La semana pasada se le otorgó la prisión domiciliaria al genocida y ex comisario de la policía bonaerense Miguel Etchecolatz, aunque por otras causas pendientes aún no se hará efectiva. El mismo beneficio se le concedió el mes pasado a Luis Enrique Baraldini, jefe de la policía pampeana durante la última dictadura.
No es una trágica casualidad que esto pase en el año en que se les concedió el beneficio del 2×1. El gobierno de Macri quiere borrar de nuestra memoria a la dictadura que vino a imponer un plan económico nefasto y para eso tuvo que asestarles un golpe muy duro a los trabajadores que venían en ascenso desde el Cordobazo.
El PSTU repudia esta decisión de la justicia patronal. Luchadores como los petroleros de Las Heras siguen condenados a perpetua por defender sus condiciones de trabajo. Pero la justicia siempre está al beneficio de los ricos y poderosos, y prueba de eso es el reciente fallo que obliga a un trabajador que pierde un juicio laboral a hacerse cargo de los gastos del mismo.
Así como llenamos las calles contra el 2×1, tenemos que salir de nuevo, con más fuerza, para repudiar todo beneficio a los represores de ayer, así como repudiar la represión de hoy, como hicimos con el desalojo de Pepsico. La CGT debe romper la tregua con el gobierno y también la CTA, hay que exigirles que le pongan fecha a un nuevo Paro Nacional, para sacar a este gobierno, que no solamente nos quiere sacar el pan, sino también la memoria.