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Las conquistas de la revolución rusa (1era parte)

En las últimas décadas se ha reproducido incansablemente la idea de que “el socialismo fracasó”. En este artículo, que continuaremos con otro en el próximo número, intentaremos demostrar la falsedad de ese discurso. Y la necesidad de retomar el camino emprendido hace 100 años por la clase obrera rusa y los revolucionarios bolcheviques.

Comenzaremos por aclarar que el socialismo es un sistema mundial, que solo logrará su triunfo definitivo con la derrota del imperialismo y la expropiación del capitalismo en todo el planeta. Mal podría fracasar entonces lo que nunca existió. Pero sí es cierto que la clase obrera rusa dio pasos fundamentales hacia el socialismo. 

En noviembre de 1917 los trabajadores derribaron el gobierno capitalista, instauraron un gobierno de obreros y campesinos bajo la dirección del partido bolchevique. Acabaron con la propiedad privada de la tierra, de los bancos, transportes, fábricas y recursos energéticos. 

Surgió así el primer Estado Obrero de la historia. Este gigantesco triunfo revolucionario les permitió a los trabajadores rusos lograr conquistas extraordinarias en sus condiciones de vida, no superadas ni en el más avanzado país capitalista. 

Pero los trabajadores rusos sufrieron pocos años después una gran derrota. A la muerte de Lenin, el principal líder bolchevique, un sector de dirigentes del partido y del Estado – encabezados por Stalin-, se atornilló en el poder como una burocracia parasitaria. Para defender sus privilegios instauraron un régimen similar al fascismo que asesinó a 700.000 militantes revolucionarios y que organizó y planificó la muerte del otro gran dirigente de la Revolución Rusa, León Trotsky, de cullo asesinato se cumplieron setenta y siete años el 20 de agosto. 

Pese a ese tremendo golpe contrarrevolucionario, el Estado Obrero subsistió por varias décadas hasta que en 1986/1987, bajo la conducción de Gorbachov, la burocracia restauró el capitalismo con la Perestroika. 

Economía planificada vs economía capitalista

 

Siguiendo a Trotsky, consideramos que los pilares fundamentales de la economía del Estado Obrero son la planificación centralizada, la estatización de las principales palancas de la economía, y el monopolio de la banca y del comercio exterior. 

¿Qué significa ésto? En los estados capitalistas, lo que se produce o se deja de producir lo deciden los empresarios, de acuerdo a lo que les convenga para aumentar su ganancia; por el contrario, en la URSS se producía de acuerdo a un plan centralizado en base a las necesidades obreras y populares (aún en la epoca en que la burocracia estalinista se apodero del estado y cuyo control impedía la decisión democrática de los trabajadores, tenían que tener en cuenta sus necesidades, al menos parcialmente). 

El Estado Obrero era el único que decidía que productos se exportaban e importaban y el dinero de esas operaciones quedaba en manos del estado para ser utilizado de acuerdo a la planificación centralizada. Ya no hubo bancos privados que estafaran trabajadores haciendo fortuna con la usura y la especulación, porque el estado tenía el monopolio de la banca. 

Todo esto permitió terminar con uno de los males endémicos que amenaza a los trabajadores hasta nuestros días: la desocupación. En el Estado Obrero el empleo era no solo un derecho sino una obligación, y era garantizado por el estado. 

Los resultados de todo esto son categóricos: desde la Revolución Rusa hasta 1950 el PBI, es decir, el total de bienes y servicios que se produjo, aumentó un 220%. Para que tengamos una referencia, en ese mismo período, el Reino Unido, una de las principales potencias del mundo, aumentó su PBI un 154 %.(1) A esto podemos agregar que entre 1925 y 1935 la industria pesada aumentó por más de diez en la URSS. 

El transporte, la producción de energía y la vivienda 

Tanto el suministro eléctrico y de gas, como el transporte público, eran gratuitos, y el estado era el único propietario de las viviendas, que eran alquiladas a precios simbólicos. Según Alexandr Andreiév, hacia 1980 el 90% de las familias tenían departamentos independientes suministrados por el Estado. Los precios de alquileres, sumados a todos los servicios básicos, no podían, por ley, sobrepasar el 3% de los ingresos de la familia, y como si fuera poco los precios se mantenían estables desde 1928. (2) 

Educación, ciencia y deporte 

En materia de educación, la URSS fue el primer país en erradicar el analfabetismo, partiendo de un nivel del 80% en 1917. El alcance de la educación primaria y secundaria era total. Por otro lado: En la ex URSS, el estudiante universitario optaba por trabajar y estudiar, o sólo estudiar. Si trabajaba y estudiaba tenía sus horarios de trabajo adaptados con el estudio y, a la vez, cuando tenía pruebas en la facultad era liberado del trabajo por varios días. Si sólo estudiaba, en el primer año recibía un salario que era equivalente al 20% del salario que recibiría si estuviese trabajando. En el segundo año recibía el 40% de ese salario, y así iba aumentando, sucesivamente, hasta llegar al último año, en el que recibía el mismo salario que quien trabajaba. Una vez que terminaba sus estudios era localizado en un puesto de trabajo de acuerdo con la profesión adquirida. (3) 

Algunos datos testimonian los enormes avances científicos y tecnológicos. La primera central nuclear comenzó a funcionar en 1954 en Moscú. El primer satélite lanzado al espacio fue el Sputnik 1 en 1957. El primer hombre en el espacio fue el teniente Yuri Gagarin en 1961. El LK-1, predecesor del teléfono celular moderno, fue presentado en 1957. 

Otro salto inédito se dio en los deportes. Las sociedades deportivas voluntarias de la Unión Soviética eran entidades donde se reunían los trabajadores, militares y estudiantes para practicar deportes de forma amateur. El amateurismo subió a la URSS al podio histórico del medallero olímpico, de donde no saldrá por varias décadas. 

El derecho a la victoria

Quienes sentencian en estos tiempos que la experiencia soviética demostró la superioridad del capitalismo sobre el socialismo ocultan intencionalmente lo antes expuesto. Además hay que tener en cuenta que todos estos avances se lograron pese a que en el Estado Obrero, la burocracia stalinista era un cáncer que minaba desde adentro su organismo y asfixiaba con su régimen totalitario la ciencia, el arte y la cultura. Trotsky decía que el magnífico desarrollo de la economía en la URSS era indicativo de las potencialidades que tenía la clase obrera, por eso aunque la burocracia restaurase el capitalismo, el socialismo había mostrado su derecho a la victoria, no en la teoría, sino en la arena de la historia. Hoy, frente a la crisis de vivienda, frente a la desocupación, el hambre, las enfermedades y la caída general de las condiciones de vida, los trabajadores tenemos que tomar el ejemplo de los revolucionarios rusos, avanzando contra todos los gobiernos y capitalistas del mundo, para que gobiernen los trabajadores y el pueblo.

(1) O. Ferreres. Dos siglos de economía argentina, Fundación Norte y Sur, Buenos Aires, 2010, pág. 102-109. 

(2) AlexandrAndreiév. La Construcción de Viviendas en la URSS, Editorial de la Agencia de Prensa Nóvosti, 1981, visto en: http://web.archive.org/ web/20040907221629/http://www.leninismo.org/viviendas_urss.htm. 

(3) M. Hernández. El veredicto de la historia, Editora Sundermann, 2009, pág. 26