Alepo: los rebeldes rompen el cerco militar y ganan terreno a la dictadura

Luego de casi un mes de durísimos combates, una coalición de milicias rebeldes anunció este sábado que lograron romper el cerco que el ejército regular sirio había impuesto a la ciudad de Alepo. La Coalición Nacional Siria, que dice representar a la “oposición” en el exilio, confirmó la noticia.

El hecho determinante para esta hazaña militar fue la entrada de los rebeldes en el barrio de Ramusa, hasta entonces controlado por la dictadura de Al Assad, situado en la periferia de la ciudad. Desde esta posición, el entramado de milicias opositoras pudo enlazarse con barrios rebeldes en el este de la llamada “capital de la revolución”.
Éste es un hecho importantísimo para el curso de la guerra civil y de la propia revolución siria, que desde hace más de cinco años enfrenta de manera desigual a las tropas de la dictadura de Al Assad, las cuales, además de ser superiores desde el punto de vista armamentístico, están siendo sostenidas política y militarmente por Rusia-Hezbolá-Irán casi desde el comienzo del conflicto.
Para el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), este triunfo rebelde supone “la mayor pérdida militar y moral del régimen y sus aliados rusos, iraníes y de Hezbolá desde comienzos de 2013” (Deutsche Welle).
Alrededor de 300.000 personas estaban atrapadas en la segunda ciudad del país, soportando una dramática escasez de alimentos, agua, combustibles, y, peor, sometidos a intensos bombardeos del régimen y de la aviación rusa. Según estimaciones del OSDH, en la última semana murieron, en ambos bandos, más de 500 combatientes.
Es común la aseveración de que “ganar Alepo es ganar la guerra”. La ciudad está dividida básicamente en dos áreas desde 2012: en el este, el control cabe a los rebeldes; en el oeste, al régimen.
La fuerza rebelde que rompió el cerco es heterogénea: abarca una serie de brigadas, que llegaron a Alepo de todas partes de Siria y suman aproximadamente 10.000 combatientes. Estas brigadas actúan bajo el paraguas del llamado Frente de Conquista, que agrupa a algunas milicias salafistas[1], como el “nuevo” Frente Fateh al Sham (Frente de Conquista del Levante, antiguo Frente Al Nusra)[2], pero que también cuenta con una presencia significativa del Ejército Libre de Siria (ELS).
Ahora, los rebeldes sirios esperan la contraofensiva del eje Assad-Rusia-Hezbolá, que niega que el cerco haya sido roto, y que se reforzó este domingo con la llegada de unos 2.000 nuevos efectivos del Movimiento de la Resistencia Islámica de Irak (Hezbolá al-Noyaba) en el sur de Alepo, que se unieron a las tropas sirias para tratar de detener la ofensiva rebelde.

Nuevos progresos rebeldes

A partir de la ruptura del cerco, las facciones rebeldes sirias lograron nuevos progresos en el suroeste de Alepo. El objetivo es garantizar la seguridad en el corredor abierto hacia los barrios del este de esta ciudad. Los combates se centran en las fábricas y edificios públicos de Ramusa. Allí tomaron el control de la sede del Batallón de Artillería y la Escuela Técnica de Aviación, después de tomar el día anterior la Academia de Armamento, según informó el OSDH.
El corredor no es completamente seguro, debido a los bombardeos sirios y rusos. Sin embargo, el director general del OSDH, Rami Abderrahmán, confirmó que tres coches con verduras lograron acceder a los barrios del este a través del corredor, lo que representa un hecho “simbólico” con impacto positivo en la moral rebelde.

[1] Interpretación más rigurosa y literal del Islam.

[2] El Frente Al Nusra rompió formalmente con Al Qaeda a fines de julio de este año, aunque mantiene el mismo programa teocrático reaccionario.


¡Por la victoria de la revolución siria!
¡Armas para las brigadas rebeldes anti dictatoriales!

Los avances militares obtenidos en los últimos días son indudablemente muy importantes. Demuestran que la revolución continúa, que sigue resistiendo. El pueblo sirio no ha sido derrotado.
Al mismo tiempo, no se pueden negar las penosas condiciones en las que se traba este combate. La resistencia siria carece de las armas pesadas necesarias para torcer el curso de la guerra, es decir, para pasar a la ofensiva general y derrotar tanto al eje Assad-Rusia-Hezbolá-Irán como al Estado Islámico. Es una necesidad que todas las organizaciones que se reclaman de izquierda y democráticas se posicionen a favor del triunfo de la revolución siria y exijan a todos los gobiernos no solo la ruptura de relaciones comerciales y diplomáticas con el régimen asesino de Al Assad, sino que envíen armas pesadas, aviones de combate y tecnología militar de punta para que las fuerzas rebeldes antidictatoriales puedan ganar la guerra.
El papel del estalinismo y el castro-chavismo, que se posicionó del lado de las dictaduras sanguinarias y pro-imperialistas árabes en contra de la lucha de los pueblos, es nefasta. Debe ser denunciada y combatida por todo revolucionario y demócrata coherente. Es el momento de cerrar filas en torno a la victoria de la revolución siria. Su triunfo sería un poderoso aliciente para el proceso revolucionario que se desarrolla, con altibajos, en toda la región de Medio Oriente y el Norte de África.
Pero, para que la revolución siria pueda triunfar, es decir, para que el régimen dictatorial sirio sea destruido y, sobre sus escombros, el proceso avance hacia un gobierno de la clase trabajadora que comience la construcción del socialismo, es fundamental construir una dirección revolucionaria que dispute la hegemonía y la conducción de la guerra con las demás direcciones ajenas a la clase trabajadora y todos los sectores oprimidos, sean islamistas o no. Solidaridad activa a nivel internacional y construcción de una dirección revolucionaria son dos condiciones necesarias para ganar la guerra y consumar el triunfo de la revolución siria.

¡Por el triunfo de la revolución siria!
¡Abajo el régimen sirio, el Estado Islámico y los bombardeos imperialistas y rusos!
¡Por la construcción de una dirección revolucionaria para ganar la guerra!