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Hospital de Clínicas: modelo para armar

El pasado 16 de noviembre se firmó un acuerdo escandaloso entre el Ministro de Educación, Esteban Bullrich, y el Rector de la UBA, Alberto Barbieri. En este convenio se pactó la entrega gratuita del Hospital de Clínicas al Ministerio de Educación a cambio de la promesa de la construcción de un nuevo edificio en la manzana de enfrente.

La salud va y viene…

Desde hace años, el Hospital de Clínicas atiende a 7000 pacientes por día en pésimas condiciones edilicias y de presupuesto. Ascensores que no funcionan, máquinas obsoletas, caños irreparables, servicios clausurados, etc., son la realidad cotidiana que reflejan los problemas estructurales del edificio. La decadencia no es nueva, sino que viene de años y años de vaciamiento presupuestario por parte de los gobiernos nacionales, similar al que han vivido distintos hospitales públicos.
La realidad es que se vuelve indispensable la construcción de un nuevo edificio que cumpla con todas nuestras necesidades. Trabajadores, docentes y estudiantes llevan años luchando por ello. Entonces, el problema ahora no es la construcción en sí, sino cómo se está haciendo este convenio y los intereses que esconde.

… el dinero es lo que importa

Este convenio fue hecho en base a los intereses de las grandes inmobiliarias que vienen lucrando en la Ciudad.
Desde que asumió Macri como Jefe de Gobierno de la Capital Federal, en varias ocasiones buscó desplazar de lugar o cerrar hospitales (como el Borda, el Moyano, etc.) para realizar negocios inmobiliarios multimillonarios. El caso del Clínicas no escapa a esto. El Ministerio de Educación desea financiar la construcción de un nuevo edificio mediante la venta del viejo a una empresa inmobiliaria manejada por Ángel Calcaterra, primo de Macri, y Nicolás Caputo, político del PRO.
A su vez, el nuevo edificio tendría sólo el 40% de los metros cuadrados que tiene hoy y sólo 4 pisos en comparación a los 16 del edificio actual. Como se puede notar, la reducción de tamaño traerá aparejada la reducción de los servicios brindados, junto con los puestos de trabajo que los sustentan y la cantidad de pacientes que asisten. Esto no es más que un nuevo ataque a la salud y la educación públicas.

Más rojo que la sangre

Pero todo ésto no pasa sin que estudiantes, trabajadores de la salud y docentes salgan a luchar para defender sus puestos de trabajo, la salud y la educación contra del ajuste de Macri. Así lo demuestran las distintas movilizaciones que se han hecho. Desde el PSTU apoyamos esta lucha y rechazamos todos los ataques y vaciamientos contra la salud que lo único que hace es aumentar la cantidad de muertes obreras.
Creemos en la importancia de que se mantenga y aumenten los puestos de trabajo relacionados con la salud. Es necesario además, luchar por un aumento presupuestario que permita la refacción del Hospital de Clínicas mientras se construye el nuevo. ¡No se puede aceptar que el nuevo edificio no amplíe la cantidad de servicios brindados y pacientes atendidos en el viejo hospital! Cualquier medida que no cumpla esto va en detrimento de la salud de los trabajadores.