Desde sus primeros días de gobierno, vimos cómo al gobierno macrista no se le mueve un pelo a la hora de tomar deuda multimillonaria con la excusa de “ayudar a desarrollar el país”. Claro que uno ve que la cantidad de plata que invierte el Estado en obra pública, salud, educación, vivienda,y una gran cantidad de etcéteras, no se corresponde con la cantidad de deuda tomada. Esto es porque la función central de la deuda contraída es… ¡pagar más deuda! Parecería un chiste de mal gusto, pero esto es así. Esta bicicleta, combinada con los intereses, hacen de la Deuda Externa una gran estafa, porque se vuelve totalmente impagable y nos somete a los grandes banqueros y las potencias mundiales.
Si esto fuera poco, en los últimos días se conoció lo que puede ser un salto brutal en el endeudamiento, llegando al punto de emitir un bono de U$S 2.750 millones a ¡¡¡100 años!!! Hipotecando a varias generaciones con tasas del 7,125% anual que no se dan en otra parte del mundo, como también los miles de millones de pesos en Lebacs tomados por los especuladores financieros a tasas del 25% anual. De cada 10 dólares que vendrían para inversión, 9 lo hacen para especular con estas tasas, llevándose suculentas ganancias sin arriesgar nada.
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