. Para los trabajadores la cosa es más simple, como declaró el Secretario General de la Federación de aceiteros, Daniel Yofra, al salir de la última reunión con el gobierno: “nosotros le reiteramos que pretendemos un salario digno, como dice la Constitución, que alcance para una vivienda, alimentación adecuada, vestimenta, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión. Y que para eso se necesitan $ 14.931. Con las empresas habíamos llegado a acordar el viernes pasado a $ 14.300 de ingreso mínimo, pero el Gobierno se opuso”.
Pero aunque los aceiteros le hayan torcido el brazo a sus patronales, que tiene ganancias millonarias, el gobierno pretende imponer a rajatabla el techo salarial a las paritarias, dejando en evidencia que las paritarias “libres” de las que se jacta no existen.
Ya dijo que no va a permitir ningún aumento salarial que tenga un 3 adelante; es decir, que alcance un 30% o más. Y dio la orden de no avalar ningún aumento por encima de esa cifra, cuando todos sentimos en nuestro bolsillo que la inflación del año pasado fue de un 40% y la prevista para este año llega a una cifra similar.
Por eso, a través del Ministerio de Trabajo, se ha negado a homologar aumentos salariales como el de los trabajadores no docentes de universidades y colegios privados, que les habían arrancado a los empresarios un 38%. Lo mismo sucedió con UTEDYC, que no logró que el ministerio homologue un aumento del 30%, o los trabajadores del tabaco y la carne, que habían peleado por aumentos de 33 y 31%, respectivamente.
Pero lo que el gobierno no consigue a través del ministerio, lo logra por la traición de los dirigentes sindicales vendidos. Así es que gremios como UOCRA, UPCN, Comercio y Encargados de Edificios, cuyas conducciones apoyan al gobierno, firmaron sin chistar acuerdos en torno al 27%.
Párrafo aparte merece Caló, de la UOM, quien después de anunciar por lo menos dos veces que iba a ir a la huelga de 36 hs. por un aumento del 32%, levanto el paro en todas las oportunidades para terminar firmando un acuerdo por el 27% y una modificación en las categorías que en los hechos legaliza la precarización laboral.

El 9 hagamos un gran para activo y exijamos plan de lucha

Pero que algunas paritarias ya hayan cerrado no significa que los trabajadores hayan aceptado con agrado esos aumentos. Muchos se han quedado con la espina y la bronca y esperan la oportunidad para movilizarse y sacarse de encima a sus conducciones.
Y todavía quedan una serie de gremios que reclaman aumentos superiores al techo del gobierno. Los bancarios realizaron un paro de dos días reclamando un aumento del 30% y una compensación por la quita del impuesto a las ganancias. Barrionuevo y Moyano, junto con la CTA Micheli, convocan a sumarse con una huelga general el 9 de junio, junto a los gremios del transporte.
Ante la presión de sus bases, los dirigentes sindicales llaman a medidas de fuerza con el objetivo de descomprimir la bronca que hay. Por eso ya avisan que no va a haber marchas y le exigen a la izquierda y los trabajadores más combativos que no hagan piquetes.
Bronca y disposición a pelear que está quedando de manifiesto en la histórica lucha de los aceiteros, que ya lleva 24 días peleando para que el Ministerio homologue el aumento del 36%, que se han organizado e impuesto el método de la asamblea, que mantiene paralizadas más de 40 complejos industriales y las terminales portuarias del Gran Rosario para derrotar el techo salarial del gobierno. Ellos están hoy marcando el camino. Pero para que ganen y que ganemos todos debemos avanzar en la unidad para luchar y en rodear de solidaridad los conflictos en curso.
Este camino es el que debemos seguir en todos los lugares de trabajo. Organizarnos, exigirles a los delegados que convoquen asambleas, exigir la reapertura de todas las paritarias, pelear por un aumento superior a la inflación (40%), en una sola cuota, organizando la participación de cada fábrica, seccional y gremio en el paro general del 9 de junio, y exigiendo que no sea un paro aislado, que sea con movilización a Plaza de Mayo como primer paso de un plan de lucha hasta derrotar el ajuste.


Convocatoria a plenario obrero  SUTNA San Fernando

Los compañeros de la Seccional San Fernando del gremio del Neumático vuelven a convocar un plenario, para coordinar acciones de cara al próximo paro, para el sábado 30 de mayo a las 14 hs. en la sede Constitución de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
Desde el PSTU saludamos la iniciativa y llamamos, como lo hemos hecho en las anteriores oportunidades, a participar del plenario  que tiene como objetivo “fijar una posición unitaria respecto del paro general convocado para el día 9 de junio, partiendo de la necesidad de darle carácter activo a dicha acción colectiva del movimiento obrero”.
Coincidimos plenamente con los compañeros del SUTNA San Fernando en que tenemos que transformar el paro general en un paro activo.
Desde sectores del gobierno ya han salido a amenazar y meter miedo diciendo que durante el paro pueden ocurrir “hechos de violencia” para desestabilizar al gobierno con un caso similar al de Mariano Ferreyra, como si a Mariano no lo hubiese asesinado la patota sindical que defendía los techos salariales del Néstor y Cristina y el trabajo tercerizado.
Por eso, denunciamos al gobierno como responsable de la escalada represiva, que se ve con claridad en la militarización de la región petrolera de la Patagonia para derrotar la lucha de los petroleros.
Los convocantes al paro, en lugar de enfrentar los dichos de Depetri, se apuraron para exigirle a la izquierda y sectores combativos del movimiento obrero que no se movilicen.
Como en los anteriores paros, Moyano, Micheli y Barrionuevo quieren hacer un paro dominguero, con los trabajadores en sus casas. Tienen miedo que la movilización de los trabajadores vaya más allá de lo que ellos quieren y termine cuestionando sus acuerdos con los distintos candidatos patronales, o sea, el pacto patronal del que son parte.
Nosotros, por el contrario, insistimos y le exigimos a las centrales sindicales y sus dirigentes que llamen a asambleas en todos los lugares de trabajo para organizar el paro, y que el 9 de junio nos movilicemos a Plaza de Mayo para romper el techo salarial y reclamar un aumento general del 40%, el fin de la precarización laboral y la eliminación del impuesto al salario.
Con estas propuestas nos haremos presentes en la convocatoria de los compañeros del SUTNA San Fernando, en el camino de lograr la mayor unidad posible en la pelea contra el ajuste.