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¡Querida Cilinha! ¡Hasta el socialismo siempre!

¡Cilinha!
Hoy, 23 de setiembre, nos dejó nuestra querida compañera Cecilia Toledo, “Cilinha”.
Toda la Internacional se enluta con esa pérdida. Desde Argentina, donde tanto la quisimos, hacemos llegar un enorme abrazo a Martín, Marticinho, Alicia, a todos sus familiares y amigos y al PSTU de Brasil, el partido de Cilinha.
Sentimos dolor y rabia por su muerte. Sabíamos del avance de su implacable enfermedad, pero tanto luchó Cilinha contra su dolencia, que nos transmitió su coraje y su energía. Ante cada recaída siempre teníamos esperanza en una nueva recuperación.
En los ´80, muy joven y recién llegada a nuestra corriente había militado en el Viejo MAS. Siempre hablaba de aquella experiencia y de todo lo que aprendió entonces de Nahuel Moreno y de los antiguos camaradas. Decía con cariño: “el partido argentino es mi otro partido”. Por eso en 2011 no podía faltar y estuvo presente en el Congreso de Fusión, cuando se fundó el PSTU A.
En los últimos años, viajó varias veces a Argentina. Cilinha ya era famosa entre nosotros y reconocida hacía años por parte de la vanguardia mundial, trabajadores, luchadores, intelectuales, por sus contribuciones al marxismo, su combate contra el machismo y  su libro: “Mujeres: el género nos une, la clase nos divide”. Pero tenía además la convicción, heredada de Trostky, de que el partido revolucionario debe proponerse recuperar el arte para la clase obrera y de que el arte puede ser una gran herramienta revolucionaria. Desde esa convicción y haciendo un enorme esfuerzo, sobreponiéndose a su salud quebrantada, nos ayudó a construir un grupo de teatro y a poner en escena su obra, Lucha Mujer Poética.
Así, muchos militantes y simpatizantes del PSTU A pudieron tomar conciencia, a través del teatro, de la necesidad de luchar contra la opresión de la mujer dentro del partido revolucionario y en los organismos de masas. Eso llenó a Cilinha de felicidad y orgullo y nos permitió retribuirle algo de lo mucho que ella hizo por nuestra corriente.
Cilinha siempre estará con nosotros. La recordaremos por su dedicación a la revolución; su batalla incansable contra la opresión de la mujer, esa “llaga del capitalismo” – como la llamó- y contra la explotación de toda la clase obrera; por el afán de acercarse a la teoría marxista; por el ardor con que defendía sus posiciones; por el internacionalismo, que practicó sin flaquear, interviniendo en polémicas y problemas, viajando por necesidades de la LIT, aun estando muy enferma; por su legado como periodista, investigadora y artista revolucionaria.
Los que tuvieron el privilegio de compartir mayor cercanía con ella recordarán su alegría; la pasión que ponía en todo lo que hacía, incluso en sus arrebatos y enojos; su afición a organizar reuniones de confraternización con rica comida, cerveza, vino tinto y buena música; su amor a “todo lo humano”, a su familia, a sus compañeros y compañeras de militancia, a sus plantas y a sus “meninas”, sus mimadas perras.
Cilinha es un ejemplo de todo lo que la militancia revolucionaria nos enseña y de lo que hace a los militantes  mejores personas. Es y será una referencia fundamental para las viejas camadas y para las nuevas generaciones de revolucionarios que se sumaron y se suman a la LIT en reconstrucción.
No la olvidaremos jamás: nos acompañará en cada actividad, en cada pelea, en todo el camino que debamos recorrer hasta construir la sociedad socialista, la gran tarea que nos hermanó en la lucha.
En sus propias palabras: “Por eso, el problema de la mujer trabajadora no es ser mujer, es vivir en un régimen capitalista. Ella no precisa rechazar su feminidad, ni su función de maternidad. No precisa ver en el hombre un adversario. Lo que precisa es reconocer su propia fuerza y unirse –como mujer, con todas sus potencialidades– a su clase para luchar por el fin de la sociedad capitalista. Tenemos que hacer  que las mujeres que en su día a día, se enfrentan, objetivamente, con las trabas del capitalismo –el hambre, la miseria, el desempleo, la opresión sexual, la humillación- tomen conciencia de quien es su real enemigo y se dispongan a hacer un llamado a sus compañeros de clase para luchar juntos contra el capital. Ese será el primer paso para que se transforme como ser histórico y pueda construir una sociedad socialista, en igualdad con el hombre, donde todos los resquicios de opresión sean tirados al basurero de la historia”
¡Querida Cilinha! ¡Hasta el socialismo siempre!
 

       COMITÉ EJECUTIVO Y SECRETARÍA DE LA MUJER DEL PSTU (A)