La encrucijada de tener que interrumpir un embarazo puede convertirse en desgracia. Belén, la joven tucumana atendida por un aborto incompleto y condenada a 8 años de cárcel, recientemente liberada, y cientos de mujeres que mueren anualmente por abortos sépticos, son una realidad dolorosa. La ilegalidad del aborto es discriminación contra las mujeres pobres y la familia obrera.
Mientras Macri nos ajusta y anuncia su hipócrita Plan para Combatir la Violencia, no está garantizado en derecho elemental de que una trabajadora pueda decidir si quiere ser madre. Tampoco está incluido en las paritarias o en los pliegos de reivindicaciones gremiales o estudiantiles.
Desde Lucha Mujer y el PSTU llamamos a quienes marcharon el 3J por Ni una Menos o el 12 de Agosto por Libertad a Belén a organizarse y a combatir el machismo, en los lugares de trabajo y estudio, con las mujeres al frente. Es preciso obligar a las conducciones gremiales y estudiantiles, a luchar por condiciones dignas para que las trabajadoras puedan elegir cuando ser madres.
Basta de despidos. Ni un despido más de embarazadas.
Salario igual a la canasta familiar. Igual trabajo, igual salario.
Prioridad en el empleo para las jefas de hogar.
Licencia por maternidad con un mínimo de seis meses. Licencias por paternidad.
Permisos y días pagos para la atención de hijos enfermos para madres y padres trabajadores.
Hora y sala de lactancia en los lugares de trabajo y extensión del periodo hasta 2 años mínimo
Guarderías y jardines maternales estatales y/o gratuitos en los lugares de trabajo, estudio y barrios obreros.
No más familias obreras devastadas. Anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir.
No más presas ni procesadas por el aborto clandestino. Anulación ya de la condena de Belén.