Un nuevo monstruo capitalista: las empresas Telecom y Cablevisión anunciaron el 30 de junio último que se fusionaban. Al combinarse las actividades y las acciones de los inversores respectivos se generó un monopolio más grande aún. Argumentaron que se convertirían en un operador que brindaría cuatro servicios simultáneamente: TV por cable, internet, telefonía móvil y fija, algo conocido en las telecomunicaciones como “cuádruple play”. Desde el PSTU vemos esta movida de la era macrista como la creación de un nuevo controlador de mayor influencia económica y comunicacional, beneficiándose grupos afines al Gobierno y su política de ajuste. y derrotarlo para que ganen los trabajadores y trabajadoras de Pepsico.
El capitalismo argentino e internacional concentra aún más los capitales para obtener mayores ganancias, es su juego del mercado. Es interesante ver la participación accionaria de los grupos: un 41,27% será de Fintech (Controladora de Telecom Argentina), liderada por el millonario mexicano David Martínez (1); un 33% por Cablevisón Holding (Grupo Clarín) y el resto de accionistas minoritarios. Será el más grande monopolio en comunicaciones y controlará el 42% de telefonía fija, el 34% de telefonía móvil -celulares-, el 56% de conexiones a Internet por banda ancha y el 40% de la TV paga. El resto del mercado lo controlarían Telefónica y Claro. Según Martín Becerra, investigador del CONICET, “La fusión expresa un hito en la concentración de los mercados de información y comunicación de la Argentina y supera todos los niveles previos” (2).
Los CEOS del nuevo monopolio venden la operación como beneficiosa para los usuarios al poder brindar supuestamente paquetes completos de servicios más baratos. Pero la historia que vivimos los trabajadores y el pueblo muestra a estas declaraciones como hipócritas ya que al haber más monopolio éste fija el precio que se le antoje según las expectativas de ganancias y estándares internacionales. Por eso la inquietud de vastas zonas de nuestro interior que, si bien ahora tienen otras opciones, con esta movida deberán depender del precio que se les ocurra a Martínez o Magneto (Clarín) avalados por el gobierno patronal de turno.
Y por otra parte, habría un mayor control de las comunicaciones multimedias, censura y filtro a la información, además de la reducción de personal y nuevas condiciones laborales a la baja.
Cambian los gobiernos patronales pero la historia se repite
En 2005 Fintech y Clarín absorbieron Cablevisión y en 2006 el Grupo Clarín se fusiona con la otra empresa de la competencia: Multicanal, generando así un mayor control monopó- lico. La operación fue aprobada por Néstor Kirchner, y avalada por el entonces secretario de Comercio Interior K, Guillermo Moreno, tras la cual Cablevisión quedó conformada en un 60% por Clarín y en el 40% restante por Fintech.
Con la llegada del Gobierno patronal de Macri en 2015, y con modificaciones de ciertas limitaciones de la Ley de Medios, Clarín adquiere también Nextel (telefonía celular). No es de extrañar que el Grupo Clarín, principal vocero del Gobierno macrista en los medios, con el periodista Jorge Lanata a la cabeza, obtenga este colosal negocio. Pero a su vez todo se enmarca en una política patronal.
El kirchnerismo evita hablar del permiso a la monopolización de Clarín, y el gobierno de Macri es consecuente con su carácter de clase dominante y su plan: una mayor concentración económica, con especulación financiera y puertas abiertas a inversores que ven con agrado la pérdida de conquistas con la modificación de convenios con el aval de la burocracia de las centrales obreras y miles de despidos, librando a su suerte a los trabajadores y sus familias. Botón de muestra son 300 obreros de AGR (la gráfica del mismo Grupo Clarín) despedidos en enero sin ningún motivo y aludiendo “problemas financieros y rentabilidad”, mientras se fortalecen como empresa monopólica.
Recientemente en los medios se difundieron las 25 empresas más poderosas del mundo que hasta podrían controlar gobiernos como: Walmart, ExxonMobil, Mc Donalds, Facebook, Shell, Apple, General Motors, el magnate mexicano Carlos Slim, y otras (3). En ese marco es la monopolización avalada por el Plan Macri y la oposición patronal que solo se queja un poco, proponiendo a los trabajadores que no se movilicen sino que los voten en octubre para algún día mejorar su situación. Está en la organización y la movilización de los trabajadores y el pueblo la posibilidad de parar el capitalismo que conspira cada día más contra nuestro futuro.
(1) David Martínez es un empresario y financista millonario mexicano, controlador de varias empresas de telecomunicaciones y energía y acreedor como fondo buitre de la Argentina.
(2) Chequeado.com – 11-07-2017
(3) Diario La Nación – 15-07-2017