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Por un plan de viviendas dignas

El domingo 24, a las 5 de la madrugada, la Policía Metropolitana, la Policía Federal y la Gendarmería desalojaron tirando gases lacrimógenos y balas de goma a 300 personas que habitaban en el barrio conocido como Papa Francisco. Luego, con topadoras, las fuerzas de seguridad destruyeron todas las casillas que había construido la gente. Durante el violento desalojo fueron detenidas seis personas. El predio había sido tomado por las familias en el mes de febrero de este año y el desalojo fue desencadenado por el asesinato, en un robo, de una joven en las cercanías del barrio. Sin embargo, es un hecho conocido que el delito es organizado por las mismas fuerzas de seguridad, al igual que el narcotráfico, por lo que el brutal desalojo de las familias no traerá ninguna solución a la cuestión de la inseguridad.
Por otra parte, la toma de tierras es una práctica que se ha generalizado producto de la falta de acceso a viviendas dignas por gran parte de la población, aquellos que poseen un trabajo formal, en blanco, no pueden acceder a una vivienda porque los créditos son inaccesibles, aquellos que ni siquiera acceden al trabajo y viven en condiciones sumamente precarias terminan arriesgando sus vidas para tener un lugar donde vivir como es el caso de los vecinos de Papa Francisco. Además, como se vio en las tristes escenas televisivas del desalojo, la mayoría de las familias más pobres están formadas por mujeres solas con hijos. La respuesta del Estado ante esta realidad, tanto a nivel nacional como de la Ciudad, es reprimir a las personas en vez de construir las viviendas que hacen falta. Con todo el dinero que es destinado al pago de los fondos buitre, del Club de París, de Repsol, de la deuda externa en general, podría ser resuelto el problema habitacional y además generar infi nidad de puestos de trabajo. Desde el PSTU consideramos que para revertir esta situación es necesario tomar esta lucha en nuestras manos, exigiéndoles a las CGTs y las CTAs que sea parte de nuestros reclamos y que peleen para que la plata que se roban los usureros de la deuda externa se destine a la realización de un plan de viviendas dignas.