Una nueva amargura nos despertó el 28 de abril, habían encontrado el cadáver de Araceli enterrado bajo cemento en el patio de su asesino. Se agregan más y más nombres a la larga lista de femicidios, la violencia machista aumenta sin cesar, mientras los políticos patronales en pleno miran para otro lado. (Ver cuadro).
Macri y su CNM (Consejo Nacional de Mujeres) dirigido por la “feminista” Fabiana Túñez, la gobernadora Vidal, los gobernadores, intendentes, jueces de todo signo político, siguen negando la Emergencia Nacional por la situación de extrema violencia contra la mujer. Esto en cuanto no se descubre, además, el encubrimiento o complicidad de políticos, jueces y policías, como sucedió en el caso de Araceli Fulles.
La Iglesia Católica y las demás iglesias, se conduelen con las víctimas de violaciones y femicidios , pero no ponen la misma pasión en defender el “derecho a la vida” de las mujeres como lo hacen cuando rechazan el derecho al aborto -sin que les inporte que éste sea negado en verdad solo a las mujeres pobres-.
Todos ellos están juntos en el proyecto de hacer pagar la crisis mundial a los obreros, a las mujeres trabajadoras, a los laburantes LGBTs, inmigrantes o de los pueblos originarios. Ninguno denuncia el miserable presupuesto de $1 anual por mujer para combatir la violencia machista ni exige que la plata que va a los buitres, a los millonarios del campo o a las multinacionales, se destine a resolver los problemas de la clase obrera y del país pobre.
Macri es violencia machista y patronal. ¡Abajo su Plan!
Tenemos que prepararnos para nuevas batallas como las que libramos en el pasado mes de marzo con sus marchas y huelgas, con su Paro Mundial por los Derechos de la Mujeres el 8 de Marzo, el Paro General del 6 de abril y todas las acciones de la clase obrera y sectores populares, como la lucha contra los despidos en GM de Rosario.
¡El voto de octubre no aliviará las penurias de los hogares obreros! Ahora el macrismo es minoría en el Congreso Nacional y, sin embargo, cada vez hay más desocupados, los docentes y estatales de Santa Cruz todavía no cobraron sus sueldos de marzo, la plata no alcanza para una buena alimentación familiar, ni para educarnos o curarnos como se debe… y nos siguen abusando, pegando y matando en casa o en las calles, por ser lesbianas, travestis o simplemente por ser mujeres.
Tenemos que organizarnos en cada fábrica, hospital, escuela, facultad o barrio, para derrotar el plan del gobierno que es el de los CEOs, los buitres y Trump. Y para obligar a la CGT y a las CTAs a continuar con la lucha y la movilización que hace falta para lograrlo.
Ninguna solución definitiva vendrá de este estado represor, con políticos y policías involucrados en el narcotráfico, la trata y otros negocios mafiosos. Para el capitalismo, el machismo y todas las opresiones son muy útiles: colaboran con los empresarios y los políticos que les sirven para dividir a los trabajadores, para imponer el más brutal ajuste.
Por eso es que debemos seguir protestando y parando, pero en ese camino tenemos que ganar a nuestros compañeros hombres, convencerlos de que la lucha contra el machismo es importante, como lo es la pelea contra los despidos o por el salario, exigir juntos a los gremios y centrales obreras que combatan el machismo en sus filas y peleen por los derechos femeninos.
La ola de violencia machista, así como la escalada represiva del Plan Macri y el intento de imponer el 2×1, ponen como inmediata la necesidad de la autodefensa.
Tenemos que debatir en los sindicatos y centros de estudiantes cómo poner en acción mecanismos de seguridad, el aprendizaje de procedimientos de autodefensa, la organización de jornadas de educación colectiva y difusión de estas cuestiones. Lo necesitamos en forma urgente para defendernos de la violencia machista y de la represión a la protesta social.
Lo deben hacer el SUTEBA, la CTERA y los centros de estudiantes, a partir del reciente ataque sexual a Laura Lescano, militante del Las Rojas y del Nuevo MAS, docente y estudiante de General Sarmiento.
Lo deben impulsar los sindicatos y comisiones internas, especialmente los que dirigen corrientes de izquierda.
Tenemos que pelear por la cárcel efectiva para violadores y femicidas, por justicia por Micaela, por Araceli, por todas.
Debemos luchar por Libertad Para Higui
Es preciso declarar ya la Emergencia Nacional con sustancial aumento de presupuesto para combatir la violencia hacia la mujer.
¡Las centrales obreras no pueden seguir al margen o dando apoyos tibios a la pelea contra el machismo y la violencia contra la mujer! Tienen que combatir el machismo en su interior, organizar con todo la participación sindical en la lucha contra la violencia y por los derechos femeninos, por ejemplo, en el próximo 3 de Junio. Deben promover la autodefensa organizada en los sindicatos y también tienen que hacerlo las federaciones estudiantiles y centros de estudiantes.
Tenemos que aunar esfuerzos, arrancar un paro General -de 36 horas – y un plan de lucha a la CGT y las CTAs, para dar un nuevo y certero golpe a Macri y a su Plan de hambre, represión y violencia machista.