Cada 30 horas muere una mujer; cada hora, cada minuto, cada día, una mujer es golpeada, maltratada, abusada.
Como trabajadora de fábrica siento bronca, angustia y hasta a veces miedo. Miedo de esta sociedad que muchas veces calla, mira al costado y echa la culpa a la mujer. A la misma mujer por ser la culpable, mientras naturaliza la violencia del hombre, los celos.
Y todo eso porque es hombre: él puede hacer más que yo, cobrar más que yo, tener más derechos que yo.
Las trabajadoras, doblemente explotadas, tomamos el #NiUnaMenos como nuestro, como una consigna no solo para pedir que dejen de matarnos sino igualdad de derechos. Como también para hablar con nuestro entorno de lo importante que es tomar conciencia de que esto tiene que cambiar. Hay que erradicar el machismo que nos mata, que enseña a nuestros compañeros a tener que ser “machos”, los educa para que crean que son más que nosotras,
A pesar de eso en la semana de un nuevo 3 de Junio, algunos de ellos nos dieron su apoyo, y juntos entendimos que sin un cambio cultural, educacional y de lucha no hay #NiUnaMenos. Así dimos un pequeño paso para estar más unidos y fuertes.
No es solo sacarnos fotos y quedar bien, porque ¡¡vivas nos queremos!!
(Foto Ilustrativa)
Notas Complementarias: