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El “acuerdazo” contra los trabajadores

¿Por qué el bandido de Eduardo Cunha (PMDB-RJ) continúa al frente de la Cámara de Diputados, poniendo en la mesa su agenda reaccionaria, incluso con todas las pruebas que se acumulan contra él? Porque el PT y el PSDB lo continúan manteniendo a través de un acuerdo.

El PSDB, que está al frente de la oposición burguesa, divulgó una nota defendiendo el alejamiento de Cunha. Una nota sin vergüenza, casi pidiendo disculpas, solo para no quedar mal en la carrera. Pero, entre bastidores, continúa apoyando a Cunha.

El gobierno del PT hace la misma cosa, con la diferencia de que no sacó nota. La presidente Dilma discute con el diputado en la prensa pero, por debajo de la alfombra, el propio Lula orienta a la bancada del PT a apoyar al picarón. Es una vergüenza lo que hace Lula. Criticó el ajuste pero, horas después, tomaba un avión para Brasilia, para defender a Cunha y garantizar que la bancada del PT lo apoyase. Todo para sostener a Dilma en el poder. Son todos políticos de dos caras, haciendo el doble juego con el pueblo.

Todos juntos por el ajuste fiscal

Así como el PT y el PSDB están atados a Cunha, todos ellos están a favor del ajuste fiscal. Eso significa continuar pagando los intereses de la deuda (solo este año, ya fueron pagados R$ 970 mil millones -US$ 249 mil millones- a los banqueros), a costa del dinero de la salud, de la educación y, ahora, hasta de la Bolsa Familia. Están juntos en la defensa de la Bolsa de los Banqueros. Es por eso que más de 16.000 escuelas públicas fueron cerradas en el país. En San Pablo, el gobierno de Alckmin (PSDB) quiere cerrar mil escuelas. Quien va a pagar el pato serán los hijos de la clase trabajadora.
Otra consecuencia de la política económica del gobierno de Dilma es el crecimiento de la inflación y del desempleo. Siete trabajadores son despedidos por minuto en el Brasil. Son más de 10.000 por día, y se prevé cerca de 2 millones de nuevos desempleados hasta el 2016.
Es para aplicar este ajuste que Eduardo Cunha es mantenido en la presidencia de la Cámara. El gran acuerdo entre el PT, PSDB y PMDB es para cargar los costos de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, para mantener las ganancias de los grandes banqueros, empresarios y hacendados.

Trabajadores luchan

Los trabajadores, por su parte, no están asistiendo a todo esto de brazos cruzados. Los bancarios realizan una dura huelga contra los banqueros en todo el país. Incluso con ganancias récords, los bancos quieren dar reajustes por debajo de la inflación a sus trabajadores. Los petroleros también se movilizan contra los ataques de la empresa, contra la corrupción que emerge con la Operación Lava-Jato y el intento de privatización planeada por el gobierno de Dilma y por la dirección de la empresa estatal.
Los profesores continúan protagonizando importantes luchas, como contra el cierre de las escuelas en San Pablo y en Belo Horizonte, donde hacen huelga contra Márcio Lacerda (PSB).
Es preciso unificar todas las luchas que se están desarrollando, rumbo a una huelga general contra este gobierno, contra la oposición burguesa y contra el ajuste fiscal. Por eso, es necesario que la CUT, la CTB y las demás centrales y movimientos sociales llamen a la unificación de las luchas en todo el país.
El problema es que el doble juego al que asistimos en Brasilia no sucede solo en los pasillos del Congreso. Lamentablemente, en el movimiento también sucede eso. La CUT habla contra el ajuste fiscal pero garantiza su total apoyo al gobierno. Defienden el Programa de Protección al Empleo (PPE), diciendo que es para proteger el empleo. Solo que no es así. Este proyecto va a dar dinero público a los patrones; no defiende ningún empleo e, incluso, reduce los salarios. En su último congreso, la CUT ofreció el estrado a la propia presidente Dilma, quien intervino por 40 minutos defendiendo su gobierno y el ajuste.
El MTST, por su parte, dice que es independiente del gobierno y critica el ajuste pero se rehúsa a ser oposición al gobierno de Dilma, y estuvo presente en el congreso de la CUT, que se transformó en un gran acto de apoyo al gobierno. Los trabajadores y el pueblo pobre del país están enojados con este gobierno. Y el MTST, ¿de qué lado está? ¿Del lado de los trabajadores y de su rebelión o ayudando a proteger al gobierno?
Entonces, no están por construir una salida de los trabajadores, haciendo doble juego. No están luchando contra el gobierno y sí apoyándolo, al mismo tiempo. Es necesario que la CUT, el MST y las demás organizaciones y entidades rompan con el gobierno, así como la Fuerza Sindical tiene que romper con el PSDB y los demás partidos burgueses, y vengan a organizar una huelga general, unificando las campañas salariales y a los sectores en lucha. Continuamos llamando al MTST y también al PSOL a romper con los oficialistas, para formar un frente que luche contra el gobierno del PT y la oposición PSDB.
Es en una lucha contra el gobierno y contra Aécio y Cunha que construiremos una salida para la clase trabajadora frente a la crisis, y no al lado de ellos.