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La flexibilización arrancó con todo

“Reestructuración productiva, viabilidad, flexibilización, productividad, dinamizar inversiones, racionalidad, competitividad, sustentabilidad de la actividad”.

Todas estas palabras rimbombantes son las que utilizan los ministros CEOs del gobierno de Macri, los gerentes de las operadoras petroleras y el capital imperialista para profundizar el ataque que están llevando adelante contra las conquistas obreras, las condiciones laborales y el salario de los trabajadores petroleros.
Una a una, se vienen convalidando todas las exigencias de las multinacionales del sector y siempre van por más. Así a la Resolución 365 impulsada por el ministro Triaca a instancias de las Cámaras patronales (CEOPE y CEPH), le sigue su continuadora que es la resolución 644. Todas van en el mismo sentido : reducir los costos laborales o sea el salario y atacar las condiciones de vida de los trabajadores ; en definitiva que la crisis capitalista generada por los mismos monopolios que dominan la actividad hidrocarburífera, la paguen los trabajadores y el pueblo pobre .
Y de la mano de esta embestida y contando con el inestimable apoyo de la burocracia sindical petrolera, el Sindicato Petrolero de Neuquén, Rio Negro y la Pampa que dirige Guillermo Pereyra -además, senador del MPN y aliado de Cambiemos- firmó el pasado 20 de octubre una entregada histórica que va a quedar en los anales de las traiciones sindicales impulsando de lleno la flexibilización laboral que los monopolios exigen, haciendo retroceder conquistas históricas conseguidas con grandes jornadas de lucha.
Este acuerdo espurio y antiobrero incluye:

• La jubilación compulsiva de todos los compañeros que estén en edad de hacerlo
• Habilitar a las empresas a la reubicación del personal, en forma temporal o permanente, en tareas diferentes a las que venían realizando, sin derecho a pedir recategorización.
• Habilitar el trabajo con mayor velocidad de viento, elevando el tope máximo.
• Habilitar el montaje y desmontaje (DM) en horarios nocturnos.
• Habilitar la simultaneidad de tareas de un mismo operario.
• Extremar los controles de ausentismo por enfermedad
• Los equipos de torre o las cuadrillas de producción deberán continuar operando aún si falta algún integrante del turno, por un máximo de 4 horas.
• Eliminación definitiva de las horas taxi u horas viaje, lo que significará una reducción salarial de entre un 40 o 45%.
• Modificación en el diagrama de trabajo de operaciones especiales.

Como puede verse un ataque antiobrero en toda la línea que no deja nada afuera: desde reducción salarial hasta incremento de la superxplotación, desde la pérdida de mínimas condiciones de seguridad convirtiendo aún más a los yacimiento en mataderos obreros hasta pérdida de categorías convencionales, desde disminución de puestos de trabajo (jubilación sin su reemplazo) hasta ir a trabajar enfermo, desde la multifuncionalidad (todos hacemos de todo sin recategorización alguna) hasta trabajar en las condiciones que sea (con viento y haciendo desmontaje de equipos durante la noche).

Siempre hay lugar para una entrega más

Con todos estos antecedentes y como siempre pasa el Gobierno y las operadoras fueron por más… y la burocracia sindical también… Así es como con la firma del Sindicato Petrolero Neuquén se ha acordado una adenda (anexo) al convenio colectivo del sector, que abarcaría en un primero momento solo a los yacimientos no convencionales (Vaca Muerta) y que, además de tener incorporados todos los ítems flexibilizadores que señalamos antes, contiene una joya muy preciada por la patronal imperialista: atar la remuneración de los trabajadores con su productividad.
El agravante es que además este acuerdo va camino de convertirse en un caso testigo de los ataques que el gobierno de Mauricio Macri aspira a extender al conjunto de los convenios colectivos y ya se está hablando que alcanzaría a SMATA y a los sindicatos de energía eléctrica y marina mercante.


Plan primer empleo

Jóvenes: carne de cañón para el ajuste

El desempleo juvenil crece todos los días a un nivel preocupante. Argentina tiene la tasa de desempleo joven más alta de la región. Según la ONU, dos de cada diez chicos entre 15 y 24 años no consigue empleo.
Políticos de todos los colores pasan sus campañas presentando “soluciones mágicas”. Macri no es la excepción a esto. El primer paso consistió en el pólemico acuerdo con McDonald’s, que le daba potestad a la empresa para contratar trabajadores por salarios de $5.000 pesos, subsidiados por el estado.
Si bien el acuerdo no se pudo concretar debido al rechazo generalizado, el Gobierno intenta formalizarlo en el Plan Primer Empleo. Este consiste en una serie de beneficios para las patronales que contraten trabajadores nuevos entre 18 y 24 años, eximiéndolas de pagar aportes de obra social o jubilación por dos años. Aparte de tener un techo salarial miserable para acceder a este beneficio.
Permite a los empresarios blanquear trabajadores que han estado hasta 5 años en negro sin que paguen ninguna las contribuciones adeudadas.
En resumen, este plan no es ninguna salida, puesto que premia la precarización laboral y los salarios miserables para los más jóvenes. Les da un marco legal a los empresarios para que sigamos siendo un blanco preferencial sobre el cual descargan el ajuste. Carne de cañón para seguir lucrando a costa del pueblo trabajador.