El 29 de Diciembre, en una sala repleta de familiares de víctimas y sobrevivientes, el Tribunal Oral Federal N°2 condenó a los ex secretarios de transporte kirchneristas, Schiavi y Jaime, y al empresario Claudio Cirigliano entre otros, por su responsabilidad en la masacre de Once. A pesar de la condena, los años de cárcel (entre 9 y 6) son una cargada, una muestra mas de que la “justicia” siempre defiende a los poderosos.
Un 22 de Febrero del 2012, 51 trabajadores perdían la vida y 700 quedaban heridos cuando una formación del Sarmiento chocaba brutalmente contra el andén de la estación terminal en Once. Las fotos de la tragedia golpearon con fuerza, miles pensamos “podría haber sido yo” porque en ése tren, en hora pico viajaban cerca de 2000 personas rumbo al trabajo.
Lo que se intentó colocar como una “tragedia” o un simple “accidente” fue decolorando en la dura y triste realidad, lo de Once fue una masacre evitable. A pesar del entramado mafioso, la historia es simple: El grupo empresario Cirigliano adquirió en los 90 (y gracias a las privatizaciones de Menem) la concesión de TBA (Trenes de Buenos Aires). Aprovechándose de sus lazos con el poder político en vez de invertir desviaron los fondos para quedarse con los jugosos subsidios que le pagaba el Estado, a cambio de sobornos a sus “amigos” funcionarios. Ése funcionamiento de saqueo y desinversión fue profundizado con el gobierno Kirchnerista, quién poseía lazos con los empresarios y mediante sus sucesivos secretarios de Transporte y Planificación alimentó el negocio a costa de poner en riesgo miles de vidas. Esa misma desinversión es la que quedó en evidencia ante la masacre de Once con el mal funcionamiento de los frenos de la formación, las fallas en los mecanismos de seguridad y el estado de las propias vías.
El fallo
El fallo incluyó a los 28 acusados, pero sólo condenó a 21. Los principales son Juan Pablo Schiavi (Secretario de Transporte al momento del accidente) y Ricardo Jaime (Ex Secretario de Transporte) por el gobierno y Sergio Claudio Cirigliano por la empresa concesionaria. Además casi veinte directivos de TBA y Cometrans y al Motorman. Absolvió a Mario Cirigliano (socio de Claudio en TBA) y a los responsables de la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) Pedro Ochoca Romero y Pedro Sicaro , entre otros.
Además el tribunal que emitió el fallo, puso bajo la lupa a Julio De Vido, Ex Secretario de Planificación y otro “pez gordo” del Kirchnerismo. Está acusado de ser el responsable mayor de todo el entramado de corrupción, de los millones robados al Estado y de los resultados tremendos de dicho negocio.
El hecho de que sean condenados miembros centrales del ex gobierno nacional, funcionarios y empresarios millonarios es un triunfo histórico de la movilización popular incansable de familiares, víctimas y activistas que acompañaron la lucha desde el primer día. La justicia tuvo que reconocer su rol de complicidad, los sobornos y negociados secretos, los lazos de corrupción y en definitiva todo un entramado que se replica hoy en día en otras áreas del Estado y condenar por ello a los responsables con años de cárcel. Éste hecho sólo tiene explicación por la fuerza de la movilización que durante más de 3 años acorraló tanto a funcionarios y empresarios como a jueces.
Aun así, la Justicia patronal hizo su parte y favoreció a los condenados con penas mínimas, incluso menores al crimen de “Homicidio Simple” (para el que se puede dar entre 8 a 25 años y hasta perpetua). Además no irán a la cárcel hasta que la condena esté firme y aún tienen varias instancias de apelación. Tan vergonzoso es el accionar de la justicia que en un mismo fallo, donde se reconoce la complicidad del gobierno, la desidia de la empresa y la falta de responsabilidad sobre la vida de miles de personas que viajan en el transporte, además se condena al Motorman, Marcos Córdoba, el único trabajador involucrado y quien se cansó de declarar que hizo todo lo que pudo para frenar el tren y fue acusado por el perito oficial Néstor Luzuriaga que terminó condenado por falso testimonio (sic). Además, en la causa no fué incluída la investigación del asesinato de cuatro tiros y por la espalda de Leonardo Ariel Andrada, Motorman que le pasó la formación a Córdoba ése mismo día y que había declarado dos veces en la causa.
Éste fallo es un nuevo ejemplo de que la “Justicia” no es una institución neutral como quieren que pensemos, sino una herramienta más en manos de los poderosos, empresarios y patrones. Basta ver como condenaron a cadena perpetua a los trabajadores petroleros de Las Heras por el crimen de un policía aún sin haber podido comprobar su participación y compararlo con los escasos años que le dieron a los culpables directos de 51 muertes.
Vamos por la justicia popular
Desde el PSTU, junto a los familiares de las víctimas y los sobrevivientes, exigimos que se haga justicia y continuaremos movilizándonos por ello. No podemos contentarnos con un fallo que, a pesar de declarar culpables a funcionarios y empresarios, les salva el pellejo con años de cárcel irrisorios. Exigimos cadena perpetua a todos los responsables políticos y empresariales de la masacre de Once, y absolución de Marcos Córdoba e investigación del crimen de Andrada. Que paguen todos los culpables incluidos De Vido y Randazzo. ¡Basta de jugar con nuestras vidas! Hay que estatizar bajo control de los trabajadores los ferrocarriles para cortar de raíz los negociados vaciadores de los empresarios. Las centrales sindicales, las organizaciones políticas y sociales, junto a familiares de las víctimas y sobrevivientes debemos impulsar nuevamente la movilización al servicio de ésas tareas.