No habían terminado los festejos por el Día Internacional de los trabajadores, y la empresa Metropolitana continuó con su plan de ataque sistemático al activismo de las líneas 176 y 448.En total, ocho activistas fueron obligados a arreglar y renunciar entre los días 2 y 8 de Mayo, bajo amenazas de despedirlos con cualquier motivo. Esto se suma a la epidemia de partes «voladores» (incluso choferes que fueron sancionados en días de franco), suspensiones y sanciones arbitrarias, y se da en el marco además de la proximidad de la elección de delegados en la empresaDesde que se hizo cargo de la empresa, Metropòlitana comenzó su ataque a las condiciones laborales y recortó servicios incumpliendo con la renovación de unidades a la que se había comprometido. Esto generó conflictos no solo con los trabajadores sino también con los usuarios, lo cual derivó en agresiones a los choferes. A raíz de estas situaciones se paró la línea en dos oportunidades y se realizó una asamblea “autoconvocada” de más de 60 compañeros en diciembre y una marcha en enero.La empresa se toma revancha por el conflicto e intenta descartar a los choferes con antigüedad, para imponer la flexibilización laboral, pasando por encima del convenio e imponiendo uno propio. Quiere desconocer los derechos laborales y obliga entre otras cosas a los nuevos compañeros a jornadas de más de 12 horas de trabajo, eliminando incluso los tiempos de descanso entre cada vuelta.Desde el PSTU, nos solidarizamos con los compañeros de la 176/448 y exigimos al cuerpo de delegados, que defienda a los compañeros y el CCT. La UTA debe también apoyar los reclamos de los compañeros y convocar un plenario de delegados contra los despidos en la línea 60, y en apoyo a todos los reclamos de los trabajadores de distintas líneas por condiciones de seguridad, pago en tiempo y forma, aumento de salario y defensa de las condiciones laborales.
