En medio de despidos y suspensiones, tarifazos, persecución a los luchadores como en GM y Felfort y recortes en ciencia y técnica se dieron las elecciones en Filosofía y Letras, que comenzaron a cerrar la primera temporada electoral de la UBA bajo el gobierno del PRO. A diferencia de la mayoría las demás facultades, los estudiantes de filo optaron por una conducción independiente para poder enfrentar al ajuste, y dieron la victoria a La Izquierda al Frente por casi 40%, 7 puntos por encima del “Colectivo” de la gestión del Morgade que quedó segundo.
Lo primero que dejó en claro esta elección es que a pesar del cambio del gobierno, en las cursadas se sabe cómo entra el ajuste en nuestra facultad. Por eso era necesario evitar que la gestión, en los hechos el agente de Macri en la facultad, tome la conducción del CEFYL, pero eso es solo el primer paso. Para poner en pie un movimiento estudiantil que enfrente al macrismo tenemos que apostar a la más amplia unidad en las calles, junto a los trabajadores, a partir la mayor participación de los estudiantes. Precisamos formas concretas de organizar a nuestros compañeros de cursada, porque son los únicos que pueden conseguir que se construya el nuevo edificio o que el Estado garantice los apuntes y comida. Para dar esa pelea hace falta tener asambleas periódicas, de temario claro y en ambos turnos para poder organizar a todos. Frente las luchas que vayamos dando necesitamos levantar un cuerpo de delegados por cursada que sirva de nexo entre la asamblea del CEFYL y cada estudiante que viene a la facultad. Hace años que desde la mayoría de las organizaciones se dice que “es muy difícil”, sin embargo durante el cuatrimestre pasado más de 20 cursos se anotaron para tener delegados frente al 0% de presupuesto que daba Macri, a partir de que se votó en asamblea. Esa experiencia demuestra que la discusión ya no pasa por un “si se puede o no”, sino por un “si se quiere o no”. Para dar un combate de fondo contra el ajuste necesitamos que nuestra federación, la FUBA, rompa su inmovilismo y se ponga al servicio de generar esta participación en todas las facultades, quieran o no sus respectivos centros de estudiantes ya que a muchos hoy los controla la derecha.
El encubrimiento de Dante Palma no solo por parte Morgade sino también de las representaciones del FUP-La Campora en la aristocracia del claustro de profesores dejó en claro que un centro dirigido por esas agrupaciones no tenía nada para ofrecer a las compañeras. Por eso desde el CEFYL nos movilizamos para coparle el práctico y hacer lo que la gestión no quería, suspenderlo de su posición de poder. Sin embargo, tenemos que construir al centro de estudiantes como una referencia para todas las víctimas de la violencia machista en la facultad. Las encuestas que elaboramos desde El Viraje!, y que llevamos adelante con el CEFYL y su comisión de mujer y diversidad sexual, están arrojando que más del 15% de las compañeras sufrieron distintos tipos de violencia machista en la facultad. Tenemos que partir de esa base para exigir la inmediata aplicación del protocolo contra la violencia, con una comisión de seguimiento compuesta por estudiantes, independiente de la gestión.
Aún con todo esto, los únicos que pueden derrotar al ajuste de Macri son los trabajadores, por eso tenemos que unirnos a ellos. No solo votando ir “como centro de estudiantes” a sus movilizaciones como el 29 de abril o la Marcha Federal, sino llevando sus convocatorias a cada cursada, organizando paneles de debate en los horarios centrales y exigiendo al decanato asueto de estudiantes y trabajadores de la facultad. A su vez tenemos que abrir las puertas de la facultad a los luchadores perseguidos y conseguir la solidaridad del estudiantado. Desde El Viraje! (PSTU + Independientes), en La Izquierda Al Frente, defendemos este camino para enfrentar el ajuste del gobierno nacional y ponemos la vicepresidencia del CEFYL al servicio de esa tarea, te invitamos a construir esta herramienta y a organizarte junto a tu centro de estudiantes.