Además de la reapertura de paritarias, planteamos en los conflictos (cortes, paros…) el acceso a la contabilidad y ganancias reales.
Hasta la ley 25.877/04 de reforma laboral, que como efecto del Argentinazo contra De la Rúa disimula la mayor precarización laboral de su “ley Banelco”, ordena que las empresas presenten un “balance social” al sindicato respectivo. Generalmente es fraudulento, para ocultar que plata hay para repartir las horas laborales entre todos, sin achique salarial, e incluso con salarios y jubilaciones que cubran la canasta familiar.
Estudios patronales admiten que son “económicamente sostenibles” jornadas laborales cortas sin reducción salarial por la alta productividad alcanzada. Pero buscan aumentar nuestra explotación por distintas vías. Con el aval del SMATA, VW quiere un sistema de turnos compensados 6 por 2, sin las extras al 100% de los feriados y fines de semana. Como M. Benz o GM, o Techint (Tenaris Siat, Siderca), invierte para “racionalizar” personal y aumentar los ritmos de producción (y accidentes o tendinitis y demás enfermedades laborales). Suspenden, reducen salarios y despiden o fuerzan “retiros voluntarios”, para deshacerse primero de los más decididos contra los abusos.
El ingenio El Tabacal de Salta implanta un cuarto “turno relevante” pero con el mismo personal (y menor salario) aumentando la productividad de cada obrero al haber menos cantidad por turno. Donde anuncian inversión para abrir líneas de producción, la condición es más explotación que el promedio de la rama: SMATA Córdoba firmó con Nissan un salario inicial como mínimo un 7% más bajo que el del actual convenio mecánico. Así empuja a la baja salarial de todo el gremio.
Frente a toda empresa que despida masivamente (Edesur); que amenace cerrar (planta Navarro de Acindar); que adeude salarios y/o presente Procesos Preventivos de Crisis, proponemos exigir que el Gobierno intervenga estatizando el establecimiento sin pago a sus vaciadores. Y bajo control obrero, para impedir la caída de puestos de trabajo, el empeoramiento de las condiciones salariales y laborales (como sucede en Cresta Roja o Alloco de Rosario, con nuevos dueños).
Las tomas de establecimientos “para custodiar las maquinarias” (como en Cinpal de Tandil) deben apuntar en este sentido. Pues cuidarlas como “créditos laborales” a cuenta de las indemnizaciones, o armar cooperativas de trabajo (como en Agroindustrias Madero de La Matanza) en los términos de la Ley de Quiebras, limita el alcance de la lucha por la permanencia de todos sin resignar derechos.
“Defender la industria nacional” no es lo mismo que defender los puestos laborales. Con la complicidad de los directivos de la UOM, Eitar de Quilmes despidió un tercio de su personal pero exige la misma producción. Motorarg de V. Alsina importa y cierra sectores; despide en tandas, contrata y terceriza partes que antes fabricaba.
La ley de Autopartes de SMATA subsidia a las ensambladoras con beneficios impositivos si incrementan a un 30% de componente nacional y un 55% en una década. Como las leyes de Promoción Industrial, son políticas que aumentan las ganancias patronales pero no los planteles. New San suspende y despide en Atma de Rosario y Siam de Avellaneda para producir en Tierra del Fuego con “personal del planta discontinuo” y exenciones fiscales.
En cambio, el Estado debe reducir las importaciones a lo mínimo indispensable, con impuestos a bienes que pueden producirse en el país. Esto presupone que el comercio exterior sea estatal. Y que no paguemos a los fondos buitres y demás especuladores la estafa de la deuda. Única forma de desarrollar una industria estatal pesada y semipesada, contra el saqueo de los recursos naturales y el modelo agroexportador de Macri y los gobernadores al servicio de los monopolios imperialistas y sus socios locales.